Por: Ivonne Tábora*
Las redes sociales, esas benditas herramientas tecnológicas que han venido a trastocar casi todo en nuestro entorno, los negocios, la educación, la comunicación, y por supuesto las relaciones amorosas.
La tendencia actual indica que dos tercios del mundo, estarán en línea para mediados de este 2023, y el número de usuarios de redes sociales será aproximadamente, de un 60% de la población mundial, lo que significa que la tecnología conectada, ya es parte de la vida de la mayoría de las personas.
Por ello es que ahora es normal conocer personas y entablar relaciones con este tipo de tecnología, pues existen varias aplicaciones o apps, que usan algoritmos que son específicamente creados para encontrar supuestamente esa media naranja o el amor de tu vida.
Es así como, al zambullirse en estas aplicaciones, aparecen cientos de personas afines, con tus mismos gustos, de todos los colores, tamaños, profesiones, etc., listos para interactuar, lo cual no critico, porque la tecnología está para ayudarnos y facilitarnos muchas cosas.
La realidad es que, gracias a la inmediatez de la comunicación en las redes sociales, podemos lograr acercamientos, ya sea con una videollamada, un WhatsApp, un mensaje de voz, e ineludiblemente las relaciones de pareja se ven beneficiadas, ya que en el pasado, todo era más lento, por medio de cartas y luego llamadas telefónicas.
Pero, así como las redes sociales tienen su lado positivo, también creo que hay que ser cautelosos, porque se pueden tornar un peligro o volverse en nuestra contra, dependiendo el uso que les demos, pues los algoritmos o multiobjetivos son creados por científicos tecnológicos, y lo que buscan es acercar personas o usuarios de acuerdo al perfil que crean, con la información que se provee.
Muchos tenemos nuestras reservas en este tema de buscar pareja a través de una app, no hay que olvidar que el amor es lo más importante en cualquier sociedad y es una condición humana muy grande, por ello es utilizado para fines comerciales.
La necesidad de afecto, o la misma soledad están llevando a muchas personas a recurrir a estas herramientas, sin entender que no es lo mismo platicar cara a cara con una persona, que utilizar una app, y no pretendo satanizar las redes sociales o las aplicaciones dedicadas al ligue, sin embargo, pienso que hay que ser muy cuidadosos.
Sobre el tema hay muchas opiniones encontradas, hay quienes aseguran que es una pérdida de tiempo, algunos millennials con los que he conversado sobre el tema, cuentan historias de terror vividas, y es que los estudios dicen que una buena parte de las parejas ahora se conocen por medio de las redes sociales, pero irónicamente, esta es una generación, que cada vez más, está sola.
Pese a todo, algunas parejas sí han encontrado a su amor ideal y se han casado inclusive, pues el funcionamiento de las apps de citas, establece un vínculo inmediato, ¡pero ojo! Aquí también es mucho más fácil mentir, fingir, bloquear, borrar y despreciar.
Vienen acompañadas de variedad y novedad, porque con un solo movimiento se puede deslizar y obtener más opciones, los americanos lo llaman “the next best thing”, que significa la siguiente cosa mejor, así que, si no hubo esa química en el inicio, tienen la oportunidad de simplemente acudir a otra cita, con un swipe o toque e ir desechando a cualquier persona.
Esto demuestra que hoy en día se ha perdido la experiencia de enamorar o del romance en general, porque muchos usuarios sacan su narcisismo y al no tener enfrente a la persona, fácilmente si algo no les parece o satisface, escogen otras.
Así que, si se van a arriesgar a utilizar las redes sociales o una app para buscar pareja, no olviden analizar bien qué información van a entregar, ya que no se sabe a ciencia cierta, quién está detrás de un perfil creado, o de esa caja de cables, llamada computadora.
*Licenciada en Periodismo, relacionista pública, administradora de redes sociales.
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@IvonneTabora
