La disyuntiva política de Honduras

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13 de febrero de 2023
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12:02 am
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La disyuntiva política de Honduras

Por: Marcio Enrique Sierra Mejía

La realidad política de Honduras demuestra que la sociedad hondureña enfrenta una disyuntiva política que tiene que ver con la gradual, progresiva y permanente dominación hegemónica del socialismo, ante una derecha hondureña pasiva que no logra, levantar una oposición efectiva en contra de dicho sometimiento político.

No obstante, que la sociedad da señales de hastío con los efectos de las políticas que el gobierno socialista emprende, debido a las constantes equivocaciones y arbitrariedades en las que incurre, y que crean un clima político de incertidumbre negativo para los segmentos empresariales y la ciudadanía en general. Las fuerzas democráticas no socialistas se muestran inactivas e inmovilizadas y demuestren debilidad política. Como si la insatisfacción generalizada que existe en contra del modelo de refundación marxista, impulsado por el Partido Libre a través del poder de gobierno, no les causa motivación para contrarrestarlo políticamente.

Tal parece que el gobierno socialista está aplicando estrategias tácticas encaminadas a desmovilizar a las fuerzas democráticas no socialistas, desde acuerdos económicos oscuros con élites capitalistas, hasta intencionadas movilizaciones campesinas y de sindicatos urbanos, como elementos distractores o de desviación de la atención política, para evitar la convergencia de las fuerzas de la derecha democrática en contra del gobierno. En la medida en que se producen este tipo de prácticas distractoras, incluidas otras formas de crear temor político; los actores claves de la derecha bajan la guardia y caen en una indiferencia política, que obstaculiza el fortalecimiento del movimiento social democrático y evita que se impulsen acciones movilizadoras que contribuyan a fortalecer un frente de lucha democrático, que obviamente, puede levantar el ánimo político para oponerse al proceso socialista de control político.

Hacer comparaciones es ingrato, pero hacerlas cuando es necesario es útil. Veamos el caso de la oposición que hicieron los socialistas en tiempos de los gobiernos nacionalistas y hagamos comparaciones con la oposición que realiza la derecha en tiempos presentes:

1. Mientras que los socialistas realizaban constantes movilizaciones sociales en contra de las renovaciones económicas y políticas del gobierno nacionalista, apoyadas por convocatorias de las y los trabajadores de la educación y de la salud, que protestaban para impedir tales reajustes que impulsaba el presidente, en el presente gobierno socialista, la derecha democrática, no hace ninguna movilización ante las equivocadas acciones de políticas públicas que ejecuta el gobierno de izquierda.
2. Mientras los socialistas incitaban el debate y, simultáneamente la movilización callejera, actualmente las fuerzas de la derecha democrática, enfatizan en la denuncia desde el Congreso Nacional, dada por el jefe de la bancada nacionalista, sin el apoyo de instancias ciudadanas o de la sociedad civil que las acompañen públicamente.
3. Mientras que los socialistas utilizaban el paro nacional como mecanismo de presión popular, la derecha democrática le teme y no lo consideran viable como táctica de resistencia democrática. Sencillamente porque no cuenta con un frente nacional de resistencia popular democrático.
4. Mientras que los socialistas lograron la cooptación de organizaciones campesinas, indígenas, ambientales y de estudiantes, que apoyaban al Partido Libre y demandaban cambio en el rumbo de la economía el modelo económico neoliberal, hoy por hoy, las organizaciones sociales están pasivas y distantes de la derecha democrática y sus partidos políticos asociados.

He señalado algunas comparaciones claves con la finalidad de poner en el tapete de la reflexión, la debilidad política que tiene la derecha democrática para hacerle frente a los socialistas, quienes sí han sabido y saben lo que se necesita para conquistar el poder político que, en el caso de los demócratas no socialistas, sería reconquistarlo sin tener la capacidad política para hacerlo. En este sentido, la diferencia entre el Partido Nacional y el Partido Libre, es clara. Los nacionalistas adolecen de los aliados que necesitan para reconquistar el poder, empero los socialistas, sí cuentan con el apoyo orgánico del FNRP. Además, el Partido Libre de los socialistas condena el neoliberalismo como modelo económico y proponen la refundación del Estado para cambiarlo, por su parte, el Partido Nacional de los nacionalistas no propone ningún modelo de Estado alternativo y, más bien defienden, las medidas de política económica neoliberal que han demostrado afectar a los pobres, porque el neoliberalismo como doctrina de la globalización, tiende a concentrar el capital y a aumentar la desigualdad social.

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