CAFICULTURA

ZV
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19 de marzo de 2023
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12:29 am
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CADA cierto tiempo se realizan, en diferentes países incluyendo a Honduras, cumbres internacionales sobre el cultivo, calidad, comercialización y sostenibilidad del café, pues tal es la relevancia que este rubro económico tropical ha venido adquiriendo en el curso de las décadas, por el mero hecho de tratarse de un postre inevitable en las mesas de los países desarrollados, y porque además coadyuva en tratamientos de ciertas enfermedades, exceptuando los problemas derivados de la hipertensión arterial.

Ningún restaurante de aceptable calidad, o de nivel medio, puede darse el falso lujo de ignorar en su menú la oferta de una buena taza de café en las más variadas formas y sabores, mezclado con nuevos postres, al grado que en fechas recientes ha aparecido la profesión de los “baristas”, es decir, expertos en catar y preparar las diversas modalidades del café, desde los gustos más refinados hasta el que nada sabe de esta gastronomía.

El gobierno reformista de Marco Aurelio Soto y Ramón Rosa intentó, en el último cuarto del siglo diecinueve, insertar a Honduras en el mercado mundial mediante la producción y exportación de café. Pero el proyecto terminó frustrado por causa del tradicionalismo monocultivista y por los escasos productores dedicados a este rubro en aquella época, retornando al viejo y conocido renglón de la minería, aunque con mayores niveles tecnológicos que en la época colonial. De hecho en nuestro país comenzó a respirarse un auge cafetalero exportador hasta en la década del setenta del siglo veinte, aun cuando las cafeterías locales proliferaban desde mucho antes.

Resulta más que importante destacar el tema de la caficultura local, en manos catrachas, por tratarse de un producto nada tradicional que ha alcanzado modernizarse en algunas subregiones y ha logrado captar divisas como pocos productos agroindustriales, además de ser fuente de empleos estacionarios; o sea itinerantes. Sin embargo, debe aclararse que existe una fuerte competencia con otros países de ambos hemisferios, incluido Vietnam. También debe lucharse cada año contra las plagas que atacan las plantaciones de café; contra los desórdenes climáticos y sortear las dificultades concomitantes al transporte y a la escasez de mano de obra joven por motivos que hemos señalado en otros momentos.

Un motivo histórico que podemos añadir, es que desde hace varios siglos las cafeterías han sido centros de reunión espontánea de pensadores, científicos, artistas, “revolucionarios”, periodistas, diplomáticos, civilistas, “cuentacuentos” y del simple ciudadano de la calle. Principalmente en Europa y más tarde en Estados Unidos y en países de América Latina. En cierto modo el café vino a suplantar el gusto por el té, bajo el pretexto que es un postre que orienta a dialogar con los amigos y conocidos.

A comienzos del siglo veinte se afirmaba que la “mejor hora” de la ciencia médica europea, o cuando menos española, se localizaba en las cafeterías de la “Puerta del Sol” en Madrid, en donde el científico don Santiago Ramón y Cajal conversaba con los amigos, sus discípulos y “con Dios mismo”, según se decía en aquel tiempo. Pero además aquellas cafeterías eran el centro de reunión de los más importantes literatos hispanoamericanos. No digamos en París, Berlín, Roma, Zúrich o Londres, en cuyos bares y cafés se reunían los más renombrados científicos, artistas y filósofos.

Honduras, a pesar del atascamiento histórico, contó con insignes cafeterías casi en el mismo nivel que las de los europeos, sobre todo en Tegucigalpa. Podríamos mencionar las siguientes: “La Víctor”, “El Jardín de Italia”, “La Gran Vía”, “Marbella”, “Bric-Brac”, “Los Arcos” y otras. Pero lo más importante es que hoy en día la caficultura hondureña se ha convertido en un negocio de exportación con grandes expectativas, lo cual permite destacar que sin exportaciones de alto nivel cualquier sociedad se muere. Luego sería trágico que nuestro hermoso país desapareciera de las coordenadas principales por falta de exportaciones competitivas insertadas en el mercado mundial.

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