Entre la basura sobreviven decenas de recolectores

Lo que para unos puede ser basura, para otras personas puede ser un tesoro, ya que de la basura sobreviven decenas de familias, por medio de la recolección de botellas de plástico, aluminio, hierro, tapones, cartón y otros materiales reciclables que después son vendidos a los centros de reciclaje.

“Recolectamos todos estos materiales y los vendemos a empresas de reciclaje más cercanas, no es mucho lo que nos pagan, pero para vivir el día a día nos ayuda mucho”, relató Jaime Rueda, recolector de basura del crematorio en San Marcos de Colón, Choluteca.

Familias enteras viven de la basura, sin distinciones de edad o género, entre ellos también se encuentran niños que viven, comen, duermen y juegan entre la basura haciendo eso parte de sus vidas.

Son muchas familias las que viven de lo que encuentran en la basura ya que no tienen otra salida, este es el único lugar donde encontrarán algo para comer o llevar, describe el entrevistado.

A pesar del ambiente difícil en el que viven estas personas es la única alternativa que tienen para salir adelante y darles alimentos a sus familiares, entre la basura también pueden encontrar cosas con un poco más de valor, como ser: ropa, zapatos, cobijas, colchones, electrodomésticos, muebles, camas y muchas cosas más que las personas desechan.

Al no tener un trabajo estable, las personas de muy bajos recursos económicos están obligadas a dedicarse a almacenar residuos desechables para poder venderlos, “en algunos casos solo nos dan un lempira por la libra de hierro, nosotros por necesidad seguimos recolectando, para darles de comer, aunque sea solo un tiempo a nuestros hijos”, expresó el recogedor de basura.

Cabe mencionar que todas estas personas están expuestas a muchos peligros, tales como, enfermarse por la falta de higiene o por contagiarse de algo, por herirse con desechos de jeringas.

“Nos hemos cortado con vidrios, una vez hasta me corté la pierna con desechos de un servicio, pero aquí estamos tratando de sobrevivir todos los días”, nos contaba don Jaime.

Así es como viven el día a día estás personas recolectoras de basura, esperando encontrar entre los desechos, comida o cosas que les puedan servir, ellos no tienen hora de entrada, ni mucho menos de salida, su única prioridad es recoger para poder vender y entre más recolectan desechos, más sustento pueden llevar a sus hogares.