Las consideraciones de Cohep en contra de la renta mundial
El sector privado espera llegar a un acuerdo a finales de abril, que permita mantener los privilegios fiscales en rubros prioritarios como la maquila, energía y el agro.
La contrapropuesta del sector privado a la Ley de Justicia Tributaria, que impulsa el Ejecutivo, es un rechazo a la eliminación de los privilegios fiscales y a la vez, propone reformar las leyes del Impuesto Sobre la Renta (ISR) e Impuesto Sobre Ventas (ISV).
Las “Observaciones y Comentarios del Sector Privado a los Proyectos de: Ley de Justicia Tributaria” ya están en manos de la Presidenta Xiomara Castro y hasta un cronograma de reuniones se ha programado y desde la óptica de la cúpula privada, urge llegar a un acuerdo que permita salvaguardar las inversiones y los empleos.
La reforma tributaria es un punto y aparte en materia de fiscalidad, según tributaristas, ya que cambia las reglas mediante las cuales alrededor de 503, entre personas naturales y jurídicas, han venido gozando de los incentivos fiscales desde hace siete décadas, añaden.
El anteproyecto del gobierno implica eliminar el secreto bancario y la renta territorial, y reintroducir la renta mundial, muy de moda en un 87 por ciento de las administraciones fiscales alrededor del planeta, pero que fue cesada en 2017.
En este apartado, el análisis del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) expone que la Unión Europea (UE) ha “señalado que los sistemas territoriales por sí solos no son perniciosos, sino cuando generan situaciones de no doble tributación y sugieren gravar determinadas rentas pasivas para evitar dichos efectos nocivos”.
Es claro entonces que la mayoría de los estados, aún los más desarrollados, se han ido alejando de sistemas de renta mundial, debido a que aumentan la complejidad y el costo del cumplimiento y la fiscalización de las obligaciones tributarias, y reducen la competitividad del país de cara a la atracción de inversión extranjera, complementa.
La renta mundial mediante la cual el fisco, hasta antes del 2017, podía fiscalizar las utilidades de hondureños generadas en el exterior mediante inversiones, tiene algunas desventajas, según el Cohep.
Es inconveniente, primero, porque Honduras es un país importador de capitales extranjeros, por lo que es clave proteger y aumentar la competitividad para la inversión extranjera.
Además, el costo de fiscalizar un sistema de renta mundial es considerado alto, incluso, en países desarrollados con grandes presupuestos para estos fines. Por último, Honduras no tiene una red de convenios para evitar la doble imposición, que se considera esencial para impedir situaciones de doble tributación internacional, finaliza el cuestionamiento del sector privado en cuanto a la idea de la administración tributaria de aplicar nuevamente la renta mundial. (JB)
ES CONFISCATORIO
De acuerdo al sector privado, la renta de fuente extranjera no debe ser sujeta a gravamen adicional puesto que al provenir de renta hondureña ya ha pagado sus impuestos en cada etapa del proceso impositivo. Al establecer una renta sobre ingresos de fuente extranjera se estaría volviendo a gravar con impuestos una renta que ya ha tributado, lo que es confiscatorio. En estos casos, el hecho de enviar estos ingresos (que han tributado al menos dos veces en Honduras) a otros países con fines de seguridad, organización patrimonial y empresarial de grupos regionales, no generan una situación de evasión fiscal, ni mucho menos justifica modificar el principio de renta territorial a mundial.
