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Ningún antídoto mejor contra las turbulencias que una victoria en la Liga de Campeones. A eso se aferran el París Saint-Germain y el Bayern de Múnich, rivales este martes en octavos de final, para enderezar el rumbo de dos gigantes que transitan por terreno pedregoso.
Mientras los germanos parecen haber encontrado el terreno de la calma, que Europa puede apuntalar, los franceses están en el peor momento de la temporada y cuentan con la casi segura ausencia de su gran estrella, Kylian Mbappé.