LA incorporación de MÍA a la “tribu”, como presentadora de inteligencia artificial para el segmento de la noticia de ¡Última Hora!, ha generado una lluvia de reacciones de los usuarios. Tomamos, para ilustración una pequeña muestra de los mensajes recibidos: “Elegante la Mía. Los felicito”. Otro: “Ustedes ya dieron el salto al siglo”. Y este: “¡Súper bien esto! Increíble que Mía sea de IA”. Uno sobre las “tías”: “No tiene idea cuánto río a solas con las ocurrencias de Winston y el Sisimite; estoy tan acostumbrada a sus ocurrencias de doble y hasta triple sentido que no los cambio por Eva, por la Tía ni por nadie; gracias a Dios ellos no son avatares”. Otro mensaje: “¡Mama Mia! Creo será un hit… no he visto nada igual como ese avance del medio de comunicación”. Otra contribución: “Siempre a la vanguardia; me gusta la incorporación de Mía a LA TRIBUNA, lleva el nombre de mi hija; eso me gusta más”. Otra amiga: “Es muy sexi, ja, ja, ja. Es linda Mía. Ya va a ver cómo le van a escribir por Mía”. “Le voy a copiar ese recogido de pelo a Mía”. Otro comentario: “Ja, ja, ja, ésta ya no se ve tan cara de tubo”. Otro: “Buenísimas están las tías”. Otro: “Excelente la nueva manera de recibir información; de este modo se pueden escuchar los resúmenes de las noticias a diario con la inteligencia artificial”. Uno más: “Es impresionante esta plataforma nueva de LA TRIBUNA. Le felicito”.
La diferencia de Mía y los primeros dos avatares, Eva y Tía, es que Mía es avatar de otra generación. Para mayor ilustración nuevamente recurrimos al GPT-4. “Permíteme explicarte brevemente las diferencias entre cada una y cómo encajan en el ambiente informativo de un medio de comunicación”. 1. Primera generación: Los avatares de primera generación se basan principalmente en representaciones gráficas bidimensionales, como imágenes estáticas o personajes animados predefinidos”. “Estos avatares tenían capacidades limitadas de interacción y no eran tan realistas ni expresivos como las generaciones posteriores”. “A menudo se utilizaban para brindar información básica o responder preguntas sencillas”. “2. Segunda generación: Con la evolución de la tecnología, los avatares de segunda generación adoptaron una apariencia más tridimensional y comenzaron a utilizar animaciones pregrabadas para mejorar su realismo”. “Estos avatares tenían una mayor capacidad de interacción y podían ofrecer información más detallada”. “Aunque todavía tenían limitaciones en cuanto a la naturalidad y la adaptabilidad, se utilizaron en programas de noticias y sitios web para brindar presentaciones interactivas y entrevistas virtuales”. “3. Tercera generación: Los avatares de tercera generación dieron un salto significativo en términos de realismo y capacidades interactivas”.
“Utilizando tecnologías como el aprendizaje automático y la inteligencia artificial, estos avatares podían generar expresiones faciales, movimientos corporales más naturales y respuestas vocales más auténticas”. “Podían adaptarse y aprender de las interacciones con los usuarios, brindando una experiencia más personalizada. En el ámbito informativo, los avatares de tercera generación se utilizaron para presentar noticias, conducir entrevistas y proporcionar análisis especializados”. “Sin embargo, en general, los avatares de cualquier generación se integran en el ambiente informativo de un medio de comunicación al proporcionar una forma más interactiva, atractiva y personalizada de presentar información”. “Ayudan a captar la atención de la audiencia, ofrecen una experiencia más inmersiva y pueden adaptarse para brindar contenido especializado y análisis en tiempo real”. “Estos avatares pueden ser utilizados en programas de noticias, plataformas digitales y sitios web para mejorar la experiencia del usuario y la entrega de información”. (¿Sabías –inicia el Sisimite– que ya van por la 4ta y 5ta generación en los avatar? -Vos sos el que sabés –reacciona Winston– ¿y a saber cómo? si aquí en estos ariscos picos encumbrados donde vivís, ni señal llega como para que pasés, como zombi, conectado al Internet. -Es que yo –interrumpe el Sisimite– por todo lo que he vivido soy como esos sabios filósofos de la antigüedad, que lo que no sabían se lo inventaban. -Pero leíste –irrumpe Winston– que en el colectivo con todo y que les gustan las “tías”, Eva y Tía, “caras de tubo”, y la tal Mía, que es un espectáculo, nos prefieren a nosotros por ocurrentes y no nos cambian).