Conocimiento Instantáneo

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3 de junio de 2023
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12:01 am
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Conocimiento Instantáneo

Por: Elizabeth Gómez*

¿Nos encontramos a un clic del conocimiento? Lejos quedaron las largas horas en la biblioteca investigando el tema que el docente dejó de tarea. Los ficheros para buscar por materia, autor o título ya son objetos de colección o vintage y los libros apilados sobre el escritorio en los cuales nos sumergíamos para encontrar un párrafo que citar han sido sustituidos por las innovaciones tecnológicas provocadas por la invención del internet que, para quienes nos encontrábamos en la generación de transición considerábamos inalcanzables.

Las nuevas generaciones solo deben encender la computadora, la Tablet o usar el celular, entrar a cualquier explorador y colocar las palabras claves de lo que están buscando para resolver la asignación y salir victoriosos. Como por arte de magia aparecen un sin número de fuentes a las cuales pueden acceder, inclusive hay aplicaciones a las cuales solo deben dársele los parámetros de la tarea solicitada y entregan el documento que posteriormente el alumno presenta como de su autoría. Sin embargo, este avance de la tecnología se ha convertido en un arma de doble filo para la academia.

Por un lado, la credibilidad de la fuente consultada y la ética de quien hace uso de ella, que presenta un trabajo sin considerar el nivel de plagio en este. Por el otro, las graves deficiencias que como docentes estamos identificando en el salón de clase. Alumnos que no pueden leer un párrafo completo sin equivocarse, que no son capaces de resumir el tema central, de comprender lo que el texto dice o de redactar una idea, reflexión u opinión. Las nuevas generaciones de estudiantes tienen la noción de que el conocimiento es instantáneo, que ya está dado y aplican la ley del mínimo esfuerzo. Pero cuando se enfrentan al mundo real, al reto de tomar decisiones, de evaluar situaciones y, a partir de ello, redactar un informe, no pueden hacerlo. Cuando leen las preguntas de un examen no saben cómo interpretarlas, cómo responderlas, porque su cerebro se ha condicionado a un mundo virtual que se vio favorecido por la pandemia de COVID19. Sobran las alegorías a los profesionales formados en la virtualidad, de quienes se tendrá reservas porque ¿quién nos garantiza a ciencia cierta que fue él quien hizo sus tareas y presentó sus exámenes?

Sobran también las ofertas en redes sociales en las cuales se lee ¿estresado por tu tesis o informe de práctica? No te preocupes, nosotros lo hacemos por ti. Los libros han perdido su valor como herramienta de formación y conocimiento y lamentablemente, algunos docentes se han unido a la moda de no a los libros si a la web, sin desmeritar las virtudes de esta última. Ante esto, nos encontramos frente a la ardua tarea de encarrilar nuevamente a los estudiantes, de comenzar de cero y enseñarles a deconstruir las realidades distorsionadas para construir conocimiento a partir de la maravillosa experiencia de “leer”.

El reto es grande pues las debilidades del sistema educativo nacional son enormes. Como dijo Paulo Freire “la lectura no es caminar en las palabras, es tomar el alma de ellas”. Debemos pues hacerles ver a las nuevas generaciones que si bien, la tecnología nos brinda una gama de posibilidades debemos comenzar por lo básico, por comprender lo que leemos y por poder expresarnos.

*Docente universitaria.

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