El cine español quiere asentar su éxito en el mercado cinematográfico de Cannes
España, invitada de honor del Mercado del Cine de Cannes, quiere aprovechar el éxito actual de su sector audiovisual para destacarse como un país donde rodar es fiscalmente atractivo y su gobierno flexible con las plataformas.
Ocupar la primera línea en el mercado audiovisual más importante del mundo (unos 12.500 profesionales) no es una simple operación de márketing, para “venderse” como destino de rodajes, sino mucho más, enfatiza Guillaume Esmiol, director general de este certamen paralelo.
“Es más bien lo contrario: son los países atractivos en términos de creatividad y de oportunidades de financiamiento los que están llamados a liderar, colaborando con otros países”, explica en entrevista telefónica con la AFP.
“Ser país de honor nos permitirá contrar con una presencia destacada de talento, profesionales y contenidos en todas las secciones del mercado”, añade mediante correo electrónico la directora general del Instituto de Cinematografía y de Artes Audiovisuales (ICAA) español, Beatriz Navas.
El año pasado el país invitado de honor fue India, que cuenta con su propio y poderoso sector cinematográfico, el conocido “Bollywood”.
– Un marco discreto –
Mucho más discreto que el bullicioso festival, que este año cumple su 76ª edición colmado de estrellas como Martin Scorsese o Pedro Almodóvar, el Mercado de Cannes transcurre entre bambalinas, no muy lejos de la famosa alfombra roja del Palacio de la Croisette.
En sus salas de reuniones y stands de exposición, los ejecutivos cierran operaciones de compra y venta de películas, derechos, producciones…
Hay también sesiones especiales de presentación de proyectos, ante un audiencia de más de 400 productores internacionales, y sesiones “rápidas” de encuentros de creadores y financiadores, en las que se aprende a “vender el producto” en cuestión de minutos.
“Nuestros profesionales cuentan con una agenda repleta. Uruguay o Nueva Zelanda han solicitado encuentros de coproducción con España”, destaca Beatriz Navas.
– La revolución de las plataformas –
El mayor mercado cinematográfico mundial se celebra en Francia, un país que mantiene una actitud particular ante las plataformas como Netflix o Disney+, con una “cronología audiovisual” que impone un lapso de tiempo entre el estreno de una película en cines comerciales y su difusión posterior en televisión.
El objetivo es apoyar a las salas de cine, para que mantengan cierta exclusividad en el estreno, y obligar a las plataformas a contribuir al esfuerzo de financiación del cine francés.
Sin embargo, España fue en 2020 el segundo país europeo en términos de largometrajes producidos, con 202 películas, por delante de Francia y detrás de Italia.
España tiene una actitud más flexible ante las plataformas. En sus cines pueden verse películas que han sido estrenadas en otros países por Netflix, y viceversa.
Las plataformas “han revolucionado el sector y han traído cambios que han podido desestabilizar el ‘status quo’ (si acaso lo ha habido en algún momento) y generado desequilibrios, pero, sin duda, también muchísimas oportunidades”, opina la directora general del ICAA.
España presentó en marzo de 2021 el plan España Hub Audiovisual Europeo, dotado con 1.600 millones de euros (unos 1.750 millones de dólares), con un horizonte hasta 2025.
Pero la financiación europea llegó a su término y está siendo renegociada, reconocen fuentes oficiales españolas.
Beatriz Navas se limita a indicar que gracias a los incentivos fiscales, “en estos momentos hay muchísimos puestos técnicos en rodajes con pleno empleo prácticamente” en suelo español.
Según la asociación ProFilm, la inversión extranjera por rodar y posproducir en España experimentó un incremento del 100% en 2021, pasando de 130 a 263 millones de euros (entre 141 y 283 millones de dólares). (AFP)
