Por: Horacio Ulises Barrios Solano
La muerte del Premio Álvaro Contreras, Mario Hernán Ramírez, el día 13 de abril del 2023, significa para Honduras la perdida de una leyenda viva del micrófono del cual se posesionó un 13 de abril de 1952 y consumado periodista, historiador, poeta de la segunda década del décimo y último siglo del II milenio.
Él fue mi padrino literario a quien conocí en noviembre de 1999 por una entrevista que me hizo, selectísimo amigo, correligionario y compañero. Mario Hernán nació en la ciudad de Comayagüela el 5 de marzo de 1934 y hago mío el legado de don Pedro Calderón de la Barca: “Es parentesco sin sangre una amistad verdadera” porque en más de dos décadas hubo entre nosotros ese lazo indisoluble, no obstante que fue mi padrino literario reitero, aunque no soy clarividente el desaparecimiento físico del icono de los medio de comunicación marcará un antes y un después en los medios nacionales e internacionales porque en vida un viejo lobo del periodismo, y aunque muerto vivirá en nuestro corazón.
Con nostalgia a continuación rescato la siguiente anécdota: “A la Clínica de Atención al Adulto Mayor del Seguro Social, ubicada en el Barrio Abajo, a inmediaciones del histórico parque La Concordia, asistimos las personas que hemos logrado traspasar los límites de los setenta, ochenta, noventa y más años de existencia, por lo que se ha convertido en el único punto de encuentro para saludar a uno que otro amigo o conocido de hace muchos años. Allí, precisamente nos encontramos en fecha reciente con el ilustre doctor Horacio Ulises Barrios Solano Premio Nacional de Ciencia y hombre de muy delicada estructura profesional, el que hace gala de singulares proverbios, adagios y personificación oral de los sujetos y cosas que a su brillante pensamiento llegan, cuando logra abordar a una equis o b persona, una plática o charla formal e informal, pero sí, rica en anécdotas, por lo que la misma se vuelve sumamente interesante y muy fuera de lo común”.
Mi padrino literario don Mario Hernán fue un apasionado del bardo Comayagüelense Juan Ramón Molina que el pasado 17 de abril de 2023 cumplió 148 años de haber venido al mundo y por su talento heredó del abogado Eliseo Pérez Cadalso (+) la jefatura de los famosos 13 Locos del Guanacaste. El sentimiento del ícono de los medios de comunicación nacionales e internacionales como yo le bauticé, hoy en el aprisco celestial, lo llevó a participar en conferencias nacionales e internacionales “ha participado en foros, conferencias y congresos vinculados a la radiodifusión, nacional e internacional. Pertenece y fue fundador del Colegio de Periodistas de Honduras, Asociación de Prensa Hondureña, Unión Hondureña de Locutores, Instituto Morazánico, Instituto Hondureño de Cultura Hispánica, Academia Hondureña de Geografía e Historia, Asociación Nacional de Escritores de Honduras; Sociedad Literaria de Honduras (Soliho) y es presidente de la Federación Centroamericana de Comunicadores de prensa (Feccap), capítulo de Honduras y del Comité Pro-Monumentos a Juan Ramón Molina, con proyección regional y de la Organización Mundial de Poetas, Escritores y Artistas con sede en Honduras.
Ramírez ha tenido oportunidad de visitar numerosos países de América, Europa y Asia, siempre en asuntos relacionados con su actividad periodística-radiofónica, figurando en Honduras dentro del círculo de los comunicadores de mayor antigüedad. En pleno ejercicio de su profesión, goza de amplio reconocimiento dentro de la sociedad hondureña. Ha actuado en dos películas de largo metraje, tituladas “en cuerpo extraño” y “el último secuestro”.
Y como conclusión de esta narrativa manifiesto mi sempiterno agradecimiento a Mario Hernán quien en vida y hoy en El Oriente Eterno tuvo y tendrá un lugar privilegiado en corazón de quienes lo conocimos, obviamente en el de la licenciada Elsa de Ramírez su ayuda idónea y todos sus familiares.
¹Segmento de un artículo publicado en La Tribuna el 2 febrero de 2018 de la autoría de don Mario Hernán Ramírez
