Plan de respuesta a emergencia en instituciones universitarias en Honduras
Por: Fredis Mateo Aguilar Herrera
Ante el incremento de amenazas tanto naturales, como de influencia humana en todo el territorio hondureño y consecuentemente las instituciones universitarias no escapan de esta realidad adversa que puede venir afectar de un momento a otro a miles de personas concentradas en sus instalaciones físicas y por consiguiente se hace necesario que las universidades, cuenten con su respectiva planificación para ofrecer cierta seguridad institucional a corto, mediano y largo plazo, con el propósito de preparar, mitigar, prevenir, dar respuesta y recuperarse en el campo de las contingencias y atender de manera certera sus consecuencias. La propuesta de un plan de respuesta a emergencia en instituciones universitarias, debe orientarse fundamentalmente a proteger la vida de las personas y los bienes materiales, culturales e informáticos.
Entre los objetivos de este plan, es necesario: conocer el ciclo de los desastres, en sus diferentes etapas y fases, motivar a la comunidad universitaria a participar y responsabilizarse por la organización y ejecución de un plan de respuesta a emergencias, detectar los riesgos y amenazas potenciales que presenta el edificio universitario y su entorno, identificar los recursos disponibles en el centro universitario para atender emergencias, preparar a la comunidad educativa para responder en forma adecuada ante una situación de emergencia, capacitar a la comunidad educativa sobre evacuaciones parciales y totales del edificio educativo, realizando las simulaciones y simulacros de evacuación, estimular la transmisión de conocimientos a los hogares de los estudiantes y maestros e involucrar a la comunidad en general en las actividades de prevención, mitigación, preparación, atención, rehabilitación y reconstrucción en caso de desastres y por consiguiente crear una cultura en todas las esferas sociales.
Los criterios prioritarios de un plan de respuesta a emergencia en instituciones universitarias, son los siguientes: salvaguardar la vida humana en peligro por emergencia de distintas amenazas, gestionar y proveer los suministros de agua potable para consumo humano para evitar epidemias, cuidar los elementos que tengan mayor impacto socioeconómico, proteger los elementos que por su ubicación estratégica puedan poner en peligro la vida o bienes de terceros y los elementos que por su utilización son necesarios para garantizar cualquier otro servicio humano.
El plan de respuesta a emergencia en instituciones universitarias, debe partir de un diagnóstico que incorpore la visión, misión, objetivos, normativa, organigrama, manejo de la comunicación en materia de gestión de riesgo de desastres, levantamiento de planes internos de emergencia, evacuación, protección, vulnerabilidad, seguridad, salud ocupacional y otros. Asimismo, se debe hacer una evaluación del funcionamiento de la infraestructura institucional, en relación a su ubicación, identificación de válvulas principales de agua, subestaciones eléctricas, hidratantes, alarmas y altoparlantes, extintores en buen estado, salidas de emergencia, planos de accesibilidad, rutas de escape, mapeo de rutas de evacuación y zonas seguras, áreas restringidas, ubicación e identificación de materiales peligrosos, sistemas de información y comunicación, recurso humano capacitado con competencias para atender emergencias, recursos financieros y logísticos.
Una vez disponiendo del diagnóstico institucional, se procede al establecimiento de la estructura organizativa de la respuesta, es decir la forma como funcionará la misma en articulación con otros entes y organismos de socorro del Estado, responsables de la prevención de riesgos. Esta base organizativa para dar respuesta se va ampliando, según la intensidad de la emergencia y por tanto se pueden conformar comisiones o brigadas de primeros auxilios, seguridad, evacuación, albergues, salud, logística, ambiental, etc.
Cada una de estas brigadas o comisiones, serán responsables de atender o dar respuesta a situaciones de salud, recuperación de condiciones ambientales, gestionar albergues, brindar primeros auxilios a damnificados, proporcionar logística y establecer señalización de rutas de evacuación.
También es importante, tomar en consideración la revisión de los distintos reglamentos que norman las funciones de la administración, docencia, investigación y extensión, y verificar si el plan estratégico de la universidad, contempla en sus articulados, mandatos o normativas, la gestión de riesgos ante situaciones de emergencia.
Por último, se propone establecer protocolos institucionales de actuación en caso de respuesta a emergencia, con el propósito de agilizar los mecanismos de intervención.
En resumen, para dar respuesta a cualquier escenario de emergencia institucional es clave disponer de una planificación, organización definida, capacitación de recursos y tomar las decisiones de manera preventiva.
Por tanto, es de vital importancia que la educación superior universitaria, transversalice este tipo de temática en la formación académica y profesional, pero que no solamente un contenido meramente descriptivo en su currículo, sino que se convierta en cultura de vida y para la vida. Por tal razón, urge que las instituciones universitarias, mancomunen sus esfuerzos para echar andar este tipo de proyectos en materia de gestión de riesgos de desastres, mismos que pueden venir a minimizar los peligros en sus recintos universitarios y de la sociedad en general, mediante sus enseñanzas y prácticas.