VÉRTICE: Mensajes letales

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19 de junio de 2023
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12:01 am
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VÉRTICE: Mensajes letales

Por: Fernando Berríos*

Honduras, como si fuera un plan bien diseñado, está enviando mensajes muy potentes y certeros que afectarán la atracción de inversiones.

Estamos siendo exhibidos, desde diferentes ópticas, como un país poco atractivo para invertir y en estos tiempos de globalización, nadie que busca el desarrollo y la prosperidad, se puede dar este lujo.

Los inversionistas son cada vez más exigentes y más allá de buscar países, buscan destinos atractivos para invertir sus capitales. El nombre es lo de menos, lo que quieren es ver indicadores que demuestren que hay potencial para hacer “buenos negocios”.

¿Qué quieren los inversionistas? De forma sencilla podemos decir: seguridad jurídica, paz social, seguridad ciudadana, beneficios fiscales, acceso garantizado a la energía eléctrica, estabilidad cambiaria, políticas claras para la generación de empleos, entre otras.

Desde luego, también hay otras variables importantes como el acceso a puertos marítimos confiables y seguros, la cercanía a mercados importantes como el de Estados Unidos y simplificación administrativa, de manera que los trámites para producir no se vuelvan tan engorrosos.

En una plática con un viejo amigo, Luis me decía: estamos muy mal. Él es muy entendido en la materia económica y si bien trata de ser optimista, no fue difícil interpretar que siente que estamos al filo de la navaja, jugando al factor suerte.

En materia económica no se debe dejar nada a la suerte. Me decía que Honduras fue uno de los pocos países que no modificó su tasa de política monetaria, lo cual sí hizo el resto de países con quienes hacemos negocios. Subir tasas de interés era clave para frenar el consumo y de esta manera, mantener bajos niveles de inflación. Cerramos con una inflación de 9.8%, aunque el pueblo pueblo cree que el golpe a sus bolsillos fue sobradamente superior a esa cifra.

Se tomaron algunas medidas para contener el precio de los carburantes, que es uno de los principales detonantes de la inflación, pero no fue suficiente. En los mercados Pedro, Juan y María se quejan a diario porque todo sube y nada baja.

Los huevos, que no pueden faltar en la dieta alimenticia de los hondureños, siguen por las nubes y el impacto se sintió hasta en los limones, los cuales, de la noche a la mañana, se convirtieron en un lujo.

Las masacres (homicidios múltiples) siguen a la orden del día y la tendencia con respecto a la impunidad sigue igual o peor. De 10 hechos violentos, la Policía Nacional y sus cuerpos de investigación por mucho ofrecen respuestas en uno de ellos.

Se prometió respuesta a hechos deleznables como el de la cuartería en Comayagüela y los que fueron detenidos, para calmar las críticas voraces, hoy andan libres por la sencilla razón de que no había ni el más mínimo indicio de su participación.

Las cámaras de seguridad, en su mayoría, siguen apagadas y de esta manera, el crimen está operando a sus anchas con una policía que trabaja a ciegas. Se montaron retenes, en una especie de operación candado, que son el hazmerreír de la población. Los policías están ahí, parados en los bulevares, viendo carros pasar y generando tráfico a las horas pico.

Antes de viajar a China, la Presidenta anunció la creación de una Comisión de Seguridad Agraria y Acceso a la Tierra, que buscará frenar las múltiples invasiones de tierras privadas, sobre todo de miles de hectáreas fértiles y cultivables.

Hoy, los propietarios afectados tienen la posibilidad de mostrar los documentos que prueban la legalidad de sus tierras, para lograr los desalojos desde hace meses paralizados, generando un ambiente de inseguridad jurídica que aterra a los inversionistas.

El sector agropecuario aporte el 12.9% del Producto Interno Bruto y el 35% de las exportaciones corresponden a este sector.

Ahora debemos sumar un elemento más: los tristemente célebres apagones. En un abrir y cerrar de ojos retrocedimos 30 años, en gran medida por la falta de planificación y por dejar todo en manos del factor suerte.

Luis me decía: el año pasado, para esta misma época, había un superávit de energía, con disponibilidad total de hasta 1,800 megas y con demanda de 1,500 megas.

Hoy, en 2023, las cosas han cambiado y fue predecible. Los expertos sabían que mayo y junio, la demanda superaría la oferta. Más allá de hablar de sabotajes, lo real es que hay un déficit de más de 100 megas. El Cajón tiene 20 metros menos sobre el nivel del mar, lo que reduce la generación. En el mercado regional apenas hay 20 megavatios disponibles, porque el resto de países tomó sus previsiones y pactó a tiempo la energía que necesitaban. La licitación de 450 megas sigue en el limbo, porque nadie (los bancos) quiere financiar a una empresa insolvente que a diario reclama no tener recursos para honrar sus compromisos.

Así están las cosas en Honduras. Los mensajes hacia el exterior no son nada atractivos.

*Periodista

Email: [email protected]
Twitter: @berriosfernando

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