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Nery Alexis Gaitán
En todo el proceso del trabajo sobre sí mismo, nos vamos haciendo conscientes de ciertos aspectos de la realidad que antes nos eran desconocidos. Al ir eliminando el pecado nuestra conciencia se va despertando, de esa forma vamos experimentando, de primera mano, los grandes misterios de la vida y de la muerte. Así comprendemos las diferentes dimensiones que componen la realidad, el discurrir del tiempo, el propósito de la existencia, etc.
Es muy importante saber, mis queridos lectores y cordiales lectoras, que existe el desdoblamiento astral y que es una función natural de la conciencia. El desdoblamiento astral consiste en que, al dormir, queramos o no, el alma sale de nuestro cuerpo. Pero el alma no sale desnuda, va en su propio cuerpo, el cuerpo astral. Se llama así porque puede recorrer grandes distancias hasta más allá de los astros. El cuerpo astral queda unido al cuerpo físico por medio del cordón de plata, que se rompe únicamente cuando la persona muere; jamás se rompe en el desdoblamiento astral, así que no representa ningún peligro para el alma. Además, el cuerpo astral regresa al cuerpo físico cuando lo desea.
Al dormir, en la cama reposan el cuerpo físico y el cuerpo vital o aura, que es el encargado de restaurarle las energías al cuerpo físico. Para que este proceso pueda llevarse a cabo el alma debe salir del cuerpo físico con el cuerpo astral. Van a la quinta dimensión que es donde pertenece el cuerpo astral.
Es imprescindible saber que existen varias dimensiones a las cuales tiene acceso todo nuestro Ser. La quinta dimensión es la región astral, es la dimensión de la eternidad, del eterno ahora, donde no hay pasado ni futuro, todo se confluye en un instante presente. A esta dimensión pertenece el cuerpo astral. Es por eso que cuando soñamos diversos aspectos de la realidad, al volver al mundo físico, o sea la tercera dimensión, lo soñado puede ubicarse en el pasado, el presente o en un posible futuro en nuestra realidad.
Al dormir, nos desdoblamos en cuerpo astral y vamos a la quinta dimensión, que es similar a la tercera dimensión, en donde vivimos con nuestro cuerpo físico. En la quinta dimensión, donde también hay edificios, avenidas, parques, etc., desafortunadamente andamos nuestra conciencia dormida y no nos damos cuenta que estamos desdoblados en cuerpo astral y, por lo general, hacemos las mismas cosas que realizamos durante el día. Trabajamos, estudiamos, nos divertimos con los amigos… Y como el alma anda atrapada en el ego, también cometemos los mismos errores que hacemos en el mundo físico.
Es imprescindible, en todo desarrollo espiritual, aprender a andar conscientes en cuerpo astral. La importancia radica en que el alma recibe instrucción espiritual de parte de nuestros padres divinos y demás maestros de sabiduría; y al recibir la instrucción conscientemente la aplicamos en la vida diaria y en nuestro proceso personal de desarrollo espiritual. Además, en esta dimensión tiene su sede el tribunal de la justicia divina, y si andamos conscientes podemos ir a arreglar nuestros negocios con los jueces del karma. Es decir, negociar los pecados que tenemos, comprometiéndonos a pagar con buenas obras.
Pero como jamás nos preguntamos si estamos en cuerpo físico o en cuerpo astral, en la noche, al desdoblarnos, seguimos completamente dormidos y continuamos haciendo nuestras actividades cotidianas como autómatas. Lo que hacemos es soñar, andamos soñando aquí en el mundo físico, y también vamos a soñar a la región astral. Necesitamos despertar conscientemente en cuerpo astral, así vamos a dejar de soñar y tendremos visiones, que son enseñanzas conscientes que recibimos en el mundo astral.
Práctica 1: Hay que aplicar la Clave de Sol, para darnos cuenta de lo que estamos pensando, sintiendo y haciendo. A ello hay que agregarle el Recuerdo de Sí, o sea preguntarnos dónde estamos, por qué estamos haciendo esto o lo otro; y, sobre todo, tratar de discernir si estamos en cuerpo físico o en cuerpo astral. Recalco, debemos aplicar el Recuerdo de Sí, que consiste en acordarnos de nosotros mismos. En todo momento debemos estar conscientes de lo que estamos haciendo.
