“Las ciencias son el origen primero de todo bien”
Por: Marco Tulio Medina*
Las ciencias como actividades excelsas de las sociedades humanas fueron motivo de profundo análisis por parte del Sabio José Cecilio Díaz del Valle y el título de este escrito proviene de su pluma, donde resalta su importancia.
El 21 de junio de 1829, Valle en su escrito sobre “La Memoria de la Educación”, cuyo texto luego fue publicado por Antonio R. Vallejo en 1892, manifestaba que “no hay en las sociedades políticas uno solo (de los bienes) que no emane de ellas”… de las ciencias.
Junto a mi distinguido amigo el pensador hondureño Segisfredo Infante analizamos el interés de Valle por las ciencias. En agosto de 1827 Valle recibió un diploma como miembro de una las más importantes sociedades académicas de París, expresando su gratitud y compromiso por ese galardón, pero advirtiendo que “las ciencias que trabajan para hacer feliz al género humano, no pueden existir sino en estados regidos por gobiernos justos, protectores de los derechos que tiene el hombre para pensar y mejorar su ser…”. Esta última acotación de Valle, nos hace meditar en la necesidad imperiosa que nuestro país genere un ambiente proclive para el desarrollo de las mismas y no como un discurso vano.
Las ciencias pueden crecer en cualquier ámbito para resolver los múltiples problemas que nos aquejan, para responder a múltiples preguntas cuya respuesta desconocemos, para fomentar el desarrollo sostenible de nuestra sociedad, entre otros.
En una reflexión hecha por miembros de la Academia Nacional de Ciencias de Honduras se evidenció el limitado número de académicos dedicados a la investigación científica en los diferentes campos del conocimiento en nuestro país, aunado al limitado apoyo moral y económico del Estado hondureño.
Pocos centros académicos promueven las ciencias, y dentro de ellos, la Universidad Nacional Autónoma de Honduras se ha dado a la tarea de elevar su nivel científico, liderado ⁶sobre todo por el arduo trabajo de sus investigadores, quienes con el acompañamiento internacional han generado nuevos descubrimientos de interés nacional y global.
La tarea de promover las ciencias en Honduras es sin duda difícil, pero no imposible, para la creación de una masa crítica de intelectuales e investigadores tan necesitados para el desarrollo de nuestra patria y alcanzar con ello los bienes para que nuestra sociedad sea próspera y equitativa.
*Miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Honduras.
