Inversiones tecnológicas

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27 de marzo de 2023
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12:06 am
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Inversiones tecnológicas

Por: Rodolfo Dumas Castillo

El 16 de enero de este año, en este mismo espacio, comentamos sobre el lanzamiento de la plataforma de inteligencia artificial (IA) conocida como ChatGPT. Apenas han transcurrido dos meses desde esa publicación y la cantidad de empresas tecnológicas que han implementado el uso de la IA es sencillamente asombrosa. Empezando por el mismo ChatGPT que ya lanzó su cuarta versión, la que tiene capacidades vastamente superiores a la original, incluyendo la de generar texto a partir de imágenes, es decir, la plataforma puede “verlas” y crear contenidos.

Entre las compañías que han logrado una implementación más eficaz y útil, sobre todo en sus paquetes de productividad, está Microsoft que lo ha implantado en aplicaciones como Word, Excel, PowerPoint y demás a través del sistema llamado “Copilot”. La funcionalidad y agilidad que estos programas le permiten a las empresas y a los profesionales que las utilizamos es extraordinaria, incluyendo la automatización, simplificación y optimización de muchos procesos que ejecutamos a diario. Estas herramientas no solo generan contenido escrito, sino que también permiten la creación de imágenes, videos, presentaciones y aplicaciones, entre muchas otras. No se trata, como comentábamos en otros artículos, de qué estas tecnologías van a reemplazar nuestro trabajo, pero ciertamente quienes no aprendan a utilizarlas quedarán rápidamente rezagados en esta nueva era del trabajo y la creatividad.

Mientras esas tecnologías se desarrollan a toda velocidad y el resto del mundo las utiliza en todo su potencial, aquí en Honduras la digitalización, especialmente a nivel público, sigue estancada; en algunos casos inclusive ha retrocedido. Por ejemplo, en algunos juzgados y oficinas públicas algo tan rutinario y sencillo como las notificaciones, que durante la época de pandemia se realizaban vía correo electrónico, ahora se efectúan de manera presencial. Este tipo de decisiones contravienen el principio de economía procesal y representan una forma arcaica de manejar los procesos, generando atrasos innecesarios. Similarmente, mientras en el resto del mundo las gestiones empresariales y las peticiones ciudadanas se resuelven de manera casi inmediata utilizando las ventajas que ofrece la tecnología, aquí los expedientes siguen caminando a paso de tortuga, lo que debilita nuestra competitividad y disminuye las posibilidades de generar un mejor entorno de negocios e inversiones.

Esa falta de voluntad para implementar y acelerar la transformación digital en la administración pública y de que el país atraiga nuevas tecnologías está causando la pérdida de muchísimas oportunidades de inversión pues el contraste con otros países es notable. Un ejemplo de esto lo tenemos con nuestro vecino, El Salvador, donde su presidente acaba de anunciar una iniciativa de ley para suspender “todos los impuestos (sobre la renta, la propiedad, las ganancias de capital y los aranceles de importación) sobre las innovaciones tecnológicas”, incluyendo “la programación de software, la codificación, las aplicaciones y el desarrollo de IA; así como la fabricación de hardware de computación y comunicaciones”.

La decisión refleja que ese gobierno ha entendido la oportunidad histórica que ofrece el nearshoring, especialmente en esas actividades, así como la importancia de atraer empresas que trasladen al país capacidades y tecnologías modernas. Es evidente que comprenden que la corriente de relocalización se enfoca precisamente en temas técnicos y no solo en manufactura, para la que existe competencia de sobra a nivel mundial, especialmente en China que cuenta con una infraestructura y capacidad logística formidable. Entienden que no son todas las industrias las que buscan trasladarse desde Asia a nuestra región, sino que son las de mayor valor agregado (automotriz, fabricación de chips y baterías, hardware, etc.). Esas exoneraciones otorgadas en El Salvador no serán el único factor que analizará cualquier empresa que piensa invertir en la región, pero que ellos las ofrezcan y nosotros no, ya es un elemento de diferenciación sustancial. No se requiere acudir a la inteligencia artificial para entenderlo, basta un mínimo de visión.

Correo: [email protected]

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