Próxima temporada de huracanes y fenómeno de El Niño

ZV
/
28 de mayo de 2023
/
12:05 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
Próxima temporada de huracanes y fenómeno de El Niño

Por: José Rolando Sarmiento Rosales

Coincidente con la temporada de tormentas tropicales, algunas que se pueden convertir en huracanes de diversa categoría, se anuncia la próxima aparición del fenómeno meteorológico conocido como “El Niño”, de acuerdo a versiones provenientes del organismo especializado de México, de la Universidad de Denver, Colorado y del Servicio Meteorológico de Estados Unidos, lo que implica desde fuertes lluvias y vientos, o sequías y olas de intenso calor en el ámbito de los países de la Cuenca del Caribe o del Litoral Pacífico, entre los que se encuentra Honduras. Estamos muy cerca de comenzar la temporada de huracanes del 2023, en la que se espera haya 13 tormentas con nombre del lado del atlántico.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de México se alista para el comienzo de la temporada de huracanes 2023, la cual se tiene previsto empiece el próximo 15 de mayo en el Pacífico nororiental y el 1 de junio en el océano Atlántico. Además de acuerdo con los expertos de la Universidad Estatal de Colorado (CSU) se esperan 13 tormentas con nombre, seis huracanes y dos grandes huracanes de categoría 3, o superior en el Atlántico. Si bien parece un número alto de fenómenos, en realidad este año se esperan menos de la media anual, esto debido al fenómeno de la corriente de El Niño, que es probable que llegue en 2023, lo que implica el desarrollo de vientos cortantes verticales que pueden evitar la formación de huracanes.

Los huracanes son las tormentas más grandes y violentas de la Tierra. Solo los ciclones tropicales que se forman sobre el océano Atlántico y el océano Pacífico oriental se llaman “huracanes”. Los ciclones tropicales usan aire cálido y húmedo como combustible. Por eso se forman solo sobre océanos de agua templada, cerca del Ecuador. El aire cálido se eleva causando un área de menor presión de aire cerca del océano, posteriormente el aire con mayor presión de las áreas circundantes llena el área de baja presión. Una vez que el aire cálido y el húmedo se elevan y se enfrían, el agua en el aire va formando nubes.

La última vez que se formó El Niño fue en 2016 y sus efectos se dejaron sentir en todo el mundo. Este fenómeno climatológico contribuyó al aumento récord de las temperaturas globales, a la pérdida de bosques tropicales, al blanqueamiento de corales, a la generación de incendios forestales y al deshielo polar. Ahora los científicos creen que volverá a ocurrir y por eso están alertando sobre la posibilidad de que en los próximos meses se forme un Niño potente en un contexto en el que, además, está ocurriendo un calentamiento “brusco e inesperado” de los océanos, lo que en conjunto podría llevar la temperatura global a niveles de récord entre 2023 y 2024.

“El Niño es básicamente un cambio en la fuerza y dirección de los vientos alisios que soplan de este a oeste en el océano Pacífico, que hace que el agua cálida que se encuentra en la parte occidental del océano Pacífico se mueva hacia la región central y este del Pacífico”, le explica Ángel Adames Corraliza, profesor de Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Wisconsin, a BBC Mundo. El experto señala que el movimiento de esas aguas cálidas propicia un aumento significativo de las temperaturas oceánicas del centro y el este del Pacífico. “Las temperaturas oceánicas altas son más conducentes a aguaceros fuertes y a inundaciones.

Incluso hay unos efectos directos en la circulación atmosférica que causan cambios en las condiciones del tiempo y en el clima en general tanto en Norteamérica como en Sudamérica y en otras partes del mundo también”, señala. Adames asegura que esto genera preocupación, en especial, porque un El Niño potente -como el que se está pronosticando para este año- suele estar asociado a eventos meteorológicos extremos. Adames indica que, aunque todavía es algo que se está estudiando, hay indicios de que El Niño tiende a causar sequías en el Caribe durante el verano boreal, afectando lugares como Cuba, República Dominicana y Puerto Rico. En ocasiones, esta sequía puede extenderse a América Central -de Panamá hasta Honduras, en especial-.

“En general, los impactos tienden a ser más de calor y sequía para Latinoamérica, pero los efectos más grandes tienen a ocurrir en las montañas que predominan en América Latina. “La segunda mitad de este año -y más probablemente el año que viene- será un periodo extremadamente caluroso y con muchas olas de calor porque estamos hablando de un calentamiento por El Niño, además del calentamiento causado por el ser humano. Así que posiblemente el 2024 o el final de este año, será uno de los más cálidos que hemos experimentado desde que se tienen registro”, agregó.

[email protected]

Más de Columnistas
Lo Más Visto