Recorriendo planicie costera de La Mosquitia hondureña

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19 de febrero de 2023
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12:17 am
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Recorriendo planicie costera de La Mosquitia hondureña

Fredis Mateo Aguilar Herrera

Impresionante recorrer el sureste de la planicie costera de emersión de La Mosquitia hondureña, desde la cabecera departamental de Puerto Lempira, Gracias a Dios hasta el caserío de Rus Rus, fronterizo con la República de Nicaragua. En las cercanías de Puerto Lempira, la planicie experimenta mucha deforestación a consecuencia de quemas frecuentes y una histórica tala local, que explica la escasez de Pinus caribaea, ralas palmas de tike, árboles de nance, entre otras especies arbustivas propias de la sabana, abundancia de gramínea natural y desaparición de zonas pantanosas y algunas corrientes de agua superficial a efecto del crecimiento de la ciudad.

Sus suelos rojizos compuestos de arena, grava y arcilla, son pobres en nutrientes y por tanto no aptos para el desarrollo de cultivos a medida se avanza, aumenta la elevación, se entremezclan espesos bosques de especie Pinus oocarpa, roble, bosque seco, bosque latifoliado o de galería en las riberas de las corrientes de agua, sotobosque y otras especies endémicas. En estos bosques existen diferentes especies faunísticas como tigrillos, puma u ocelote, panteras, iguanas, entre otras, propios de este hábitat.

La topografía de la planicie varía desde llana a levemente ondulada a menos de 300 m.s.n.m. En esta sabana son frecuentes los incendios en cualquier época del año. Las plántulas de pino son sensibles al fuego, sin embargo, árboles jóvenes pueden soportar el fuego de poca intensidad. El fuego es controlado con rondas o barreras artificiales por guardabosques de Afecodefor. Pese a cierta conservación forestal, en el transcurso del viaje encontramos varias rastras cargadas de madera de color, lo que indica que se está explotando irracionalmente el bosque.

Los ríos y criques, se mantienen bien conservados, sus aguas cristalinas son de gran atracción y sus lechos rocosos están compuestos de grava, arena y arcilla. En esta región del país se da un clima de sabana, que, durante el transcurso del año, la temperatura generalmente varía de 24 °C a 31 °C y rara vez baja a menos de 22 °C o sube a más de 33 °C. Hay una marcada estación seca entre los meses de febrero a mayo y la estación lluviosa los demás meses del año.

En el recorrido por el área de influencia de la carretera principal de terracería, apenas logré ver el caserío de Sirsirtara, cercano al río de su mismo nombre en donde se observa marcada la pista de aterrizaje que fue utilizada en el conflicto armado por disputas territoriales entre Honduras y Nicaragua, llevado a cabo en Mocorón en 1957, lugar en el cual existe un monumento histórico en alusión a la defensa de la soberanía. Con buen tino los caseríos fueron asentados en la planicies aluviales o vegas de los ríos, en busca de suelos fértiles, agua y mejores temperaturas.

Posteriormente pasamos muy cerca del caserío de Mavita, en donde hay un santuario de guaras, parte de la avifauna de este ecosistema y representativa a nivel nacional.

A una distancia de 160 km de Puerto Lempira, por fin llegamos a nuestro destino de Rus Rus, donde se localiza una reserva biológica y río con el mismo nombre de este lugar. Este río afluente del río Coco o Segovia, se encuentra muy conservado y se atraviesa por un puente de infraestructura con bases o columnas de concreto, tablero enmaderado y cables de acero, construido en 1970 con apoyo de ingenieros de los Estados Unidos de América. Rus Rus está asentado en parte la planicie a una altitud de 300 m.s.n.m.

En este centro poblado hay alrededor de 25 típicas casas de madera construidas sobre polines y en cual viven aproximadamente 200 habitantes y en sus patios es común ver pequeños huertos de yuca, chile, tomate, pepino, rábano, zanahoria. En este lugar hay campo de fútbol, kínder, escuela, un centro de salud y un pequeño hospital con servicios de cirugía, instalado por un grupo de misioneros estadounidenses y radicados ahí, junto a unas tres familias de médicos y pilotos, para atenderles en materia de salud, compartir con su cultura y su exuberante vegetación.

Las vegas de los ríos son tierras comunitarias, en las que cultivan yuca, plátano, filipita, arroz, frijol, cacao, mismos que son para subsistencia y comercio a pequeña escala. Las mujeres trabajan junto a los hombres en el campo. Varias personas que andábamos en esta misión de campo, tuvimos la iniciativa de comprar algo de la producción y por tal motivo una señora, tomó su guapota o machete, nos llevó a sus parcelas de cultivo en las vegas del río de propiedad colectiva. Por supuesto los costos de estos productos agrícolas son el 50% menor que el mercado de Puerto Lempira. Una vez estando en el lugar, se le preguntó a la señora que nos guiaba ¿cuánto era la cantidad de tierra cultivada por familia? y a lo cual respondió “que el que más trabaja hace una hectárea y el que menos trabajaba “solo labra una tarea” … dejando sin comprensión a los que preguntaban… de nuevo alguien la interrogó a ¿cuánto equivale una tarea?… y contestó “que era igual a cuatro veinticinco”, puesto que una hectárea era igual cuatro tareas. Dicho de manera matemática, una tarea es igual 0.25 de hectárea.

De regreso a Rus Rus nos desviamos al caserío de Suhi a una distancia de 130 km de Puerto de Lempira. Suhi es un poblado con más de 120 viviendas y aproximadamente 700 habitantes asentado en la terraza aluvial del río Coco o Segovia, límite fronterizo con Nicaragua. Este río es navegable en pipantes y antes se practicaba placeres auríferos o extracción artesanal de oro y actualmente es utilizado para pesca. También se cultiva a mayor escala coco, sandía, filipita, cacao, plátano, caña de azúcar, banano, arroz, maíz, frijoles, yuca. Predomina vegetación de sabana y bosque de galería.

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