“RECORDANDO al viejo que decía “mi información no la obtuve en la peatonal” –escribe un buen amigo– pero ahora la confirmo; no hay duda que “el milagrito” de la estabilidad judicial que el país requiere y además le otorga una generosa cuota al partido, que nadie más hubiera podido conseguir”. Otro lector: “Sus editoriales son escuelas de aprendizaje. Un recuerdo de las escuelas de la antigua Grecia, a interacción y los diálogos; ejercicio de los criterios filosóficos con énfasis en la razón, en oposición a los sentidos o las emociones”. “Heráclito –por ejemplo– “Todo fluye, nada permanece”. Y uno de Aristóteles: “Reyes y gobernantes no son los que llevan cetro son los que saben mandar”. Un buen amigo –de mente inteligente y talentosa– que madruga a leer los editoriales: “Hoy si metió en problemas a los miembros del colectivo”. “Hoy, todo el día, no hago nada sin preguntarme ¿si estoy de mono organillero o si soy la mente inteligente y talentosa?”. “Lo que me faltaba, que el tal chucho pariente de Churchill me ponga a dudar ahora”. ”Unos días soñamos que Honduras va a salir y dejamos a los hijos un gran país pero otros nos sentimos intelectuales nicaragüenses desconsolados”. “Y aunque “los sueños, sueños son”, la realidad es que siempre la lucha es por esa libertad ya que sin ella no somos nada”.
Pasando al otro tema. Ahora es que varios gobiernos se pelean el honor de conceder la nacionalidad a los nicaragüenses que por decreto fueron despojados de ella por el régimen sandinista. Los españoles fueron los primeros en ofrecérsela, ya que muchos de ellos se encuentran viviendo allá su destierro. El chileno se apresuró a ofrecérselas por medio de un Twitter. “No sabe el dictador que la patria se lleva en el corazón y en los actos, y no se priva por decreto. “Un abrazo fraterno a Gioconda (Belli), Sergio (Ramírez), Sofía (Montenegro), Carlos (Fernando Chamorro) y a todos quienes Ortega ha pretendido despojarlos de su nacionalidad nicaragüense”. ¡No están solos!”. Después del encuentro en Madrid, con la presencia del expresidente del Gobierno de España Felipe González y el exjefe de Estado colombiano Juan Manuel Santos, el canciller colombiano, con todo y papel sellado en la mano, daba las buenas: “Ayer, en Madrid, España, interpretando la solidaridad del país todo y el sentimiento del presidente Gustavo Petro, ofrecí la nacionalidad colombiana al político, intelectual y escritor nicaragüense Sergio Ramírez (…) Emocionado, Sergio Ramírez la aceptó agradecido. Colombia libre y democrática lo abraza y le da la bienvenida a su segunda patria”.
Después de varios días de guardar silencio –incluso sacudiéndose el bulto de la interrogante comprometedora formulada por un periodista en una de sus mañaneras– al fin, siguiendo los pasos ya tomados por España, Chile, Colombia y Argentina, AMLO manifiesta: “Asilo, nacionalidad, lo que ellos quieran –dijo en su habitual rueda de prensa– agregando que si es posible dialogar ¿por qué no dialogan?”. (Vaya salida feliz, como si los opositores presos y desterrados la tuviesen facilito para cómodamente platicar con la dictadura). El canciller hondureño, en visita oficial a España, acompañando a la Presidenta, expresó que el gobierno “no se cierra a dar nacionalidad a nicaragüenses, pero habría que analizar, si lo piden, caso por caso”. Así como va la procesión, de varios feligreses sumándose al piadoso desfile, los hermanos nicaragüenses, a quienes abusivamente despojaron de su nacionalidad, podrían acabar siendo ciudadanos nacionalizados de toda la región iberoamericana. (El gesto amable de este colectivo es que muchos ojos lectores buscan hacerle la rebusca de frases a Winston y al Sisimite menos pesada. “Las masas nunca han sentido sed por la verdad. Se alejan de los hechos que no les gustan y adoran los errores que les enamoran. Quien sepa engañarlas será fácilmente su dueño; quien intente desengañarlas será siempre su víctima”. -Gustave Le Bon en Psicología de las Masas).
