Mandataria Castro: Pide asumir con firmeza tarea de construir la paz, la transformación y autodeterminación de los pueblos

La Presidenta de Honduras, Xiomara Castro, en su mensaje en la XXVIII Cumbre Iberoamericana de jefas y jefes de Estado y de Gobierno, que se celebra en República Dominicana, hizo un llamado a asumir con firmeza la tarea de construir la paz, la transformación y el respeto a la autodeterminación de los pueblos.

Igualmente, la única mujer Presidenta que estuvo presente en este encuentro, pidió un fin a “la “inmisericorde sobreexplotación de nuestros recursos naturales, que se desbastan en nombre de libre comercio y una falsa y deteriorada democracia liberal”.

Asimismo, declaró que estos países no pueden seguir endeudados, ni mucho menos “sometidos a la presión de camisas de fuerza fiscales”.

“Tampoco”, añadió, “se podría entender que quienes sabotean nuestras propuestas se aferran descaradamente a sostener sus privilegios con un aparato en redes y mediático que opera las 24 horas del día, esparciendo calumnias y fake news”.

La mandataria hondureña pidió el fin de los bloqueos contra Venezuela, Nicaragua y Cuba.

Castro Sarmiento comenzó su mensaje agradeciendo, en nombre de la resistencia hondureña, por el apoyo solidario que recibió la pareja presidencial por parte de muchos gobiernos -especialmente de República Dominicana- tras el golpe de Estado del 2009.

“Asisto con renovado optimismo a esta cumbre iberoamericana inspirada en el beneficio de nuestros pueblos, y consciente que estamos redoblando esfuerzos a partir de la pandemia, en los temas como seguridad, cambio climático, comercio y relaciones internacionales que sinceramente se han complicado más especialmente por la guerra de Ucrania”, dijo.

Cuestionó el movimiento de capitales especulativos a nivel internacional que se vincula al lavado de activos del crimen organizado.

“Este circula como la sangre en todo el sistema. Y no podemos desconocer el papel vergonzoso de los poderes fácticos y sus amenazas permanentes de gestionar sanciones absurdas para nuestros países, si no obedecemos sus recetas, entonces se planifican bloqueos y golpes de Estado”, subrayó.

Respecto al capitalismo, la Presidenta de la República expuso que este flagelo “está vigente en su etapa más cruel del neoliberalismo privatizador, que provoca enormes movimientos de protesta, de pueblos que no pueden aceptar el destino fatal de la explotación y la miseria a que están sometidos”.

“Esta cumbre”, ahondó la mandataria, “no tendría mayor trascendencia si no somos capaces de asumir con entereza estas realidades y adoptar decisiones que busquen soluciones reales para nuestros pueblos”.

“La humanidad está en riesgo, queremos ser parte de aquellos que buscan la solución, no de los que atizan la hoguera de la guerra: Es fundamental que nos convirtamos en artífices de la paz, y la transformación social, tiene que ser ya y ahora”.

Pidió a los países enfrentar con firmeza otros problemas que agobian a los pueblos como la migración, seguridad alimentaria, cambio climático.

“Debemos combatir un mundo en el que lamentablemente todavía existe la piratería, que nos imponen con las mal llamadas “ciudades modelo” zonas de desarrollo, ZEDE, exoneradas de impuestos, que no son más que una expresión de robo de una manera cínica y desvergonzada”, refirió.

Castro, rechazó con contundencia el fascismo y su derivado el racismo que “se ha vuelto la forma más terrible de discriminación que, afecta con más dureza a los pobres y a las mujeres”. La Presidenta de los hondureños también se refirió al papel de los organismos internacionales de financiamiento.

“Las recetas que nos aplican”, expresó, “muchas de ellas son inaceptables, incluso para los países que las elaboran”.

“Si no se nos respeta y esas imposiciones no cambian, no podemos aspirar a ser países desarrollados con bienestar para la población. Es necesario fortalecer instancias de decisión política y de integración”, reflexionó.

“Hoy día, cada vez que intentamos aliviar la carga del hambre, la miseria y el desempleo, se disparan las alarmas del sistema financiero para llamarnos populistas y comunistas”.

La gobernante hondureña destacó en su discurso la situación difícil que en todos los aspectos heredó su gobierno -corrupción, narcotráfico, crimen organizado- y expresó que sigue empeñada en desmontar “todo ese vil aparato”.

“Y esta no es una tarea fácil, porque, destruyeron lo que habíamos logrado construir”.

“No podemos seguir hablando de seguridad, y de narcotráfico, mientras existe un enorme mercado de estupefacientes que no es objeto de ninguna regulación”, dijo.

“A pesar de todo esto, la aceptación y la legitimidad de mi mandato, se mantiene entre las cuatro más altas del continente, simplemente porque nuestro pueblo ha decidido confiar y tener esperanza, y eso las elites no lo pueden derrumbar, por muchos millones que mal gasten”, concluyó.