1 Contiguo a la torre del telégrafo el antiguo edificio de dos plantas de la Policía Nacional incendiado en 1959
Un buen lector de nuestra columna semanal nos comentó una entrega que a través de las redes hizo recientemente el amigo Tito Ortiz un ciudadano tegucigalpense que vive con devoción la historia de la ciudad de las canteras. Y es que con esos relatos las actuales generaciones deben conocer lo que ha pasado en esos años del pretérito nacional y hacer una revisión de acontecimientos, de los aciertos y errores de nuestros antepasados y en el caso de Tegucigalpa hacer recuerdos de su rico pretérito.
Trataremos hoy de hacer remembranzas gráficas de edificios perdidos, estructuras que cayeron ante el paso del modernismo y porque no existió conciencia cívica y amor ciudadano para conservarlos como testigos mudos de un pasado que sirviera para preservar la identidad nacional. Algunas de esas edificaciones de adobe, de madera, de ladrillo, se fueron descuidando por sus propietarios y en ciertos casos fueron destruidos por el fuego al desatarse pavorosos incendios.

El edificio donde desde los años treinta era el cuartel de la Policía Nacional de Tegucigalpa ubicado en el Barrio Abajo (FOTO 1), fue consumido por las llamas el 12 de Julio de 1959 después del alzamiento del Coronel Armando Velásquez que intentó derrocar al gobierno del Dr. Ramón Villeda Morales.- En ese edificio se perdieron obras de arte como la colección de pinturas de grandes artistas del pincel que lograron plasmar en lienzos a los orates de la ciudad como Motion, Pata de Yuca, Beto Coello, María Chilío, Palomito, Coyote, Juanita Panqueque, Camaradita, Gallo y otros que deambulaban por las viejas y estrechas calles de la ciudad.
Otro edificio que era parte de la arquitectura colonial en el centro de la ciudad y que formó parte del “Portal de la Plaza” propiedad de la adinerada familia de los Midence, fue el que conocíamos los capitalinos como “Los Corredores” (FOTO 2) destruido por un incendio en los años sesenta.-
En ese vetusto edificio de adobe la planta baja y madera el segundo piso estaban la cafetería “Café de Paris”, la cantina “La India”, la Farmacia “Reforma”, los billares de Tabarán, la agencia “Campos Marcó”, “La Mascota” y en el segundo nivel el Hotel Honduras.

Es posible que quienes tengan más de siete décadas de vida, han de recordar el “Hotel Ritz” (FOTO 3) propiedad de la familia Agurcia demolido para construir en los años 50 el “Hotel El Prado”.
Otro inmueble que desde principios del siglo XX fue un ícono de Tegucigalpa, el Banco de Honduras (FOTO 4) imponente edificación en la esquina al poniente de la plaza Morazán mandado a construir por Don Santos Soto y que allá por los años setenta la familia descendiente del acaudalado banquero vendieron al estado para derribarlo y levantar un mamotreto para destinarlo a la DEI.
En la proximidad de ese banco frente a la plaza la misma familia levantó para que operara en el centro capitalino una gran tienda de departamentos que el arquitecto Pineda Ugarte se esmeró en trazar con línea elegantes que reflejaban con la piedra rosada de nuestras canteras un conjunto maravilloso que enorgullecía a los tegucigalpenses, “La Samaritana” (FOTO 5).

Y quizá muchos si han de recordar el viejo edificio de la familia Fiallos frente al Parque Valle (FOTO 6) porque el temporal de 1998 ocasionado por el Mitch provocó que sus enormes paredes de adobe no resistieran la penetración del agua y fueron cayendo poco a poco.- Histórico el lugar porque además de la residencia de una pudiente familia, fue en los años cuarenta la sede de la Embajada de los Estados Unidos de América, en su segunda planta operó Radio América en los años cincuenta y varios centros comerciales funcionaron en ese sitio que hoy sirve de estacionamiento de vehículos.
Otro recuerdo gráfico de la ciudad el viejo mercado que se levantó en los años treinta en la plaza de “Los Dolores” (FOTO 7) y que por más de treinta años sirvió como el principal centro de abasto de Tegucigalpa, demolido para construir una obra vial que se conoció desde entonces como “El Hoyo de Merriam”.

Una tienda que los elegantes caballeros de Tegucigalpa frecuentaban por la calidad que Don Hermenegildo Rodríguez vendía era “El Mundo Elegante” (FOTO 8) que operaba en la esquina sur de la cuadra frente al Parque La Merced, edificio demolido para albergar unas oficinas bancarias.
El edificio donde funcionaba el Teatro Palace (FOTO 9) un referente de las salas cinematográficas de la capital fue remodelado y del elegante inmueble por donde desfilaron grandes artistas nacionales y extranjeros y se exhibieron las grandes películas mexicanas es tan solo otro recuerdo de la ciudad.
Por ahora finalizamos este recorrido por el ayer de una ciudad donde se logró conservar aquellas edificaciones que engalanaban a la capital desde 1880.-




Hasta la próxima semana.