PERFILES: Póker de reinas

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8 de junio de 2023
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12:05 am
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PERFILES: Póker de reinas

Por: Carolina Alduvín

La India milenaria, poseedora de una riquísima y diversa cultura, tiene en sus orígenes filosóficos y religiosos, un sistema de castas que, en sus orígenes míticos dio orden, estructura y estabilidad a su sociedad. Una tradición que subsiste con algunas adaptaciones, avances y regresiones a través de los y que, aunque luce injusta a las doctrinas liberales, en su momento tuvo su razón de ser. En los principios del hinduismo, se asienta que surgieron del cuerpo de Brahma, una de sus divinidades principales; de su cabeza vienen los brahmanes, sacerdotes, intelectuales, profesores; de sus brazos los kshatriyas, gobernantes y guerreros; de sus muslos los vaishyas, agricultores y comerciantes; de sus pies los shudras, obreros y sirvientes; finalmente los dalits o parias, descastados que se ocupan de los trabajos de limpieza.

Tal estratificación social se refleja en todas las manifestaciones de la cultura; entre ellas: la baraja que funcionó como oráculo en sus orígenes y luego pasó a una popular forma de entretenimiento, adicción y hasta elemento didáctico. Los brahmanes están representados por las copas o corazones; kshatryas por las espadas o picas; los vaishyas por los oros o diamantes y los shudras por los bastos o tréboles. Estas series numeradas de figuras tienen un enorme, pero limitado número de potenciales combinaciones; en los juegos de azar, solo algunas de ellas tienen sentido y valor relativo, que determina quien gana y quien pierde, de acuerdo a ciertas reglas. En la cartomancia, además de los 14 números de cada serie, hay otras 22 figuras unitarias altamente simbólicas o arcanos mayores. Muchos gobernantes, aún en esta era tecnológica digital, recurren a tal arte adivinatorio para tomar las grandes decisiones de Estado.

Y hablando de ellos, el folklórico, carismático, parrandero, juglar, tahur e irreverente que la plebe tuvo a bien elegir; ya sea por manipulación, resentimiento, ignorancia, ingenuidad, conveniencia, o deliberada maldad. Vemos que, desde la pasada vuelta hasta la actual, su sistema operativo se basa en un póker de reinas, cuidando no se mezclen más allá de lo estrictamente necesario; tanto que, la de corazones, verdadero poder detrás del trono, desde el extranjero mueve los intrincados hilos de comando, mientras la de tréboles pone la cara, la voz de pitoreta y las instrucciones; la de picas, canjeó su poderosa arma por una otoñal hoja de maple y la de los diamantes no atina, pifia tras pifia en un puesto que, al no corresponderle, no hace más que precipitar la debacle financiera y productiva de la nación.

Autora del mayor presupuesto histórico que hemos tenido, dueña y señora de lo que pichicatea para los más aviesos fines de continuismo a cualquier precio; aspirante a emular el modelo cubano de miseria, exhibiendo la más abyecta de las hipocresías, desde el momento que otorga el certificado de triunfo electoral a su par y la abraza emulando a Judas. Se quedó conforme a cubrir un campo que no domina, en lugar de ascender a la máxima posición a la que los de su gremio pueden aspirar; eso sí, luego de enchambar a toda su raza y permitir que en sus faldas se escude el más corrupto de los mameyes que han hecho fiesta con el presupuesto deportivo no panbolero de las federaciones, encarpetando una de las promesas dizque cumplidas, todo sea en nombre de embrutecer hasta a los que han hecho algún mérito académico

Por descuido, irresponsabilidad o ambas, el gobierno, más en un acto demagógico que en apego al imperio de la Constitución, maniobró con las entrañas el espinoso asunto de las inconstitucionales ZEDE y dejó pasar -por estar lloriqueando sobre lo que ya es historia- la oportunidad de designar a un árbitro en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a las Inversiones (CIADI/Banco Mundial) en la demanda que plantearon los ejecutivos de la ZEDE Próspera contra el Estado de Honduras por la derogatoria mal planificada de una ley que le facultaba a invertir en Honduras.

Como todo mediocre, la reina de diamantes recurre a la clásica maniobra de tratar de culpar al resto de la administración, por hacer su trabajo de cumplir y hacer cumplir leyes y reglamentos. En vez de admitir paladinamente su INCAPACIDAD. Resultado, nuestro país tendrá que erogar una penalidad que nos dejará en la quiebra absoluta. Para eso querían constituirse en gobierno. Ella llora, y los descastados Dalit hacen el trabajo sucio como colectivos invasores y de choque.

¡Vaya cuarteto de puñeteras!

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