Capitales que huyen…

ZV
/
30 de abril de 2023
/
12:55 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
Capitales que huyen…

Por: Arq. Óscar Cárcamo Vindel

Reza el precepto de cierta máxima de la siguiente manera: para lograr el desarrollo económico hay que invertir, para invertir hay que atraer el capital, seducido por ambientes sociales atractivos, amigables, estables y seguros.

En tal sentido, las naciones que mayor éxito han alcanzado con un sustancial y prolongado desarrollo económico, son las que atraen mayor cantidad de flujo de la IED (Inversión Extrangera Directa). Por lo tanto, el simple análisis de la realidad histórica de las diferentes naciones del globo, nos confirma con contundencia este importante hecho de desarrollo económico. En una nación como Honduras, en donde los diferentes gobiernos nacionales, ejecutan una cuenta corriente en persistentes números rojos (gastan más dinero de lo que reciben de los contibuyentes) y se ven en consecuecia, en la obligación de sostener su economía con el apalacamineto de interminables préstamos; entonces como resultado, cada adminstación pública sucumbe en una espiral interminable de asistirse de un impagable endeudamiento.

En efecto, en un país en donde el estado enfrenta la penosa incapacidad de generar la oportuna inversión económica y por el contrario, su limitado presupuesto público, se disuelve en el gasto de una voluminosa planilla de asalariados, en el crecido servicio del pago de la deuda acumulada, la incesante falta de austeridad y la detestable corrupción; estos hechos nos sentencian, a la imposibilidad del alcanzar la implementación de políticas admisibles y tangibles para la aplicación de un eficiente esquema de desarrollo e inversión.

Entonces, frente a esta predominate incapacidad financiera, la lógica elemental nos indica que el camino a seguir, es el de explorar decididamente en las ricas naciones desarrolladas la plata con la que nosotros no contamos.

En realidad la fórmula del éxito para nuestra nación, no es para nada compleja, en vista que las condiciones necesarias están básicamente establecidas con una amplia solicitud: contamos con la muy estratégica cercanía a los mercados más grandes del mundo, enumeramos una mano de obra barata, abundante, joven, y con un justo grado de calificación.

Entonces, residimos posicionados de tal manera, que atesoramos una oportunidad única que nos brinda la presente coyuntura histórica; ser atractivos en este momento crucial, a las multinacionales que están emigrando de China a otros naciones, y que de alguna manera podemos observar cómo México, Vietnam y la India lo estan aprovechando ampliamente.

Empero con desesperanza, examinamos cómo buena parte de los ideólogos políticos, en apariencia no lo entiende con claridad, y por el cotrario su ágrio desempeño lo que consigue, es amedentrar la inversión extranjera. En tal sentido, examinemos unos cuantos ejemplos;

1. La invasión de tierras: Consentir la proliferación de los grupos de oficio, dedicados al negocio de la invasión de tierras privadas, de manera sistemática, es una inquietante forma de ahuyentar la imprescindible y necesaria inversión nacional y extranjera.

2. La toma de calles: cuando con cierto grado de disimulo el estado se manifiesta permisivo en disculpar la toma de calles con asidua recurrencia, indirectamente promueve la concepción del caos y anarquía en el país, y se envía hacia el mundo exterior un mensaje de alarma, de una nación convulsa y en desgobierno, de la que hay que desmarcarse con prudente distanciamiento.

3. La proximidad hacia la izquierda radical: Exaltar y acompañar los antivalores de los gobiernos resueltamente totalitarios, que desintegraron la democracia, y desmantelaron la propiedad privada; certifica un mensaje de inquietate sobresalto, que puede presagiar el origen de la inseguridad jurídica y económica, incitando a que los capitales se escabullan apresurasemente del país.

4. La violencia y la criminalidad: al momento que la política de estado, no esté enmarcada en la prioridad de atacar las causas y el origen de la violencia y la criminalidad, evidencia un pernicioso rezago en el desarrollo humano y nos descalifica como una nación inadmisible para el crecimeinto económico.

5. La confrontación con la economía de mercado: cuando el estado se altera con hostilidad hacia las entidades de producción privadas, con iniciativas que generen la nociva incertidumbre y especulación, los capitales en fugaz carrera huyen amedrentados, hacia las naciones promotoras de la inversión.

En conclusión, lo que vislumbramos es la tendencia a la conformación de una serie de variables que nos pueden conducir de alguna manera, hacia la configuración de una tormenta perfecta, y llegar a ser descalificados como una democracia desfigurada, en peligrosa dirección de una progresiva crisis social, política e institucional.

Estamos a tiempo para enmendar el rumbo, y realizar un cambio de timón en la dirección de las naciones exitosas que convergieron en la milagrosa fórmula del desarrollo económico; atraer los abundantes flujos de capitales de la IED, que originen un apremiante volumen de puestos de trabajo y de la conformación de valiosos activos estratégicos en nuestro suelo, como el preludio de un bienestar social generalizado y enteramente sostenible.

[email protected]

Más de Enfoques
Lo Más Visto