La política monetaria y cambiaria es coherente y respalda la desinflación
El gabinete económico y la misión del FMI realizaron un trabajo conjunto que permitirá fortalecer el marco de políticas económicas y sociales, destacó el BCH.
La política monetaria y cambiaria es implementada de forma coherente para mantener la estabilidad macroeconómica y respalda el actual proceso de desinflación, resaltó el Banco Central de Honduras (BCH), al finalizar las reuniones con personeros del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La comitiva liderada por el economista, Ricardo Llaudes estuvo en Tegucigalpa del 5 al 16 de este mes y las autoridades y equipo técnico brindaron su colaboración para asegurar el éxito de la reciente revisión del Artículo IV para Honduras.
El BCH reseñó que la misión ha constatado la resiliencia y buen desempeño de la economía en 2022 tal como lo destaca su comunicado de prensa, que entre otros elementos resalta los siguientes:
1. Que la recuperación económica de Honduras tras la pandemia y dos tormentas tropicales ha sido admirable. El crecimiento económico está por encima de los niveles previos a la pandemia y las presiones inflacionarias han ido disminuyendo gradualmente.
2. La política monetaria y cambiaria implementada de forma coherente para mantener la estabilidad macroeconómica respalda el actual proceso de desinflación, reduciendo las presiones en el mercado cambiario y protegiendo las reservas internacionales.
3. La política monetaria y cambiaria es fundamental para anclar las expectativas de inflación y preservar la competitividad externa.
4. En el mediano plazo, las medidas de política deben sustentarse con el objetivo que tienen las autoridades de reforzar los marcos de política económica, reformar el sector energético y fortalecer el buen gobierno y la transparencia.
En este sentido, los buenos resultados económicos han sido impulsados por una combinación de políticas monetarias, cambiarias y fiscales que han tenido como objetivo, en todo momento, apoyar la dinámica de crecimiento económico y la mitigación de impactos adversos en la población, sobre todo la más vulnerable.
Esto, a pesar de un entorno externo de múltiples choques como: el endurecimiento de las condiciones financieras, altos precios de materias primas y combustibles, así como problemas en las cadenas de suministro y el conflicto Rusia- Ucrania.
No podemos desconocer que Honduras ha experimentado en los últimos años choques sanitarios tales como la pandemia del COVID-19, desastres y fenómenos naturales como ser: tormentas tropicales, inundaciones y ahora severas condiciones de sequía que impactan el normal desenvolvimiento de la actividad económica, ya de por si afectada por un entorno de menor crecimiento de las principales economías y del comercio a nivel global. (JB)