¿EN LO ORDINARIO?

ZV
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27 de febrero de 2023
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12:06 am
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¿EN LO ORDINARIO?

EN artículo reciente, el Sisimite repite una frase tomada de una conversación de la película Amor y Letras: “Cualquier cosa estúpida que hice, fue por confusión, no por malicia”. “A Phoebe –escribe un buen amigo que escuchó decir a su mascota– eso que dice el Sisimite le recuerda el principio de Hanlon: No atribuyas a la maldad lo que se explica adecuadamente por la estupidez”. Algunas frases de estímulo: “De verdad que hay dos cosas que hago en la mañana: 1. Leer el evangelio del día, y 2. Leer sus editoriales” –escribe una de ellas–. “Gracias, porque la lectura, me ha obligado a leer e investigar más, porque no quiero ser monito cilindrero”. Estos editoriales son –manifiesta otra amiga– sin duda, un reto no solo a leer, sino que también con ojos de mientras leemos, vamos pensando”. Postalita de uno de los miembros a los otros afiliados del colectivo: “Le dije a mi hijo: Vos te vas a casar con la mujer que yo elija”. -Él dijo: “¡No!”. -Le dije: “Ella, es la hija de Bill Gates”. -Él dijo: “… ¡Ok!”. Llamé a Bill Gates y le dije: “Quiero que tu hija se case con mi hijo”. -Bill Gates dijo: “¡No!”. -Le dije a Bill Gates: “Mi hijo es el CEO del Banco Mundial”. -Bill Gates dijo “… Ok”. -Llamé al presidente del Banco Mundial y le pregunté si podía hacer de mi hijo CEO del BM. -Él dijo: “No”. -Le dije: “Mi hijo es el yerno de Bill Gates”. -Él dijo: “Ok”. (Conclusión: Así exactamente es como funciona la política…).

Otro relato: “Un maquinista sobresalía con su traje de lino, mancuernillas brillantes, zapatos de charol y su atrevido quepí mientras esperaba en la estación que terminara de entrar la gente”. “Cada pasajero que entraba al tren recibía un caluroso recibimiento del tan flamante personaje para luego ocupar su asiento en el fondo del pasillo del pesado transporte”. “Los saludos eran recíprocos, calurosos, cordiales, pero sobre todo respetuosos”. “Finalmente arrancaron y aquella masa de acero se puso en marcha”. “Mientras se acercaban a su destino el maquinista advirtió que algo andaba mal en el sistema de frenos y se dirigió a los pasajeros manifestándoles que se mantuvieran en sus asientos con sus cinturones abrochados”. “Todo había cambiado; la algarabía y la emoción de un viaje rutinario cualquiera, ahora daban un giro hacia lo incierto”. “Algunos le gritaban al conductor: Lo más probable es que no te preocupaste por revisar la máquina antes de salir”. “Ahora por tu culpa todos estamos en peligro”. “Debiste, irresponsable, hacer que lo revisaran antes de salir de la estación”. “Otros, –tomando del repertorio de basura utilizado en redes sociales– proferían vulgares improperios”. “Moraleja: Nadie puede dar las cosas por sentado. Y no todo cambio equivale a mejoría. Nunca las cosas se mantendrán igual para ti por tiempo indefinido ya que en un santiamén todo puede cambiar”.

Otro lector con su anécdota: “Mucha gente encuentra condiciones extraordinarias en lo ordinario, y la razón de ello es la ilusión de sentir, que se es alguien, de gente ordinaria”. (Igual a tantos legos que creen saberlo todo, de todo opinan estupideces, pretendiendo disimular su ignorancia, y no saben nada. “Por más que la mona se vista de seda mona se queda”). “En los años 70, la UNAH organizó un viaje a USSR con varios maestros miembros del frente revolucionario de aquel entonces”. “Estando allá, al finalizar las plenarias, les dijeron si preferían, visitar el ballet o el circo ruso”. “Casi en coro –viéndose las caras de aquiescencia colectiva– escogieron la segunda opción”. “Una sonrisa de sorna disimulada de los rusos fue, quizás, la expresión más cortés, a la selección de los visitantes”. “Claro, la gran diferencia de la cultura allá y la de acá. Allá valoran lo que educa aquí lo que divierte”. “Al que le gusta el chicharrón, al ver el chancho suspira”. (Afiliados al colectivo le mandan a Winston y al Sisimite imágenes con frases célebres: “El hombre es tan egoísta que es necesario hablarle de una recompensa en la otra vida, para que haga el bien en esta”. (Walter Waeny). “Los hombres sabios son educados por la razón, los de poco entendimiento por la experiencia, los ignorantes por la religión y las bestias por la naturaleza”. (Marco Tulio Cicerón). “No soy frágil como una flor, soy frágil como una bomba”. Y una última: “Muchas personas son lo bastante educadas como para no hablar con la boca llena, pero no les preocupa hacerlo con la cabeza vacía”. Orson Welles).

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