CONTRACORRIENTE: De Leviatán, al ogro filantrópico

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26 de mayo de 2023
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12:03 am
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CONTRACORRIENTE: De Leviatán, al ogro filantrópico

Por: Juan Ramón Martínez

Hobbes, no pasó por alto la maldad humana y tampoco la irracionalidad del Estado. La palabra Leviatán, como llamo a la figura surgido de la abdicación, -por impotencia de la colectividad-, en favor de un régimen específico obligaba a diseñarlo de forma tal que fuese superior y con suficiente poder para evitar que se revirtiera el “compromiso” original. Y en el que la obligación fundamental, sería la ciega obediencia de la “multitud” -al decir de Spinoza que acepta las tesis de Hobbes- y la legitimidad para usar la fuerza irracional, manteniendo la superioridad del Estado sobre la ciudadanía. Solo limitada y justificada por Spinoza, en la libertad religiosa y política; y la práctica de fórmulas de tolerancia en ciertos niveles de discusión. Que, en el curso de los últimos 300 años, han ido dándole cierta operación racional al aparato público por medio del aparecimiento de las operaciones parlamentarias, la reducción del poder de las monarquías y la eliminación de las dictaduras. Especialmente en Europa en que la revolución inglesa, sus ordenamientos constitucionales, y la Revolución francesa produjeron un nuevo orden gubernamental.

En América Latina, como efecto de la impreparación de España para construir nuevas naciones, los caudillos de la independencia fueron más figuras rígidas que poco entendieron que había que crear sociedades democráticas. Bolívar necesitó que lo detuvieran Santander, Flores, Moscoso y otros, para copiar el liberalismo francés e intentar crear palúdicas repúblicas. Democracias frágiles. Antecedentes condicionados para la erección de dictaduras interminables. México, República Dominicana, Argentina, Bolivia, Haití, Honduras, Nicaragua, Venezuela, Colombia y Chile, son espacios en donde han quedado regadas constituciones y apuñaleadas instituciones en las que, los derechos ciudadanos han sido más que otra cosa, dolorosas caricaturas. En las que la incompetencia y el autoritarismo, nos han dado como resultado, sociedades que no han podido desarrollar sus fuerzas y posibilidades económicas; y que, más bien, al crecer la población nos han dado ampliaciones dolorosas de la pobreza y el gigantismo gubernamental que Octavio Paz, llamara el “Ogro Filantrópico”. Es decir, gobiernos autoritarios, justificados en la lucha en contra de la pobreza y basados en la dependencia de los pobres, sostenidos por subsidios. Los marxistas han justificado la incompetencia y la renuncia a la dialéctica materialista, por la comodidad que da, la comprada lealtad de los pobres.

En Honduras, los políticos conservadores, solo han impuesto el orden; pero no han podido crear escenarios para que las fuerzas ciudadanas, produzcan bienes y servicios para asegurar crecientes niveles de bienestar. Y las izquierdas incompetentes, más cínicas, que anulan la fuerza e imaginación de los particulares, han impuesto un gobierno monstruoso, manipulador de las necesidades de los más pobres que han entregada sus primogenituras a cambio que el “Ogro Filantrópico” les subvenga con mezquinos subsidios, creando una existencia limitada por la obediencia y la renuncia a la criticidad. La dictadura entonces se ha vuelto populista; y, el gobierno competente productor de pobreza, sin la cual su existencia es imposible. México y Cuba, muestran con sus evidentes fracasos revolucionarios, más que debilidades de doctrinas políticas, claras evidencias de la pereza mental de los latinos que seguimos basculando entre la falsa utopía y la teoría de la pobreza, incapaces de asumir la responsabilidad por nuestras desgracias. Por ello, los sistemas educativos cojean, de la mano de gobiernos que se han reservado la calidad de ogros filantrópicos, que le exigen a los pobres, entregar su libertad a cambio de la inacción material y mental, para que dé consiguiente el Leviatán, se vea santificado por la imagen de un gobierno que asume el carácter de un padre bondadoso, distribuidor de migajas, con un discurso pretencioso que ha encontrado en Estados Unidos, la justificación de todas sus fallas e incompetencias. Perón, Vargas, Trujillo, Castro, Chávez, Maduro, Ortega, López Obrador, Zelaya han hecho del populismo una nueva excusa para darle al Leviatán latino, la apariencia de una revuelta de los pobres para recuperar su dignidad, sin levantarse de la cama. Y dar resultados, más allá de vacías excusas e innegables incompetencias. Con un marxismo sin crítica y un antiimperialismo que no tiene consistencia; y que, es usado para apuntarse, como clase política parasitaria, a los pies de las subsiguientes potencias mundiales. Para seguir como ogro feliz, a la sombra de las desgracias de un continente, sin esperanza.

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