Rusia trasvasa 180.000 barriles de crudo al día frente a Ceuta (España)

Madrid, 11 feb (EFE).- El veto occidental a las importaciones de crudo ruso ha llevado a Rusia a buscar alternativas para transportarlo a Asia, para lo que utiliza aguas frente a la costa de la ciudad española norteafricana de Ceuta, donde intercambia unos 180.000 barriles al día entre embarcaciones para ahorrar tiempo y dinero.

Durante los últimos meses, el Kremlin ha puesto los ojos en las aguas cercanas a esa ciudad, en el estrecho de Gibraltar, donde realiza el trasvase de crudo entre barcos de tamaño distinto, y cuyo destino final es principalmente China o la India, sus nuevos socios preferentes, reduciendo costes y ahorrando tiempo de transporte.

Fuentes del Ministerio español de Transportes reconocen a EFE que al este de Ceuta, más allá de las aguas que están bajo competencia de la Capitanía Marítima, se están efectuando desde hace tiempo transferencias de carga entre buques en el mar, sin que por parte de España se puedan prohibir o regular.

Según el reglamento de sanciones a Rusia y a la vista de las navegaciones que han realizado barcos distintos, señalan que no se puede afirmar que se esté produciendo una vulneración del mismo.

Los datos facilitados a EFE por la compañía especializada en servicios de inteligencia para el comercio de energía Vortexa, indican que, desde el 5 de febrero, Rusia ha realizado hasta 16 operaciones de este tipo en la zona, con un volumen récord en enero, 180.000 barriles diarios. Cada barril equivale a 159 litros.

Esto ha provocado, explica a EFE el analista del mercado de crudo de Vortexa, Armen Azizian, que esas aguas hayan concentrado el 9 % de las exportaciones de crudo ruso procedentes del Báltico en diciembre, algo por detrás de la ciudad griega de Kalamata, otro lugar que ha ganado peso en las últimas semanas hasta alcanzar el 11 %.

Ninguno de los 20 buques que han participado en estas maniobras, según Vortexa, tiene bandera rusa: 60 % de Panamá, 20 % de Liberia y el 20 % restante repartido entre Chipre, Belice, Camerún y San Cristóbal y Nieves.

Sin embargo, Azizian recuerda que, si el proveedor de estos intercambios en altamar es europeo o del Reino Unido y el crudo se ha comprado por encima del tope de precio establecido por las autoridades, se estarían vulnerando las sanciones.

CÓMO FUNCIONAN LOS TRASVASES

Este tipo de descargas en altamar, conocidas como STS (‘ship-to-ship’, ‘barco a barco’), consiste en pasar el crudo que transporta un barco a otro que se encarga de llevarlo al destino final.

Concretamente, Rusia carga en el Báltico pequeños buques petroleros Aframax, capaces de transportar 700.000 barriles, que zarpan hacia aguas cercanas a la costa ceutí, donde los esperan unos barcos de un tamaño mucho mayor, los VLCC, para recibir el crudo.

Una vez terminado el trasvase (tres Aframax equivalen a un VLCC, aproximadamente), los de menor capacidad regresan al Báltico a por más crudo, mientras que los grandes navegan hacia los destinos finales, mayoritariamente China y la India.

Si el buque de mayor tamaño no está totalmente cargado, puede atravesar el Canal de Suez hasta la India; y si está al máximo, bordea África hasta llegar a Asia, explica Azizian.

Los barcos pequeños tardarían hasta cuatro meses en llegar a China y volver al Báltico a por más crudo. Además, los VLCC no pueden cargar petróleo en ese mar debido a su tamaño.

Por ello, el uso combinado de buques permite acortar el tiempo de entrega y mantener un flujo constante de crudo, minimizando el impacto económico del veto occidental por la guerra de Ucrania.

POR QUÉ CEUTA

La elección de aguas frente a Ceuta no es casual, ya que ofrece unas condiciones geográficas idóneas para realizar estos intercambios en altamar durante esta época del año.

Tradicionalmente, antes de la guerra, Rusia realizaba el 50 % de estas operaciones en Dinamarca, pero tras la invasión de Ucrania, que comenzó hace casi un año, las autoridades danesas han aplicado controles marítimos estrictos para evitarlo.

Entre mayo y agosto de 2022, los barcos rusos comenzaron a descargar en el norte del océano Atlántico, cerca de las islas Azores, pero las mareas altas azotan la zona en esta época.

Por ello, en los últimos meses, tanto Ceuta como Kalamata han emergido como localizaciones clave para que Rusia mantenga activo su comercio de crudo, concentrando el 50 % y el 44 %, respectivamente, de los trasvases de crudo ruso en enero.

Azizian prevé una mayor concentración de buques frente a la costa de Ceuta los meses próximos, principalmente con China como destino final, tendencia que podría cambiar cuando las mareas bajen en el norte del Atlántico.

Los principales riesgos de estas maniobras consisten en el material de poca calidad usado para intercambiar el crudo, lo que puede provocar un derramamiento. El peligro aumenta según la antigüedad del barco. EFE