Fenómenos meteorológicos La Niña y El Niño

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26 de mayo de 2023
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Fenómenos meteorológicos La Niña y El Niño

Por: José Rolando Sarmiento Rosales

Para que en Honduras comprendamos mejor la presencia de fenómenos meteorológicos como La Niña y El Niño y las repercusiones negativas en el clima, con afectación de más o menos lluvias y temperaturas muy calurosas, lo cual daña la producción agrícola de alimentos y la subsecuente situación de hambrunas, deslizamientos de tierras, afectación de las cuencas de aguas, la destrucción de infraestructuras por los desbordamientos de ríos como los caudalosos Ulúa y Chamelecón, y las inundaciones de tierras productivas y zonas pobladas, afectando las actividades productivas industriales, comerciales y agropecuarias, interrumpiendo la movilización de cargas y personas, con destrucción de cultivos de zonas importantes del país, como el Valle de Sula, en el departamento de Cortés, y la margen derecha del río Ulúa, donde se ubican los municipios yoreños de Santa Rita de Acacias, El Progreso y El Negrito, así como tierras del municipio de Tela, en Atlántida.

Hemos acudido a fuentes especializadas como la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la Agencia Meteorológica de Estados Unidos (NOAA), en primera instancia para conocer en qué consisten los fenómenos de La Niña y El Niño y en que época del año se presentan en el mundo. El 9 de marzo de 2023, la Agencia Meteorológica de Estados Unidos (NOAA) anunciaba el fin de La Niña tras año y medio de condicionar la climatología mundial. “El sistema océano-atmósfera del Pacífico tropical ha transicionado a neutral”, avisaba la nota de prensa. Los expertos esperan que la fase de El Niño vuelva a empezar en verano de 2023. El fenómeno de El Niño se produce a fines de diciembre (de ahí el nombre) por ser el momento del solsticio de verano en el hemisferio sur. En ese momento se produce un mayor calentamiento de los océanos al sur del ecuador, pero, además, ocurre una alteración de las corrientes de marea pasando un gran volumen de agua del hemisferio norte al hemisferio sur.

Pero ¿qué son los fenómenos de El Niño y La Niña? ¿Son importantes para todo el planeta o solo para la zona del Pacífico? Los científicos saben que los años de El Niño tienden a ser más cálidos de lo normal, y que los episodios pueden producir patrones climáticos inusuales y dramáticos en todo el mundo. Si tenemos en cuenta con fenómenos como el cambio climático y el calentamiento global, el próximo El Niño se prevé que provoque que el próximo año bata muchos récords de altas temperaturas. Los fenómenos de El Niño y La Niña suelen producirse cada dos o siete años. Mientras tanto, las temperaturas oceánicas y los patrones de precipitación se vuelven más regulares. Sin embargo, los patrones no están perfectamente claros: un El Niño fuerte no significa necesariamente que la siguiente La Niña será particularmente intensa, y viceversa.

Tanto El Niño como La Niña afectan al clima más allá de la cuenca del Pacífico. Durante los años de El Niño, por ejemplo, hay menos huracanes que cruzan el Atlántico de lo habitual, y los que lo hacen suelen ser bastante débiles. Y los patrones de lluvia cambian en todo el mundo: por ejemplo, California y el Cuerno de África se reducen, mientras que aflojan las lluvias que suelen empapar la India durante la temporada de monzones y el subcontinente indio se seca ligeramente. La otra mitad del fenómeno FEN se llama en general “La Niña”. Es básicamente lo contrario de El Niño: las temperaturas del océano a lo largo de la mitad oriental del Pacífico tropical se enfrían y esa parte del mundo se seca. El cinturón de calor y lluvia se desplaza hacia el otro lado del océano, lo que significa que Australia, Indonesia y el sureste de Asia son más húmedos y cálidos de lo habitual. Los episodios de La Niña tienden a establecerse durante más tiempo que El Niño, persistiendo entre nueve meses y dos años.

En un año normal, a medida que los vientos alisios arrastran las aguas de la superficie caliente por el sol hacia el este, alejándose del borde de América del Sur y Central, remolcan el agua fría de las profundidades, de manera que “afloran” los mares fríos y ricos en nutrientes. Los vientos alisios también suelen provocar el afloramiento de aguas profundas y frías cerca del ecuador. Durante un año normal es fresco y no demasiado lluvioso en la costa occidental de América, y cálido y húmedo en la parte occidental del Pacífico. Terminada la presencia de La Niña en marzo, se avizora la presencia de El Niño para fines del mes de diciembre, según la Organización Meteorológica Mundial. Por ello en Honduras se efectúan ya preparativos para enfrentarlo, especialmente en los 60 municipios del “Corredor Seco”.

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