¿Tropezar otra vez con la misma piedra?

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26 de junio de 2023
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12:04 am
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¿Tropezar otra vez con la misma piedra?

Por: Otto Martín Wolf

Fidel Castro, con su discurso fresco después de tomar el poder en 1959 significó uno de los más grandes desengaños, si no el mayor. Yo, un joven idiota idealista creí que la pobreza y el subdesarrollo podrían ser exterminados con revoluciones, la triste realidad fue otra.

Hugo Chávez destruyó a Venezuela y otro libertador, Ortega en el vecindario, llegó a liberar y se quedó para siempre.

Gadafi en Libia, el mismo Sadam Hussein en Irak y hasta el Ayatola Jomeini en Irán, iban a salvar a sus países, al igual que muchos otros en el mundo, pero terminaron en tiranías.

Es por eso que he visto con escepticismo lo que está ocurriendo en El Salvador.

Un joven carismático llega al poder y termina con la delincuencia por las buenas y por las malas y recibe el aplauso de una gran mayoría.

Cuando Bukele cambió la Constitución para poder ser reelecto, yo vi eso como el camino a otra dictadura más y lo critiqué.

Pero qué le voy a hacer, mucho de aquel joven idealista que soñaba con cambios sigue vivo detrás de las cenizas de las desilusiones y de nuevo voy a tener esperanzas.

Sí, mis amigos, cambio de manera de pensar, me retracto, voy a permitir que Bukele me haga tropezar de nuevo con la misma piedra, como tantas veces antes.

¿Por qué no?

He hablado mucho con admiración del cambio experimentado por Singapur en tan solo una generación.

Un hombre llamado Lee Kuan Yew, acompañado de un grupo de reformistas cambiaron el país, convirtiéndolo de uno de los países más miserables del Sudeste de Asia en un emporio de riqueza, justicia y libertad.

Después de darle mucho pensamiento a Bukele me hice la pregunta de siempre: ¿y si esta es la solución?

Si su lucha primero contra la delincuencia y luego contra la corrupción en realidad van a marcar un cambio con libertad en El Salvador?

Y, si ese hombre, con esas ideas sencillas pero revolucionarias logra hacer lo que se ha esperado desde la independencia?

Podrá de verdad El Salvador dirigirse al cambio total y qué tal si estamos viendo un fenómeno igual a Singapur y en pocos años se perderá de vista?

Después de pensar eso sentí que no podía dejar que los desengaños del pasado me cegaran… a lo mejor, quizá, ojalá!

Hace pocos días presentó proyectos de ley para reducir el número de diputados al Congreso Nacional, rebajando la cantidad que aumentaron los partidos Arena y Farabundo Martí para la Liberación Nacional cuando firmaron un acuerdo de paz.

Seguidamente, en la misma tanda, otro proyecto de ley para reducir el número de alcaldías, eliminar burocracia, bajar costos, aumentar la competitividad de funcionarios y traer más eficiencia.

Y, en la misma fiesta cívica anunció que las valiosas propiedades del expresidente Cristiani, fugitivo de la justicia, pasaban a poder del Estado, incluyendo un costosísimo helicóptero pagado presumiblemente con dineros corruptos.

Quizá Bukele lo logre en El Salvador y, si es así, un rayo de luz y esperanza se proyectará sobre nuestros países.

Los obstáculos que enfrenta no son pequeños, dentro de El Salvador y, curiosamente, fuera.

Y no se crea que, por parte de los pueblos, me parece que otros gobernantes están viendo con preocupación la manera en que Bukele levanta la vara, pone la marca de eficiencia mucho más arriba.

La gente pensará: Si El Salvador puede, si Bukele puede, ¿por qué aquí no hacemos lo mismo?

Quizá esa corriente de El Salvador inunde también el resto de Centroamérica y los otros se vean forzados a cambiar.

En El Salvador 70 y pico de mil delincuentes tenían aterrorizado a un país de 6 millones de habitantes, ¿cuántos habrá aquí que le han quitado la libertad y tranquilidad a 9 millones?

No deben ser muchos más y, si El Salvador puede por qué nosotros no, ya tenemos la receta solo hay que aplicarla!

Podemos combatir la delincuencia con una mano tan dura como sea necesario? Por qué no?

Podemos reducir el número de diputados en Honduras?

Claro que sí, bajemos a la mitad. Podemos reducir el número de alcaldías? Claro que sí!

Cuándo?

No esperemos a las próximas elecciones, no revisemos la Constitución, simplemente pongamos un poco de patriotismo verdadero en todo lo que hacemos.

Aumentemos la eficiencia, disminuyamos los costos.

Podemos terminar la corrupción, aunque se trate de nuestros familiares, correligionarios o amigos?

Los intereses de Honduras deberían estar por encima de todas esas cosas, claro que sí podemos!

Verdad que vale la pena arriesgarse a tropezar de nuevo?

[email protected]

 

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