LOS ARZOBISPOS

Su Santidad el Papa Francisco aceptó la renuncia interpuesta a la Santa Sede por parte del Ilustrísimo Arzobispo de Tegucigalpa el Cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga nombrando para sustituirle al prelado español José Vicente Nácher quien se convierte en el sexto titular de la Arquidiócesis tegucigalpense y el segundo extranjero de la Provincia Eclesiástica creada por el Papa Pío X en 1915.

Hoy vamos a hacer un poco de historia sobre la Arquidiócesis Metropolitana de la capital de Honduras, relatándoles que después de la conquista y la colonización de éstas tierras, la iglesia católica comenzó a organizar las autoridades eclesiásticas de la Provincia nombrando a los prelados españoles que ejercieron el dominio y manejo de la religión estableciendo las parroquias, la construcción de templos y el adoctrinamiento de los nativos.

En Trujillo, la primera capital de la Provincia, se fundó el primer Obispado de Honduras nombrando en 1527 su Santidad el Papa Clemente VII por influencias de la Corona española a Fray Alfonso de Guzmán quien nunca llegó a Honduras.

Fue hasta 1539 que se hizo cargo del Obispado Don Cristóbal de Pedraza ejerciéndolo hasta 1554 al designar el Vaticano como su sucesor a Jerónimo de Corrella quien permaneció en Trujillo hasta 1561 cuando decidió cambiar la sede del Obispado a la ciudad de Comayagua.

El Obispo Corrella desde la Diócesis de la capital de la Provincia comenzó a reorganizar la estructura eclesiástica asignando a los misioneros franciscanos y mercedarios a diferentes lugares donde se abrieron conventos se habilitaron los Curatos, se autorizaron las parroquias, las cofradías y se definieron las propiedades de la Iglesia hondureña.

Comayagua era la “ciudad de los Obispos”, prelados hispánicos, mexicanos y guatemaltecos ocuparon la silla episcopal durante el período colonial y al ir surgiendo sacerdotes hondureños la mayoría estudiados en Guatemala, Nicaragua y México, después de la independencia llegaron a dirigir la iglesia católica hondureña como Monseñor Hipòlito Casiano Flores.

En 1902 durante el papado de León XIII, la Santa Sede designó como Obispo de Honduras con sede en Comayagua, al ilustre prelado hondureño José María Martínez y Cabañas (FOTO 1) originario de Juticalpa, Olancho.

Monseñor Martínez y Cabañas le hizo frente a innumerables problemas y su Diócesis se encontraba debilitada por el traslado de los poderes políticos a Tegucigalpa desde 1880, optando por solicitar al Vaticano que se trasladara el Obispado a la capital.

En 1907, el Papa Pío X autorizó el traslado y Monseñor Martínez y Cabañas comenzó intensos trabajos para organizar el Seminario Mayor en 1909 viniendo a Honduras una misión sacerdotal de Alemania encontrándose entre ellos los sacerdotes José Nieborowski y Agustín Hombach.

En 1915, el Papa Benedicto XV elevó a Monseñor Martínez al rango de Arzobispo y Tegucigalpa pasó a ser Provincia Eclesiástica con tres sedes, la Arquidiócesis de la capital, la Diócesis de Santa Rosa de Copán y el Vicariato Apostólico de San Pedro Sula.

Su Arzobispado se extendió hasta finales de 1921 cuando la muerte le sorprendió en la capital hondureña, le sucedió el 3 de Febrero de 1923 el prelado alemán Monseñor Agustín Hombach (FOTO 2) designado para dirigir la iglesia católica hondureña por su Santidad Pío XI.

Monseñor Hombach realizó una gran labor al frente de la grey católica hondureña, fortaleció el Seminario Mayor, construyó el Palacio Arzobispal, logró que el Papa Pío XI declarara el Día de la Virgen de Suyapa el 3 de Febrero proclamándola Patrona de Honduras y dio apoyo a todas las Diócesis de Honduras.

Su arzobispado terminó con su muerte a causa de una pulmonía el 17 de Octubre de 1933 dejando un vacío en la silla episcopal por catorce años al no designarse a su sucesor en forma inmediata dejando como Administrador Apostólico a un ilustre sacerdote ocotepecano Monseñor Emilio Morales Roque (FOTO 3).

En 1947, su Santidad el Papa Pío XII nombró Arzobispo de Tegucigalpa a Monseñor José de la Cruz Turcios y Barahona (FOTO 4) hijo insigne de la ciudad de Pespire quien vacó en el año 1962 dirigiéndose a Costa Rica donde falleció en 1968.- Durante su arzobispado se impulsó la construcción del Santuario Nacional de Suyapa colocándose la primera piedra el 8 de Diciembre de l954.

En 1962 el Papa Juan XXIII nombró Arzobispo de Tegucigalpa a Monseñor Héctor Enrique Santos Hernández (FOTO 5) , sacerdote salesiano que sirvió a la iglesia católica durante cuatro pontificados, el de Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II a quien recibió en la capital hondureña en su visita de 1983.

Monseñor Santos, de edad avanzada, dejó el solio arzobispal en 1993 declarándosele Obispo Emérito hasta su muerte dejando durante su desempeño una huella de enorme significación en la formación sacerdotal y el sostenimiento con fe en las tradiciones religiosas de los hondureños.

El 8 de Enero de 1993, el Papa Juan Pablo II otorgó el rango de Arzobispo de Tegucigalpa a Monseñor Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga (FOTO 6), sacerdote salesiano que fungía como Obispo Auxiliar en la capital.

Su Eminencia Oscar Andrés Cardenal Rodríguez Maradiaga como Jefe de la Iglesia Católica de Honduras es un símbolo de la hondureñidad, primer Cardenal de nuestro país investido como Príncipe de la Iglesia en Enero del 2001 por el Papa Juan Pablo II.

Al llegar a la titularidad episcopal, el Cardenal Rodríguez Maradiaga se convirtió en el quinto Arzobispo desde que se fundó la Arquidiócesis de Tegucigalpa, cuatro hondureños y un extranjero, Martínez y Cabañas (1915), Hombach (1923), Turcios y Barahona (1947) ,Santos Hernández (1962), Cardenal Rodríguez (1993) y al nombrarse a Nácher Tatay (2023) se convierte en el sexto Arzobispo y segundo extranjero que llega al solio episcopal en la capital (FOTO 7).

Hasta la próxima semana