Con detectores de metales buscan desarmar a reclusos en “El Pozo I”
El centro penitenciario de Ilama, Santa Barbara, mejor conocido como “El Pozo I”, ya fue intervenido por autoridades gubernamentales.
Autoridades de la junta interventora penitenciaria tomaron las primeras medidas para desarmar a los cabecillas y miembros de pandillas privados de libertad, al desinstalar redes de comunicación que usaban para armar reyertas carcelarias.
Actualmente, en el centro penitenciario de Ilama, Santa Bárbara, mejor conocido como “El Pozo I”, se ejecuta la denominada Operación “Refundación”.
El operativo se realiza como parte de la Intervención del Sistema Penitenciario Nacional y en cumplimiento al “Plan de Solución Contra el Crimen”, mediante el cual se busca recuperar la gobernanza y combatir la criminalidad organizada en los centros penales.
“APAGÓN”
Entre las primeras medidas para disminuir el accionar delictivo de bandas organizadas y pandilleros que guardan prisión, agentes penitenciarios y técnicos han implementado un denominado “apagón” para desactivar las intercomunicaciones realizadas desde las distintas cárceles del país.
El bloqueo de comunicaciones es para evitar que reclusos puedan comunicarse con familiares o cómplices en libertad y no puedan ordenarse más actos delictivos en nombre de esas agrupaciones delincuenciales.
Por años jefes de “maras” han ordenado una serie de crímenes desde las cárceles, entre homicidios, actos de sicariato, robos y extorsiones, según los mismos reportes policiales.
REDES DE COMUNICACIÓN
La segunda medida tomada por las autoridades penitenciarias es tratar de impedir que cabecillas de “maras” y otras bandas delincuenciales puedan intercomunicarse para organizar reyertas carcelarias simultáneas, como sucedió en días pasados, dejando como saldo varios presos muertos y heridos.
Los cuerpos policiales tienen información que al interior de los centros penitenciarios hay novedosos y modernos sistemas de comunicación alámbrica e inalámbrica, los cuales son buscados con “lupa” por agentes penitenciarios, policiales y militares.
Como tercera medida, el Instituto Nacional Penitenciario (INP), ha determinado una intervención frontal en “El Pozo I”, cárcel de máxima seguridad en la cual fue desplegado el martes pasado un contingente de unos 2,500 policías, elementos militares con helicópteros y patrullas.
La operación se realizó luego de semanas de planificación para establecer estrategias apegadas a la declaratoria de emergencia del Sistema Penitenciario Nacional hecha por la Presidenta de la República, Iris Xiomara Castro, indicó la interventora, viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva.
DETECTORES DE METALES
También, autoridades del INP, reportaron que desde el miércoles en la mañana con detectores de metales buscan armas de fuego en “El Pozo I”.
Con equipo tecnológico de alta gama, personal penitenciario especializado en la materia realiza una inspección en cada rincón de las celdas en busca de objetos metálicos, detalló la portavoz del INP, Digna Aguilar.
Entre los objetos de uso prohibido se buscan armas de fuego, armas blancas tipo cuchillo (hechizos) así como tubos y otros objetos con los que se puede provocar daños a las personas privadas de libertad.
Desde horas de la madrugada, los especialistas ingresaron a las celdas donde conviven los miembros de una estructura criminal, quienes luego que las autoridades dialogaron con ellos salieron del módulo para que se realizara la requisa. (JGZ)
