Talentosas abuelas cumplen su sueño de ser pintoras
María Alma acompañada de la pintora Keyla Morel durante una de sus exposiciones.
La edad no es una limitante para comenzar a luchar por un sueño y eso es precisamente lo que han demostrado dos talentosas capitalinas de 75 y 86 años de edad, respectivamente, que, decididas a desarrollarse como artistas del pincel, han aprovechado su tiempo libre para recibir clases en la Academia de Arte Keyla Morel.
Ambas son dedicadas alumnas de la reconocida pintora Keyla Morel -quien las describe como un ejemplo a seguir- ya que, con pincel y lienzo en mano, siguen al pie de la letra las instrucciones de su maestra, haciendo cada ejercicio con esmero.
Lesly Iselda Cadalso
La pasión por el arte que desde su juventud sintió Lesly Iselda Cadalso Moncada, la motivó a recibir clases de pintura hace nueve años y aunque la falta de tiempo y un problema de salud la hizo interrumpir su formación artística, hoy, a sus 75 años de edad, disfruta plenamente del talento que Dios le dio.
Cadalso recuerda que “en el año 2014 fui alumna del pintor acuarelista Ulises Rivera, pero por un problema médico, túnel carpiano de ambas manos, tuve que operarme y me impidió continuar con las clases”.
La novel artista cuenta que, a pesar de los obstáculos, “retomé mi formación en la pintura en la Academia de Arte de Keyla Morel, en mayo 2021 aproximadamente”, luego que su hija la motivara a inscribirse en las clases que ofrece Morel.
Cadalso nació en Choluteca el 21 de noviembre de 1947, es secretaria comercial, sin embargo, la carrera más valiosa de su vida ha sido la de madre y esposa a tiempo completo. “Estoy casada desde hace 55 años con el arquitecto José Luis Ulloa, tengo tres hijos, un varón y dos mujeres que me han dado ocho nietos, todos maravillosos”, expresa con una sonrisa.
En los últimos tres años, Cadalso ha logrado crear más de 30 cuadros y según explica, viene de una familia de artistas, entre estos el poeta Eliseo Pérez Cadalso, músicos y compositores.
“Creo que nací amando el arte, en todas sus manifestaciones, incluso me casé con un artista. Admiro la obra de Ulises Rivera y de Keyla Morel, que han sido mis maestros, considero que ambos son excelentes”, asegura.
Lesly, quien es un valioso ejemplo de perseverancia, confiesa que “mi mayor sueño como pintora es crear obras que llenen todas mis expectativas, con formas y colores armoniosos y bellos que deleiten al observador y transmitan lo que mi alma quiere expresar”.
María Alma López
Igual que le ocurrió a Cadalso, la secretaria comercial María Alma López viuda de Ayestas tampoco tuvo tiempo para echar a volar su talento por el arte, pues se dedicó en cuerpo y alma a su familia.
Hoy, sin embargo, a sus 86 años, ha iniciado la aventura de crecer como artista, disfrutando plenamente con cada paisaje o bodegón que va creando a pinceladas, sobre todo con acrílicos.
López manifiesta que “mi hija identificó en mí la habilidad de dibujar y pintar, y buscó varias opciones donde yo pudiera aprender técnicas”, por lo que me inscribió en las clases virtuales de la Academia de Arte Keyla Morel.
María Alma nació en Tegucigalpa el 14 de marzo de 1937, y aunque su talento para el dibujo la hizo merecedora de una beca de estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes, cuenta que “lastimosamente no pude concluir”.
A esta abnegada madre le tocó trabajar duro para sacar adelante a sus hijos, Suyapa y Franklin, junto a su esposo, Jorge Ramiro Ayestas Rosales, lo que le impidió dedicarse a la pintura por falta de tiempo, explica.
Actualmente, dice estar “en un momento de mi vida donde disfruto todo el tiempo disponible que tengo para dibujar y pintar”.
Hasta la fecha, López ha pintado unos 50 cuadros a lo largo de seis años que tiene de estudiar en la academia y ha realizado exposiciones en el Salón de Banco Atlántida, en el 2020, en Chiminike en el 2022 y en una galería en la ciudad de New York, en octubre de ese mismo año.
La pintora recuerda que “ya casi tengo seis años de estar en esta actividad en la academia, y en pandemia recibí mis clases de manera virtual vía Zoom”, sin embargo, en la actualidad “he regresado a presencial y a compartir con mis compañeritos de todas las edades”.
“Como sueño, me siento realizada pintando, nunca me imaginé estar, a mi edad, haciendo lo que hago y que se valore mi trabajo…. Quiero seguir disfrutando por el tiempo que Dios me permita seguir pintando y que me siga permitiendo tener mis manos y mente bien para hacerlo”, comenta López, con esperanza.
