PEDREGAL. Debido a la destrucción forestal en sus alrededores, el histórico río Talgua se ha secado y ya no hay agua ni para remedio, lamentan vecinos.
CATACAMAS, Olancho. Debido a la imparable destrucción ambiental, más las prolongadas sequías y extensos veranos, las aguas del histórico río Talgua se han perdido en medio de una terrible agonía.
Por primera vez en muchos años, los vecinos y los visitantes han tenido que presenciar este doloroso drama de ver sin una gota de agua al otrora impresionante río Talgua, ubicado en la margen izquierda de las Cuevas de Talgua, a unos 25 kilómetros al este de la ciudad de Catacamas.
Se trata de una situación triste, ya que el corte de los árboles de una de las pocas reservas forestales de esta comprensión municipal, también amenaza la belleza escénica de las Cuevas de Talgua, uno de los pocos lugares turísticos de Catacamas y el departamento de Olancho.
Advertido por unos buenos ciudadanos e ignorado por otros, incluyendo las mismas autoridades regionales y nacionales, la realidad es que los efectos de la tala criminal del bosque ya le están pasando la factura a todos.
CAE CAMPESINO TALANDO
Después de realizar patrullajes en el sector de las Cuevas y el río Talgua, un contingente del Comando de Apoyo al Manejo de Ecosistema y Ambiente, a través del Primer Batallón de Protección Ambiental de las Fuerzas Armadas (FF. AA.), requirió a un ciudadano “in fraganti”, cortando aproximadamente 291 pies tablares de madera, sin autorización.
Al momento de la captura se le decomisó una motosierra y el campesino depredador fue puesto a disposición de las autoridades competentes junto al aparato.
El informe no precisa la identidad del requerido, solo que fue puesto a disposición de la Fiscalía de turno de Catacamas, para su debido proceso, por suponerlo responsable del delito de aprovechamiento ilegal de los recursos naturales.
Pobladores señalaron que así como este caso resultaría importante que los elementos del Primer Batallón de Protección Ambiental, intensifiquen los patrullajes en defensa de los bosques, que son preciados ecosistemas para la producción de agua y diferentes especies de flora y fauna en Olancho y el resto de Honduras. (FS)
