LOS ANTIGUOS BARRIOS DE TEGUCIGALPA
1 Lugar donde los primeros mineros se instalaron en el Real de Minas.
Cuando los furtivos mineros españoles llegaron en 1578 a las orillas del Río Grande y se instalaron con el propósito de explotar los yacimientos de oro y plata de la rica zona, construyeron sus primeras viviendas junto a las chozas de los indígenas que habitaban a orillas del caudaloso río (FOTO 1) en el sitio que hoy conocemos como Barrio “Los Dolores.
Al llegar en 1579 el Capitán Juan de la Cueva, designado Alcalde Mayor del Real de Minas de Tegucigalpa, comenzó a organizar el poblado que le designó gobernar la Audiencia de Guatemala a nombre de la corona española.
Poco a poco, los pobladores entre colonizadores y aborígenes fueron distribuidos en los repartos que se extendían desde las faldas del cerro que los aborígenes conocían como el Zapusuca, hasta la margen derecha del río frente a la Comayagua de los Indios (Comayagüela) lugar que se bautizó como La Moncada posiblemente por el apellido del español que se benefició con el reparto.

Al ir pasando los años, la Villa creció y sus primeros barrios con nombres fueron los siguientes El Centro, San Sebastián conocido ahora como “El Olvido”, “El Guajoco”, Barrio Abajo y buscando el oriente del pueblo, se empezaron a construir casas en el borde donde finalizaban los primeros límites y que los medidores señalaban como la ronda trazada, originándose así el nombre de “Barrio La Ronda” (FOTO 2).
Cuando Don Carlos Ferrufino donó en 1589 sus casas a los frailes para instalar el Convento de San Diego el que posteriormente se llamó Convento de San Francisco, comenzaron a construirse en sus proximidades casas alrededor de una especie de plazuela que se extendía desde el centro religioso hacia el oriente buscando las orillas de una quebrada (El Bambú) que desembocaba en el Río Oro (Río Chiquito). Así nació el Bario La Plazuela con una calle principal que por el tipo de casas con alerones sostenidos por pilastras de madera se le conoció como “La Calle de Los Horcones” (FOTO 3) hasta caer “Al Arbolito”.

Gonzalo Guardiola, uno de los más destacados cronistas de Tegucigalpa en la octava década del Siglo XIX, relata que allá por 1590 apareció en la Villa un mozalbete español al que llamaban el Bachiller de La Joya, joven instruido que seguramente llegó a estas tierras para servir a las autoridades coloniales.- Rodrigo Aceituno de La Joya, según los relatos de Guardiola, era pendenciero y cuando se dedicaba a ingerir bebidas alcohólicas armaba con espadín en mano grandes escándalos en sus correrías desde La Plazuela hasta el centro del poblado.
En las casas que había construido la viuda de Sebastián Artica y Remigio Alonso en la parte baja que partía de la Calle de los Naranjos (hoy Avenida Cervantes) hasta orillas del Río Chiquito, en una de ellas habitaba el Bachiller de La Joya.- La gente de aquel entonces, cuando se referían al domicilio del escandaloso españolito lo identificaban como el Barrio de La Joya, nombre que con el tiempo degeneró a La Hoya
Esto nos indica que La Hoya es uno de los barrios más viejos junto a los que hemos mencionado anteriormente y no hay duda, porque las casas de adobe y bahareque que todavía existían allá por los años cuarenta del siglo pasado, testimoniaban la antigüedad del Barrio en igual forma las gradas (FOTO 4) para salvar el barranco y comunicar el centro con el barrio.

A medida que crecía la Villa, después ciudad en 1821, surgieron en Tegucigalpa otros barrios cuyos nombres fueron inscritos por circunstancias que los vecinos identificaban ante acontecimientos y hechos.
“La Leona”, originalmente llamado Barrio Berlín sector donde vivían los ciudadanos de nacionalidad alemana, pasó en los años veinte a ser el asentamiento de familias que se fueron a vivir a la parte alta del pueblo en la bajada poniente de El Picacho y donde nuestros abuelos relataban que al caer la tarde, una leona bajaba del cerro a buscar donde calmar la sed en los nacimientos de agua de la montaña y en medio de los bosques de robles que poblaban el sitio donde el Dr. Guillermo Walter levantó un edificio de piedra (FOTO 5) que por su arquitectura de estilo morisco se le llamó “La Alambra”, sede de la primera Escuela Normal de Varones.
Los tejeros, aquellos que se dedicaban a la fabricación y horneado de las tejas, se ubicaron en una planicie conocida en aquel entonces por sus maizales como “Milpa Grande”, que se extendía desde el borde de La Ronda hasta la orilla del Río Chiquito de donde extraían el barro para la confección de las mismas y de los adobes.- Una hilera de casas se construyeron hasta llegar a un frondoso árbol de Guanacaste árbol secular que todavía engalana el sitio donde está la cancha de basket ball, conociéndose ese barrio como “El Guanacaste” (FOTO 6).

Para separar al Barrio Abajo con “La Moncada” y cuando se levantó la ermita de El Calvario en la parte frontal del viejo cementerio, se denominó a ese sector donde hoy está el Parque Herrera y el Teatro Nacional, “Barrio El Calvario”(FOTO 7).
Tegucigalpa prosperaba por sus minas y por el desarrollo de su actividad comercial, tornándola así en una población de rápido crecimiento que se acentuó con el título de capital en 1880.- Los dueños de terrenos en los primeros barrios tenían sus casas, pero además contaban con amplios solares que las rodeaban lo que reducía el espacio vital en las zonas céntricas, generando entonces un desplazamiento de moradores a las partes altas surgiendo así “La Cabaña” nombre que se originó porque la familia Fiallos Gómez había construido una amplia casa de corredores que ya no existe y que los oriundos la conocían como la cabaña.
Miramesí en las estribaciones de El Picacho y parte baja de Buenos Aires con vista hacia el cerro El Berrinche y todo el sector poniente de la ciudad.
“Tierra Colorada”, fue bautizado así este reparto habitacional porque el terreno barroso donde se levantaron las primeras casas arriba de La Ronda” y en las proximidades de “La Leona”, era de color rojizo que se pronunciaba en la época de invierno cuando descendían las correntadas hacia las partes bajas.

Originalmente se le llamó “Los Altos” donde nació en 1805 el General Cabañas pero después se le llamó “Buenos Aires” (FOTO 8) y su nombre fue dado porque los primeros pobladores en el empinado sector gozaban todo el año de un fresco clima que proporcionaban los vientos cruzados que descendían de El Picacho hasta la garganta del Río Grande.
Otros barrios, “Casamata” sitio donde existían unos bultos de tierra para esconder armas , “El Jazmín”, “San Rafael”, El Manchen (FOTO 9) nombre que se dio al sitio donde un español originario de La Mancha instaló un matadero de ganado y los pobladores por el gentilicio “Manchengo” empezaron a denominar el “Rastro del Manchengo” que después derivó en “El Manchén” y “El Edén” (FOTO 10) que era paso obligado de las mulas que acarreaban brosa y plata desde las minas del cerro hasta el pueblo.- El Barrio Morazán es otro de los viejos barrios de la ciudad, su nombre fue dedicado en 1942 a la memoria del Héroe de la Unidad Centroamericana.
Al construirse el Hospital San Felipe, varios pobladores se desplazaron a una zona cercana que le dieron por nombre “Pueblo Nuevo” donde hoy se levanta la Iglesia de La Medalla Milagrosa.
Hoy existen más de 500 barrios y colonias en el Distrito Central, pero hoy tratamos de recordar los viejos barrios de Tegucigalpa.-




Hasta la próxima semana.