Caso Ana Hernández: Trascienden “chats”: Con arma en la cabeza amenazó suicidarse
Un giro inesperado daría el caso de la muerte violenta de Ana Lizeth Hernández Cantillano (33), al trascender varios mensajes privados y personales, enviados a través de una red social, donde la ahora occisa supuestamente amenaza con suicidarse por problemas pasionales con su marido, un oficial del Ejército, principal sospechoso del sonado suceso.
Ana Lizeth fue localizada muerta de un disparo en la cabeza, el 19 de marzo, al interior de su casa, ubicada en la colonia Villa Foresta, de Comayagüela, periferia sur capitalina.
Tras la misteriosa muerte fue su pareja sentimental quien reportó su muerte como un suicidio. Pero la familia de Ana Lizeth, desde el día de su muerte sospecha a que el mayor de artillería de las Fuerzas Armadas (FF. AA.), Allan Antonio Franco Méndez, es el responsable de su muerte, mediante asesinato pasional.
MENSAJES
Sin embargo, el jueves anterior, a través de la red social de WhatsApp, trascendieron una serie de capturas de pantalla de los mensajes privados en distintos grupos de difusión.
“No volver a saber de mí va a ser su regalo”, señala uno de los mensajes, supuestamente enviados por Ana Lizeth a su compañero marital, Franco Méndez.
Según uno de los “chats”, la joven amenazó con quitarse la vida, porque se lee un primer mensaje: “Ahorita mismo me voy a pegar un tiro en la cabeza”. Y hay otros supuestos mensajes que presuntamente fueron enviados por Ana Lizeth a Franco Méndez, el 19 de marzo del presente año, mismo día que fue localizada ya muerta.
En una de las capturas de pantalla se puede ver a la mujer sosteniendo un arma y apuntando a su cabeza, vistiendo una sudadera “moteada” con tonos negros, beige y blanco y el cabello amarrado.
Con esa misma vestimenta fue localizada ya muerta Ana Lizeth, presentando un disparo en la sien derecha.
En esas mismas capturas están registradas una llamada perdida y un audio de voz, enviados por Ana Lizeth a Franco Méndez, según lo informado.
EL ARMA
En la escena del crimen se decomisó, el día de los hechos, el arma de fuego supuestamente usada y será sometida a análisis en busca de huellas y otro tipo de elementos que ayuden a esclarecer la muerte de Ana Lizeth Hernández Cantillano.
Con los resultados y pericias policiales se determinará si la muchacha se quitó la vida o es parte de un plan elaborado rigurosamente para esconder que la fémina murió a manos de otra persona.
El caso se ha vuelto viral y de alto impacto, porque todavía al cuerpo de la fémina no se le ha practicado una autopsia médico legal-forense, debido a que empleados del Ministerio Público (MP) y de Medicina Forense se encuentran en paro de labores, exigiendo reajuste salarial.
Por su parte, el principal sospechoso de un presunto crimen, el mayor de artillería, Allan Antonio Franco Méndez, permanece detenido por portación ilegal de armas, ya que en la vivienda se encontraron cargadores de fusil y pistolas automáticas, proyectiles, casquillos de bala y granadas de fragmentación trifásica.
Mediante comunicado del jueves 23 de marzo pasado, el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas informó que ha puesto al oficial a disposición de las autoridades pertinentes para que de forma objetiva determinen su grado de responsabilidad en el hecho.
La familia de la occisa sostiene que el oficial es el principal sospechoso de la muerte de la joven, a quien afirman la sometía a actos de violencia y sumisión. (JGZ)
