Por: Carlos G. Cálix
El Fraser Institute también está comprometido con la defensa de la libertad. Una organización con la que mantenemos sólidos lazos de colaboración. Viene a cuenta esta referencia porque la libertad económica tal y como la comprendemos hoy en día, es una construcción filosófica, jurídica y económica. Una construcción histórica en la que Milton Friedman consideraba que una medición más precisa de la libertad económica permitiría a los investigadores identificar más claramente los factores claves del comportamiento de las economías. De acuerdo con ello, el proyecto de Libertad Económica en el Mundo ha tenido siempre como único objetivo la medición precisa.
Comprender la importancia de la libertad económica implica entender que, al descentralizar el poder económico, el sistema de libre mercado, compensa cualquier concentración de poder político que se pudiera producir. Porque en el extremo, -como bien expresa José María Aznar- la combinación de poder político y poder económico es la forma más segura para llegar a la tiranía y para consagrar la corrupción como método de asignación. Por eso no podemos difuminar la relación que existe entre la economía de mercado, la democracia representativa y el Estado de derecho.
Es muy claro que desde 1876 a la fecha han pasado muchas cosas. Por ejemplo, tras dos siglos, Honduras ha mantenido un crecimiento plano y prácticamente inexistente, mientras la curva de crecimiento mundial se ha disparado exponencialmente logrando que muchos países alcancen el desarrollo. Las relaciones sociales y económicas se han sofisticado. En esencia, el debate sobre la libertad económica sigue implicando la relación entre la persona y el Estado.
En mi opinión, primero, la economía abierta y el Estado de derecho son dos aspectos importantes para el desarrollo. Segundo, es necesario un Estado fuerte, que no es sinónimo de grande. Se requiere de un Estado que comprenda que su papel es asegurar la igualdad de oportunidades, mantener los servicios públicos necesarios, la cohesión social y crear confianza como árbitro, es decir garantizar que las normas y las reglas se respeten y, se cumplan.
Pues bien, el Índice de Libertad Económica que cada año elabora el Instituto Fraser tiene un gran valor al incluir el componente institucional. Y me permito mencionar las cinco áreas en función de 42 parámetros para elaborar un índice global: Tamaño del Estado; Estructura jurídica y garantía de los derechos de propiedad; Acceso a una moneda sana; Libertad de comercio internacional y, Regulación crediticia, laboral y de la empresa. Parámetros objetivos que permiten valorar el grado de libertad económica.
Además, es importante subrayar la relación entre la libertad económica y la prosperidad. Aquellos países que registran mayores niveles de libertad económica son los que registran mayor PIB per cápita, esperanza de vida y bienestar general. Cualquiera que sea el punto de partida, cualquier paso hacia una mayor libertad económica, siempre tendrá un resultado positivo.
Pues aquí también quiero decir que las historias de las reformas en Honduras, de las buenas reformas orientadas a la apertura exterior, orientadas a una mayor flexibilidad fueron historias de éxito. Cuando optamos a una mayor apertura con mayores espacios de libertad, siempre nos fue mejor que hoy. Ahora bien, la realidad actual de Honduras se explica de manera sencilla por las malas reformas implementadas y por las cuestionadas decisiones, sobre todo a partir de 2009. Por ello, es muy importante seguir apostando a la libertad y a las reformas ambiciosas a futuro, como única vía para consolidar un crecimiento económico sano, equilibrado y capaz de generar empleo en cantidad y calidad suficiente.
Y finalmente, es necesario poner de manifiesto que la libertad económica es fundamental para el desarrollo y que el tamaño del Estado debe ser reducido, especialmente la burocracia, la inflación y las regulaciones, además de brindar seguridad jurídica y ciudadana. Aspectos que los detractores de la libertad no quieren llevar a cabo. No obstante, como sociedad cometeríamos un error si pensamos que las cosas no pueden cambiar. Y quiero decir que en mi opinión en Honduras vivimos momentos cruciales, históricamente cruciales para generar un cambio. El brote de populismo que padece Honduras, supone llevar el debate económico a otros niveles. Pero no olvidemos que los populismos sean de derecha o de izquierda son enemigos de la libertad económica.
Defender la libertad económica como motor de éxito de la economía es el sentido de este acto y es lo que llevamos haciendo desde el 2013 y eso es lo que seguiremos haciendo en la Fundación Eléutera y en MacroDato.
¡En el futuro… espero y deseo que tengamos… más amigos de la libertad!
*Adaptado de la Fundación Faes, “Presentación del Índice de Libertad Económica 2017” y, de la Fundación Eléutera “Presentación Libertad Económica en Honduras. Informe Anual 2023”.
[email protected] Carlos G. Cálix es doctor en ciencias y director general de MacroDato.
