Rinden último adiós a mecánico de aviación
El joven Rodríguez Aguilar, fue liberado del interior de su carro destruido con apoyo de herramientas especiales cortadoras de metal.
“Como las águilas, como las águilas, sus alas levantarán” uno de los coros de júbilo que más le gustaba entonar al jefe primero de manto de aviones, Franklin Yoney Rodríguez Aguilar (42), se cumplió la tarde del sábado cuando partió a la presencia de Dios, tras una colisión vehicular en el anillo periférico, frente a la colonia Arturo Quezada, en el extremo suroeste de Comayagüela.
“La gran tripulación de la Fuerza Aérea Hondureña lamenta profundamente su sensible fallecimiento”, indicó la nota de duelo emitida por esa institución de la Fuerzas Armadas de Honduras.
Rodríguez Aguilar fue velado hoy domingo en su casa de la colonia José Ángel Ulloa, rodeado de sus hermanos en Cristo de la Iglesia Evangélica “Luz a mi camino”.
El pastor Evelio Ávila Sierra, recordó al mecánico de aviación como un joven servicial, atento y respetuoso al camino de Dios.
Su muerte trágica aconteció cuando conducía su vehículo sobre el anillo periférico, extremo de norte a sur, para atender un llamado de sus superiores en la Fuerza Aérea Hondureña.

Repentinamente, otro automotor que circulaba de sur a norte en aparente exceso de velocidad, saltó la mediana, impactando de lleno contra el automotor de Franklin Yoney Rodríguez Aguilar.
Los dos conductores resultaron gravemente heridos, siendo liberados por elementos del Cuerpo de Bomberos y de la Cruz Roja, del amasijo de hierro en que quedaron convertidos ambos vehículos.
Rodríguez Aguilar fue el último en ser liberado con apoyo de herramientas especiales cortadoras de metal. Fue llevado con vida al Hospital Militar donde horas después expiró.
Sus hermanos en Cristo entonaron de nuevo las alabanzas que más le gustaban al joven creyente, entre estas una que está basada en Isaías 40:31 “Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”. “Tenemos profunda tristeza porque partió, pero la fortaleza que sentimos es que Franklin pasó de muerte a vida”, concluyó en pastor Ávila Sierra.
