Por: Carolina Alduvín
A finales del pasado marzo se constituyó el Frente Parlamentario Multipartidario para el Fortalecimiento de la Democracia y el Estado de Derecho en Honduras, integrado por diputados de los partidos Liberal, Nacional y Salvador de Honduras. Suceso ampliamente esperanzador para los ciudadanos con vocación democrática y amantes de la libertad, quienes debemos manifestar en todas las formas posibles, nuestro apoyo contundente a su patriótico cometido; comenzando por reconocer que su decisión ha sido sabia, su declaración como defensores de los intereses de la población presente y sobre todo del porvenir de las nuevas generaciones, ante una agenda nociva impuesta desde el Ejecutivo por medio de su ilegal títere a la cabeza, irrespetando el principio constitucional consignado en el Art. 4 de la Carta Magna, que señala la forma republicana, democrática y representativa de gobierno, a ejercerse por tres poderes complementarios, independientes y sin relaciones de subordinación.
En su acta constitutiva, nos recuerdan que, como diputados, su deber promover confianza y credibilidad ante el pueblo -que somos todos, no solo los pobres- mediante la formulación y desarrollo de decisiones concretas encaminadas a fortalecer y garantizar la democracia en Honduras, amenazada por los nefastos lineamientos del Foro Sao Paulo, seguidos como catecismo por el usurpador y su familión. Su objetivo: asegurar la forma de gobierno, la alternancia en el poder y el estado de bienestar establecidos en la Constitución. Ya se anotaron un primer gran tanto, al retrasar la aprobación de una polémica ley tributaria, tal como está redactada, al no contar sus parciales con mayoría. Han forzado el debate entre todos los sectores, esperamos que se introduzcan los correctivos necesarios para que todos ganemos.
No faltan voces que advierten que el tema tributario es un gran distractor, mientras los asesores extranjeros preparan alguna triquiñuela que acelere su despropósito, para lo cual la ciudadanía y los propios parlamentarios debemos estar vigilantes, a la vez que el FPM trabaja para alcanzar, vía legislativa, el afianzamiento de un estado de bienestar colectivo, el esencial respeto a los derechos humanos de las personas honradas y trabajadoras, las libertades individuales y colectivas que aseguren la existencia de un Estado de derecho, que al ser constitucional y democrático, generen respeto y las condiciones económicas, políticas y sociales indispensables para despertar confianza en los emprendedores locales, inversionistas nacionales y extranjeros, verdaderos generadores de empleo productivo. No el burocrático con el que tanto se trafica.
El FPM nace con el deber ineludible de luchar de fortalecer a las instituciones del Estado, comenzando por la legalidad de su propia directiva, de no permitir, bajo circunstancia alguna, que la participación de sus integrantes sea tramposamente sustituida por suplentes que favorezcan alguna posición encontrada, y que se propicien soluciones efectivas, profundas e inmediatas a los problemas inmediatos que el pueblo hondureño requiere, como el acceso general a la canasta básica vía empleo y fomento a los emprendedores, facilitando los procesos para su establecimiento, seguridad y prosperidad, la debida protección a las inversiones en todas las escalas, en los ámbitos rural y urbano, de toda fuente lícita y en los rubros clave para nuestro desarrollo y competitividad en los mercados internacionales. Siguiendo un plan de nación que señale un camino claro y el fomento a la prosperidad humana, con dignidad y patriotismo.
Celebramos que, con la bandera de Honduras, antes que la de sus partidos, en lucha permanente a favor de quienes los eligieron, en base a los principios fundamentales: el poder es limitado y emana del pueblo. Como su responsabilidad histórica han asumido con determinación y se han comprometido a introducir, participar y votar por las reformas constitucionales necesarias; así como otras normas jurídicas encaminadas a luchar efectivamente contra la corrupción e impunidad, venga de donde venga. Dispuestos y organizados para defender a Honduras de cualquier intento contra la alternancia en el ejercicio poder o el rompimiento del orden constitucional. Opuestos a dictaduras e imposiciones ideológicas que mantengan al pueblo en la pobreza, indignidad y bajo el control de imitadores de nefastos regímenes como Nicaragua o Venezuela, bajo la perversidad ideológica de soluciones ficticias e intereses ajenos a la voluntad colectiva del pueblo de Honduras. Apoyemos a nuestro frente parlamentario.
