Informe del Gobernador Nicolás Bográn sobre Quimistán, 1862.

ZV
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4 de marzo de 2023
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12:21 am
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Victoriano Castellanos, Presidente de Honduras 1862.

Reflexiones sobre el atraso de los pueblos

Ismael Zepeda Ordóñez

Durante el siglo XIX fue una práctica de la administración gubernamental publicar los informes de los Jefes Políticos y Gobernadores Departamentales en el Diario Oficial La Gaceta. Tal práctica nos permite observar el crecimiento o estancamiento de los pueblos, así como novedades de obras públicas y sucesos importantes en su vida cotidiana. En el siglo 20, y con la circulación de periódicos y semanarios, impulsados por la sociedad mercantil La Prensa Popular, en las principales ciudades se encuentran muchos informes de las actividades de los gobiernos locales, porque al aumentar las Secretarías de Estados informes importantes eran anexados en su memoria ante el Congreso Nacional en los primeros dos meses de cada año. Un ejercicio importante de investigación puede ser la compilación de esos informes departamentales durante varios años con el objeto de apreciar la evolución económica, política y social de las ciudades y pueblos. El Gobernador, por varios años, de Santa Bárbara el general Saturnino Bográn nos ofrece una visión del año 1862: “Sello, Intendencia y Gobernación Política de Santa Bárbara. Quimistán, 27 de marzo de 1862. Señor Ministro General del Supremo Gobierno del Estado. Cumpliendo con la orden suprema que usted se sirvió comunicarme con fecha 1º. del corriente, paso a informarle el estado de este departamento. Orden Público: En todos estos pueblos se disfruta de una completa tranquilidad, y aun en los aciagos días de los mayores conflictos que tuvieron lugar a consecuencia del suceso del 11 de enero en todo el Estado, se logró que aquí no se alterase de una manera notable. Los pueblos, la milicia y los propietarios no han sufrido ninguna penalidad, porque no ha habido reclutas, tránsito de tropas, ni exacciones pecuniarias. Progreso: No se advierte ni moral ni material, porque no hay agricultura, no hay comercio, no hay industria, ni vías de fácil comunicación. Los pueblos apenas producen lo muy necesario para su consumo, y en la actualidad carecen de medios de subsistencia, porque las grandes avenidas de los ríos y torrentes que causó la tempestad que aquí se sintió en los días 20, 21, 22 y 23 de octubre último, destruyó las fincas y sementeras, arrollando los depósitos de maíces ya cosechados, y anegando los que estaban por cosecharse, al mismo tiempo que los ganados que se encontraron al alcance de dichas avenidas. La única obra pública que se ha concluido en el presente año es la portada de la parroquia de Santa Bárbara, que en el pasado de 1860 principió aquel vecindario a esfuerzo del presbítero señor don Rafael Tijerino, cura a la sazón de aquel beneficio. Instrucción Pública: En la ciudad de Santa Bárbara hay un establecimiento sostenido por las rentas del Estado y al cuidado de aquella municipalidad, en el cual se dan las clases de gramática latina y castellana y de aritmética y moral. Los alumnos de dicho establecimiento prometen alguna esperanza para el porvenir. En las diez y siete (17) municipalidades del departamento siempre se han mantenido escuelas de primeras letras, lo mismo que en la mayor parte de los demás pueblos y pequeñas reducciones, pero son muy insignificantes los adelantamientos de la juventud que concurre a dichas escuelas; porque regularmente están muy mal servidas por la escasez de buenos Preceptores, y de fondo como porque las referidas municipalidades confundiendo a los hombres de aptitudes y moralidad con los que carecen de una y otra cualidad, contratan y colocan de maestros a los que les ofrecen servir por el precio más barato; de donde se sigue que a pesar de los muchos años que tienen de asistencia las referidas escuelas son muy raros los que en ellas han aprendido siguiera leer y escribir.

Señor Ministro: a lo expuesto limito este informe porque ya lo tengo dado con la posible extensión en la estadística que como Gobernador de este Departamento levanté en el año de 1860, y aún se comenzó a publicar en La Gaceta Oficial. Si tengo tiempo ofrezco a Vuestra Merced levantarla de nuevo en un solo cuerpo y ponerla a su disposición del Supremo Gobierno. Yo no me atrevo Señor a indicar las causas que influyen en el atraso de estos pueblos ni las medidas de removerlas, porque yo todo lo atribuyó a la falta de civilización, y es porque creo que el progreso moral está tan estrechamente enlazado con el progreso material, que el uno no se puede adelantar sin la concurrencia del otro. Es recomendable la índole, genio y carácter de los habitantes de este departamento, pero a pesar de sus bellas disposiciones naturales, las costumbres se relajan a pasos agigantados, porque la administración de justicia ha perdido su rigor. Los reos de delitos leves sufren la pena que les impone la ley, pero los reos de delitos graves conservan la impunidad de sus crímenes, sino por la impericia, por la negligencia de las autoridades encargadas de castigarlos. En toda buena legislación el magistrado se cuida de no caer en los extremos, que no padezca el inocente ni que el culpable se quede sin castigo, pero entre nosotros esta regla no siempre es observada. Ruego al señor ministro se sirva elevar al conocimiento del señor vicepresidente cuanto dejo relacionado y al mismo tiempo admitir la sinceridad del aprecio con que lo distingue su obediente servidor. (f) Saturnino Bográn”.

NOTAS:
1. Documentos de Legajos del año 1862. ANH
2. Antúnez Castillo, Rubén. (1967) El Matrimonio Bográn -Morejón, II Tomos. Talleres de la Editora Nacional. Tegucigalpa.

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