Por: Blanca Moreno*
“Cuanto mayor es el poder, más peligroso es el abuso”. Edmund Burke. Escritor inglés. (1729- 1797).
La pandemia de coronavirus y la publicitada “negociación” del Poder Judicial (2023/30) nos demostraron que Honduras sigue un patrón de abusos sin principio ni fin.
“…La pandemia puso en evidencia la impunidad con la que actúan los corruptos y corruptores. Compras amañadas, fraudes, comisiones bajo la mesa y muertes que se pudieron evitar, si los hospitales hubiesen estado equipados.
La corrupción no es privativa de ningún país. Pero en algunos es una utopía de ilusiones eternas pensar en su final”.
Lo anterior lo escribimos en el año 2021 para una publicación italiana. La citamos solo para ilustrar que estos vicios no son nuevos.
Fue un sueño creer en una integración de la Corte Suprema de Justicia, con méritos profesionales. Pero “dádivas quebrantan piedras” y deshacen grasas de cualquier género.
La historia nos enseña que el que tiene más poder, es capaz de realizar las más grandes injusticias.
Un escritor relató que entre los siglos XIX y XX, un gobernador departamental confiscó la casa de su familia en la vieja Juticalpa. Con su hermana Lalita que “cojeaba” de una pierna, merodeaba la residencia donde quedó una reliquia familiar, parte del despojo (“un reloj de pared francés).
Un pariente de esa autoridad justifica que la confiscación fue cobro de una vieja deuda. Resulta que el padre de Froylán Turcios entró en sociedad con un latifundista para vender vino a granel. Pero los odres en mal estado echaron a perder el producto que se convirtió en vinagre. Envalentonado por el poder conferido, se quedó con el bien inmueble y el menaje de su exsocio.
Muchos años después la viuda del abusivo gobernador montó un negocio de abarrotes. La tienda fue saqueada y la señora fue “ahorcada” en la sala de ventas.
-Será que esos genes se mutan?
Hace poco una viuda fue obligada a vender su casa campestre a “precio de gallo muerto”. Le advirtieron que no tenía otra salida, porque no había pagado impuestos.
También un gerente de la actual administración cobró una vieja deuda, de las prestaciones de un empleado, hijo de su deudor.
Todo esto nos recuerda las “cuentas de Garrison”: te pago 75 pesos, me debes 18 de una montura, suma 20 de un alambre de púas; 26 del alquiler de tu champa en mis terrenos; unos “guineos” que le dimos “fiados” a tu señora. Lo que te hace falta lo arreglamos el otro mes.
Garrison es una derivación de “García and Son”, sociedad que perteneció al legendario Manuel García, quien adquirió fortuna haciendo cuentas “chuecas” en El Progreso, Yoro. Otros decían que era “empautado”.
Nos llena de esperanza -en medio de tanta desesperanza y confusión- que el rector de la Universidad Privada José Cecilio Del Valle, Julio Raudales, otorgue un doctorado Honoris Causa en humanidades al estudioso e investigador académico, Joaquín Mejía.
No todo está perdido… mientras existan personas que buscan la excelencia encima de la mediocridad.
-¿Honduras navega como un barco a la deriva?
Rotundamente sí! Navega en un pantano de arenas movedizas donde cocodrilos son alimentados de la mano de un vaquero vengativo que se apresta a cobrar “cuajos” y pagar viejas deudas a Venezuela.
Que Dios proteja a Honduras!
*Periodista. Alfabetizadora de Adultos