El ruso Valeri Karpin está viviendo un auténtico calvario como seleccionador de su país. La exclusión del equipo ruso debido a la intervención militar en Ucrania le ha emparejado con equipos del tercer mundo futbolístico como Kirguistán, Uzbekistán o Irak.
En realidad, Karpin nunca quiso ser seleccionador. Asumió el cargo en julio de 2021 porque no había ningún otro candidato que asumiera ese rol tras el estrepitoso fracaso en la Eurocopa.