Nos van a meter el gol del género

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1 de abril de 2023
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12:31 am
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Nos van a meter el gol del género

Mario E. Fumero

Es tiempo de que todos los padres de familia, maestros, pastores y sacerdotes nos alistemos para preparar la conciencia de nuestros miembros, padres y educadores para enfrentar la posible aprobación e imposición de una ley trans que comienza con la supuesta protección de las niñas que se embarazan, pero lentamente va a ir más allá, hasta lograr imponer una ideología de gustos como una norma jurídica, y llevar a nuestros hijos a la educación trans, para establecer lo anormal como normal, e invadir la intimidad de nuestros hijos violentando los derechos de los padres en la educación sexual y de valores de los menores.

Según el capítulo II la Constitución, se debe garantizar los derechos a la vida, a la salud y a la seguridad social según sección primera del artículo 12 que dice “todo ser humano tiene derecho a la vida desde el momento de su concepción. El estado protegerá este derecho mediante la adopción de las medidas que sean necesarias para que la gestación, el nacimiento y el desarrollo ulterior de la persona se realicen en condiciones compatibles con la dignidad humana”, y el artículo 211 establece que “el padre y la madre deberán criar a sus hijos con esmero; proporcionarles un hogar estable, alimentos adecuados y proveerlos de todo lo necesario para el desarrollo normal de su personalidad, hasta que cumplan su mayoría de edad”. Además, se determina que la patria potestad comprende, entre otros derechos y obligaciones, el de representar legalmente al menor; ejercer su guarda y cuidado; alimentarlo, asistirlo, educarlo, y administrar sus bienes. Por lo tanto, es un deber jurídico evitar la imposición de la llamada ideología del género.

No acabo de comprender cómo un menor de edad, sin la autorización de sus padres, puedes someterte a un tratamiento de planificación e incluso de la pastilla del día después, sin el consentimiento de estos, sin embargo, para una operación de apendicitis u otro tratamiento, así como para salir del país, sí se requiere a la firma de los padres. Tampoco me cabe en la cabeza que se implante una ideología sexual que rompe lo natural, sin el consentimiento y aprobación de los padres, no tomando en cuenta el aspecto biológico y científico de la misma.
Somos conscientes que todas estas tendencias ideológicas son impuestas por organismos internacionales, y los países pobres se ven forzados a acatarlas en vista de que necesitan la ayuda económica y las condonaciones de los entes poderosos que controlan la economía mundial. La única forma en que un país puede evadir tanta imposición es acudiendo al soberano, que es el pueblo, y someter a un plebiscito una consulta en donde la mayoría se puede expresar al respecto para determinar si acata o no la imposición internacional para implementar la ideología de género.

Se avecinan tiempos peligrosos, como dice las Sagradas Escrituras, y debemos dar una voz de alerta para que, como han hecho en otras ocasiones, los diputados no nos metan un gol en el Congreso, aprobando cosas que atentan contra nuestros valores tradiciones y principios cristianos.

Debemos respetar todas las ideologías, pero no debemos permitir que se nos imponga por la fuerza, porque cada cual tiene el derecho de tener el gusto y la idea que le plazca y les satisfaga, pero tales gustos e ideas no deben llevarnos a una dictadura ideológica, que anule el derecho a discrepar, ya que con mansedumbre y respeto debemos defender aquello que creemos, sin atentar contra el derecho de otros, porque cada cual puede hacer con su vida lo que le dé la gana, y ser como él quiera ser, ya que es un derecho del libre albedrío, pero al hacerlo, debe respetar el criterio y las creencias de otros, porque solo así podremos vivir en paz y tranquilidad a nivel social.

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