Tina Turner, Simply ¡The Best!

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26 de mayo de 2023
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03:29 pm
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Tina Turner, Simply ¡The Best!

Tina Turner en uno de sus conciertos en Zurich en 2009. EFE/EPA/STEFFEN SCHMIDT

Llevaba retirada de la música desde 2009, cuando cumplió los 70 años. Poco después Tina Turner se instaló definitivamente en la ciudad suiza de Küsnacht, donde vivió gran parte de su vida, junto al productor musical alemán Erwin Bach, con el que se casó en 2013 a los 73 años (él tenía 57) tras veintisiete años de relación. Ese mismo año, Turner sufrió un derrame cerebrovascular y tres años después supo que padecía cáncer de colón.

Reconocida mundialmente como ‘Reina del Rock and Roll’, Tina Turner siempre será recordada por sus enérgicas actuaciones en vivo, sus estrafalarios atuendos, su poderío sobre el escenario, y sobre todo por su torrencial y desgarrada voz con la que levantaba estadios.

Verla en su salsa, sobre el escenario, era -y es- todo un espectáculo absolutamente imponente por la energía leonina y contagiosa que derrochaba. Turner bailaba y dominaba el escenario de punta a punta con la fiereza de la mejor rockera, una vitalidad que siempre trasmitía al público.

Turner -siempre cañera, siempre volcánica- creó una nuevo estilo de interpretar muy guerrero y potente que abrió camino e intentaron imitaron muchos artistas. El mismo Mick Jagger ha contado en muchas ocasiones que su manera de moverse en el escenario la aprendió de su gran amiga Tina Turner.

En sus más de 50 años en el mundo de la música, la cantante, compositora, y también actriz, fue reconocida mundialmente por sus impresionantes puestas en escena, donde sus canciones iban acompañadas de una espectacular manera de bailar y moverse, en las que todas las miradas iban derechas en sus poderosas e hipnóticas piernas.

A lo largo de su carrera la “Reina del Rock ‘n’ Roll”, logró más de 200 millones de discos vendidos y todo un legado reunido en 22 álbumes, 12 de estudio, 3 en directo y 7 recopilatorios. Además ocho Grammys de más de veinte nominaciones recibidas.

La artista consiguió colocar una docena de canciones en el Top 40, incluyendo éxitos como “Typical Male”, “The Best”, “Private Dancer”, “Better Be Good to Me” o What’s Love Got To Do With It.

“LA FELICIDAD NACE DE TÍ”

Tina Turner en una imagen de la exposición “Tina Turner, un viaje para el futuro” celebrada en Sao Paulo (Brasil) EFE/ Sebastiao Moreira

A pesar de su éxito profesional, su vida personal no fue fácil. “La lista de obstáculos es larga: una infancia infeliz, el abandono, un matrimonio violento, una carrera estancada, la ruina económica, la muerte prematura de miembros de mi familia y múltiples enfermedades”, contó la propia Tina en sus memorias, La felicidad nace de ti, publicadas en 2021.

Tina Turner nació como Anna Mae Bullock el 26 de noviembre de 1939 y se crio en Nutbush, Tennessee. “Me trajeron al mundo en un sótano sin ventanas relegado a la maternidad de mujeres de color en el hospital del condado. Mi madre, Zelma, era cariñosa con mi hermana, pero conmigo era distinta. Yo sabía que nunca me había querido. Esa es una carga pesada para una niña”, escribió en sus memorias.

Su madre se marchó de casa cuando ella solo tenía diez años y después hizo lo mismo su padre. Algo más tarde empezó a trabajar en casa de una familia blanca: los Henderson, a los que consideró su familia. A los 18 años era ya madre soltera de una breve relación el saxofonista Raymond Hill.

A principios de los sesenta se integró en la banda del músico, Ike Turner que supo apreciar el potencial de Tina, con el que formó el dúo Ike & Tina Turner Revue, y con quien se casó en 1962 quizás porque siempre ejerció sobre ella un excesivo control físico y psicológico.

Los éxitos comenzaron a llegar. Su volcánica y exuberante presencia sobre el escenario sorprendía como toda una bomba sexual, y negra!, algo totalmente inusual en aquellos años. Así empezó a forjar su estilo propio y original, heredado del góspel, del soul y del rock.

El fuerte de la pareja eran las actuaciones en directo, donde Tina, -según confesaría luego-, descargaba toda la rabia ante la opresión que vivía. Y ya en los setenta, Ike y Tina se convirtieron en los teloneros preferidos de las estrellas blancas del rock como los Rolling Stones, Elton John o The Who. No había mejor espectáculo que los Turner para animar a una audiencia.

En su primera autobiografía “I, Tina: My Life Story” (1986), ya confesó los abusos y el maltrato que sufrió por parte de Ike en unos años que de eso no se hablaba. Tina había aprendido a ocultar la tragedia de un horrible matrimonio. La tortura física y psicológica a la que la sometía su marido la llevó a un intento de suicidio.

LLEGAN LOS FELICES AÑOS OCHENTA

Fotografía que muestra varias instantáneas de la exposición “Tina Turner: Un viaje para el futuro” del fotógrafo Bob Gruen en el Museo de lmagen y Sonido (MIS) de Sao Paulo (Brasil). EFE/ Sebastiao Moreira

En 1978 llegó por fin el divorcio, un año en el que su vida cambia radicalmente y para bien. Pronto comienza la década de los ochenta y con ella su carrera en solitario en la que tras actualizarse musicalmente alcanza un éxito nunca visto en una mujer. Eran unos tiempos en los que el mundo del rock estaba ocupado solo por hombres pero donde Turner abrió, con su poderío y determinación, el camino para otras mujeres que reconocen haber tenido en ella el modelo de inspiración.

No cabe duda que Tina fue realmente inteligente: supo adaptarse a los nuevos tiempos y entrar en el sonido de sintetizadores de los ochenta pero sin perder la personal garra de su voz y sus volcánicas actuaciones en directo en las que parecía que todo estaba a punto explosionar cuando salía aquella ‘pantera’.

Con Let’s Stay Together (1983) vendió 8 millones de ejemplares y llenó tantos estadios que el libro Guiness de los Récord la consideró la artista con más público en sus conciertos. Siempre se recuerda el de Río de Janeiro de 1988 en el que reunió a 180.000 personas, uno de los récords más altos para una solista.

Le siguieron Private Dancer (1984), un éxito que la encumbró aún más, al que siguió Break Every Rule (1986), Foreign Affair (1989), que contenía el famosísimo Simply The Best o We Don’t Need Another Hero, un tema contra la guerra y la violencia, que apareció en la banda sonora de “Mad Max Beyond Thunderdome”, el thriller postapocalíptico protagonizado por Mel Gibson en 1985.

Convertida en todo un icono del rock, en los años noventa realizó innumerables giras por todo el mundo en las que hizo duetos con grandes estrellas incluso tuvo tiempo para lanzar la canción principal de la película “Goldeneye” (1995) de la saga de James Bond.

En 2008, tras una larga etapa de relativo silencio, una incombustible rockera de 69 años apareció en la gala de los Grammy, ofreciendo un inolvidable espectáculo en directo bailando con la fiereza de siempre junto a una joven Beyoncé. Solo un año después anunciaba su retirada y ofreció su último concierto en directo en el estadio de Sheffield en Inglaterra.

A pesar de su imagen de estrella arrebatadora, a esta mujer le toco sufrir también al final de su vida la muerte de dos de sus cuatro hijos, los dos biológicos de la artista (los otros dos, adoptados, son hijos de su exmarido Ike Turner tenidos con otra mujer). Su hijo mayor, Craig, se suicidó en 2018 a los 59 años, un golpe devastador al que vino a sumarse otro, el pasado mes de diciembre con el fallecimiento de su hijo Ronnie Turner, víctima del mismo cáncer que su madre.

Flores sobre la estrella que ocupa Tina Turner en la calle de la fama de Hollywood en Los Angeles. EFE/EPA/CAROLINE BREHMAN

Amalia González Manjavacas
EFE / Reportajes

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