Mario E. Fumero
Todos los extremos siempre producen a otros extremos. La izquierda, que antes era defensora del obrero, la justicia y la familia con valores tradicionales, ha dado un viraje para aliarse con los movimientos que promueven las Naciones Unidas y la Agenda 2030, la cual trata de imponer los antivalores de la agenda de la ideología de género. Esto ha llevado a la derecha, que siempre apoyaba el capitalismo y la libre empresa, a dar un viraje en su estrategia, usando como campaña la defensa de los valores tradicionales de la familia. Esta nueva técnica parece que le ha dado resultado, principalmente en España, dónde han derrotado, por una amplia mayoría en muchas regiones del país, al partido socialista español.
Frente al lineamiento de la izquierda hacia las ideologías que promueven la agenda LGTBQ, y su lucha contra los valores tradicionales del cristianismo, los grupos de derecha han encontrado una plataforma para establecer, no ya, su consigna de defender la libertad económica y de libre mercado, sino la libertad de valores, y estamos frente a una nueva derecha que rompiendo con lo tradicional, se enfoca solamente en defender los valores, frente a una izquierda que apoya los antivalores y está realizando ataques contra la iglesia y la libertad de expresión.
De manera tal que, de una derecha radical y capitalista, está surgiendo una nueva derecha que ya no usa la estrategia antigua de defender intereses económicos y de libertades, sino que ahora abraza la bandera de la defensa de los valores cristianos. Si la izquierda sigue por el camino que va, apoyando todos los antivalores y la agenda promovida por las Naciones Unidas sobre la imposición del género, indudablemente le darán armas a la derecha para fortalecerse, usando como armadura la defensa de la familia frente a los planes de las Naciones Unidas.
Tomemos el ejemplo de lo que le ha ocurrido en España. Como una izquierda progresista, ha sufrido un revés. El partido socialista no perdió las elecciones por su propuesta respecto a lo social y económico, sino por sus legislaciones que promovieron la ideología de género, abriéndole las puertas para que cualquier persona que se sienta mujer, siendo hombre, pueda cambiar su género. Por otro lado, ha emitido leyes que desmantelan la familia tradicional, y protege al nuevo esquema familiar de los movimientos no binario. Así que Sánchez, el presidente del gobierno español, habiendo hecho una buena política económica y social, perdió las elecciones por su política inmoral y de antivalores. El pueblo español se volcó a las urnas en su contra, y optó por la propuesta de la nueva derecha, que, tomando el escudo de la defensa de los valores, tuvo un rotundo éxito, dejando en solitario al partido socialista español en la gran mayoría de regiones españolas.
Esto mismo va a ocurrir en América Latina, si la izquierda persiste en apoyar las ideologías promovidas por la agenda 2030 y el Nuevo Orden Mundial. Estoy seguro que la izquierda de México, Colombia, Chile y Honduras sufrirán una gran derrota en las próximas elecciones sí apoyó esta agenda perversa, porque hay tantos cristianos, como familias integradas, que no van a votar por una agenda que adoctrinen a sus niños en ideologías sexuales, como la que se promueve desde la plataforma de la Unesco. No incluyo a Cuba Nicaragua y Venezuela porque ellos no practican una democracia electoral, y además no permiten ningún tipo de partido de oposición, ya que son unas dictaduras. Los ciudadanos, en su mayoría, están más interesados en mantener sus valores y libertades, que, en resolver sus problemas económicos, los cuales, a clara vista son irreversibles.
Espero que los gobiernos de izquierda y democráticos, sean coherentes en mantener una política en donde no solamente defienden el bienestar social, sino también que estés dispuesto a apoyar los valores tradicionales de la familia, sin privarle a los que quieren ser diferente sexualmente que lo deseen, siempre y cuando, sus deseos sexuales no se vuelva ley impositiva para los que no piensan igual.
