Los principales responsables de la “izquierda” hondureña en el poder

ZV
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18 de marzo de 2023
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12:05 am
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Por: Carlos G. Cálix*

¿Yani Rosenthal, Nasry Asfura y Salvador Nasralla son los principales responsables de la “izquierda” hondureña en el poder? Cada uno con una cuota de responsabilidad diferenciada. Yani Rosenthal por no haber emprendido una estrategia inteligente. Nasry Asfura por no desmarcarse a tiempo de quienes le hicieron daño a su propio partido y, Salvador Nasralla por haberse puesto el sombrero equivocado y apoyar una alianza diametralmente opuesta a sus principios. Los tres en su conjunto por no liderar una fuerte y vencedora coalición de centroderecha. Pero, la vida dentro de su brevedad como diría Séneca, brinda otras oportunidades para reflexionar y hacer lo correcto.

Para su reflexión; Yani Rosenthal con ese 10% de votos obtenidos en las elecciones generales podría hacer una introspección. Debería de comprender que tuvo que contratar mejores asesores políticos. Uno de esos asesores debió diseñarle una campaña titulada: “Una segunda oportunidad”, aprovechando el comentario a su favor que Juan Sikaffy hizo a la cadena de noticias France24: “Todo mundo tiene derecho a una segunda oportunidad”. Con su usual camisa blanca tenía que pararse frente a las cámaras y decirle a la gente “Todos tenemos derecho a una segunda oportunidad”. Tenía que explicarles a los electores que no fue un error el que cometió. Debió mostrar verdadero arrepentimiento al aceptar que la justicia hace su trabajo y que en ese entonces era un hombre en proceso de renovación como muchos que merecen una segunda oportunidad. Es obvio que Rosenthal no era Mandela quien estuvo encarcelado por razones distintas y tras veintisiete años se convirtió en el presidente de Sudáfrica.

Para su reflexión, Nasry Asfura tenía una mágica e interesante oportunidad. Un partido estructuralmente fuerte. El apoyo financiero, su gestión como alcalde del Distrito Central y su popularidad a nivel nacional. Pero, ¿en qué falló? Primero, durante su gestión edilicia no emprendió una eficiente auditoría a la administración precedente. Segundo, no tomó las riendas del Comité Central del Partido Nacional y no se apartó de quienes estaban vinculados a presuntos actos de corrupción y otros ilícitos. Su campaña en el último mes fue inapropiada. Hablaba del socialismo y del autoritarismo mientras el presidente de Honduras firmaba acuerdos con el de Nicaragua al mismo tiempo en que el V-Dem Institute categorizaba a Honduras como una autocracia electoral. A la pregunta ¿dónde está el dinero? Debió responder con sus obras efectuadas en la capital y que gobernaría con responsabilidad desde dos perspectivas: bajo una gestión que cuidaría el dinero y mediante el manejo de la economía responsable. Procurando un Estado eficiente. Es obvio que Asfura no es Macri quien con una estupenda campaña pasó de intendente de Buenos Aires a presidente de la Argentina.

Para su reflexión; Salvador Nasralla nunca debió efectuar la alianza con Libre. Tenía que liderar una coalición de centroderecha y atraer el voto independiente. Su problema ahora es que forma parte del Ejecutivo. De hecho, durante 2022 en el libro “La señora Presidenta”, pregunté: “¿qué podría pasar con el designado presidencial si mantiene el sombrero equivocado? Quizá, tres posibles escenarios: 1. Dimitir al no estar de acuerdo con las medidas que quiera implantar Castro 2. Aguantar por un tiempo, haciéndose de la vista gorda con la idea de volver a lanzarse como candidato presidencial 3. Simplemente asegurar su vejez como exdesignado”. En 2023 la segunda opción toma mayor fuerza, pero esta vez parece que usará el sombrero adecuado, aunque es obvio que Nasralla no es Zelenski quien pasó del cine y la televisión a la presidencia de Ucrania.

Para hacer lo correcto, Rosenthal debe interpretar las lecciones de la vida y, si no colabora realmente con una eficiente reestructuración del partido y retoma el liberalismo clásico, las bases comenzarán a pedir que se haga a un costado y que dimita de la presidencia del Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal. En referencia a Asfura, tendrá que iniciar un proceso de renovación y depuración de muchos de los dirigentes, identificar sucesores idóneos y hacer que su partido se mueva un poco más hacia la derecha. Por su parte, Nasralla debe hacer uso de esas capacidades que usualmente menciona, demostrar astucia y actuar con la paciencia de una cobra. Los tres por separado deben reorganizar sus fuerzas políticas, los tres en conjunto deberán pensar en una gran coalición de centroderecha. Con un líder de siempre o con uno nuevo que tenga el coraje de enfrentar la descendencia y las acciones de la dirigencia de Libre. La nueva responsabilidad es evitar que se consoliden en el poder e impedir que le nazcan más cabezas al dragón. ¡Tenemos los medios para superarlos!

*direccion@macrodato.com Carlos G. Cálix es Profesor del Doctorado en Dirección Empresarial-UNAH. Posdoctorado por el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Sur IIESS-CONICET. www.carlosgcalix.com

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