A propósito del basural lanzado –como desahogo de atragantados, durante este proceso de elección de la CSJ– para atascar los tragantes por donde se evacuan las aguas lluvias de una conversación razonable, un amigo lector remite el siguiente comentario atribuido a Umberto Eco: “Hoy las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas, que primero hablaban solo en un bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos rápidamente eran silenciados, pero ahora tienen el mismo derecho de hablar que un Premio Nobel. Es la invasión de los imbéciles”. Respecto a los bellísimos versos recogidos en el editorial, de la poeta nicaragüense que quitaron la nacionalidad, un lector reenvía un tuit del izquierdista presidente chileno: “Un abrazo fraterno a Gioconda, Sergio, Sofía, Carlos y a todos a quien Ortega ha pretendido despojarlos de su nacionalidad nicaragüense. No sabe el dictador que la patria se lleva en el corazón y en los actos y no se priva por decreto. No están solos”.
“Me caso con esa primera frase –escribe otra amiga lectora sobre este preámbulo de un editorial: ‘Con todo respeto a los que no leen, pero, a ver si vamos entendiéndonos con los lectores inteligentes’”. “Y lo peor –continúa diciendo– es que son tantos y se reproducen por las redes que no hay manera de atajarlos”. Es un frente muy amplio como bien dijo Cabral que “solamente le tenía miedo a los pendejos”. Un día le preguntaron ¿por qué? Y respondió: “Porque son muchos”. “No hay forma de cubrir semejante frente”. “Y por temprano que te levantes, a donde vayas, ya está lleno de pendejos”. “Y son peligrosos porque, al ser mayoría, eligen hasta los gobiernos”. “Y sobre lo de Nicaragua, qué poema más conmovedor; en el destierro es que se repara que la patria lo es todo”. “Gracias presidente, por ayudarnos a llegar a esa conclusión en medio de este concierto de idiotas”. Ese editorial lo titulamos “Soñadores”. La contribución de una empresaria amiga: “Dicen que soñar es una utopía, pero la utopía es la inteligencia de los sueños”. Joan Manuel Serrat dice: “La utopía significa el sueño colectivo y si este sueño no existe, la gente se desmigaja, se encierra en células y se vuelve más egoísta y depredadora”. “Sin utopías viven a merced de lo que el poder decida imponer en cada momento”. “Estás en sus manos”. Otros se atreven a decir: “Creemos en la utopía, porque la realidad nos parece increíble”. “Gracias por cultivarnos, y estimularnos a hacerlo”. Otro amigo empresario fundador del colectivo: “Qué paz y armonía encontramos tan temprano hoy”. “Iniciamos semana como soñadores, esperanzados en que los destructores se tranquilicen y permitan que los sueños se cumplan, aunque sea solo un día”.
Anécdota de ayer –escribe otra buena amiga: “Mamá, mi profesora cada vez que habla de política y del partido me pregunta a mí y yo le digo; mi mamá es la que sabe”. “Mi hijo regresó ayer, con esta pregunta que hizo la maestra para una clase (una de las seis que debía responder un entrevistado por cada alumno): ¿Cree usted que los partidos políticos principales cumplen su papel de desarrollar una sociedad completamente justa, ello es, tomando el pensamiento de Platón que, para que una sociedad sea justa, aquellos dotados de sabiduría son los que deben ser líderes de nuestra nación?”. “Solo pensé ¿si hubo pregunta parecida de los examinadores de la Junta Nominadora a sus evaluados?”. (Le mandan a Winston y al Sisimite un cuento con moraleja: “Si recoges 100 hormigas negras y 100 hormigas rojas y las pones en un jarro de vidrio nada pasará. Pero si tomas el jarro, lo sacudes violentamente y lo dejas en la mesa, las hormigas comenzarán a matarse entre sí. Las rojas creen que las negras son las enemigas mientras que las negras creen que las rojas son las enemigas cuando el verdadero enemigo es la persona que sacudió el jarro”. “Lo mismo ocurre en la sociedad: hombres versus mujeres, izquierda vs. derecha, rico vs. pobre, fe vs. ciencia, joven vs. viejo, etc.”. “Antes de ponernos a pelear entre nosotros debemos preguntarnos, ¿quién sacudió el jarro?”).
