De la dominación derechista a la dominación izquierdista
Por: Marcio Enrique Sierra Mejía
En Honduras, el Partido Nacional se constituyó en la fuerza de derecha más fuerte de Honduras y quizá de Centroamérica. Hoy por hoy, se encuentra en la llanura, mostrando una dominación política débil, no obstante tener el contingente de electores mayoritario del país, ante una izquierda con menor fuerza electoral, y que ganó las elecciones generales, debido a una efectiva alianza que logró concretar con fuerzas desencantadas, hastiadas de la dominación nacionalista, y que se inclinaron a apoyar la candidata del Partido Libre que promovía, un Plan de Refundación del Estado.
La tesis política de la refundación del Estado de Honduras, nace de la entraña del Foro de Sao Paulo y, es de esa plataforma de la izquierda latinoamericana, que afloran los elementos de la dominación izquierdista que, gradualmente quieren consolidar en Honduras.
La dominación izquierdista se ve reflejada en los giros que les dan a los procesos de gobernanza institucional, en el establecimiento de nuevos símbolos de identidad nacional y, en acciones de abuso de poder, violaciones al Estado de derecho, violaciones a los derechos humanos y, sobretodo, en el afán político que tienen por establecer el control absoluto de los tres poderes del Estado.
La dominación ideológica derechista quedó corta ante la fuerte avalancha refundacional que imprime el gobierno en función de los postulados de refundación del Estado que establecen en el Plan de Refundación, y que efectivamente, van imponiendo al pie de la letra de un modo u otro.
En la actualidad, la ideología política socialista alcanza mayor relevancia y hace gala de su existencia, debido a la activa influencia que ejercen los gobiernos socialistas de Venezuela, Colombia, Perú, Bolivia, Cuba y Nicaragua, cuyos gobiernos no solo se solidarizan con el gobierno hondureño, sino que también, le apoyan con recursos políticos que van desde la ayuda humana directa, hasta novedosas tecnologías de manejo político, recursos financieros y ayuda militar.
En Honduras, la dominación izquierdista es antidemocrática y da preferencia a la dictadura del partido, instrumentalizada a través de la familia de la Presidente y su esposo, que tienen el control del Estado botín. Ahora importa más hacer obedecer e inducir el caos para lograr la bendita refundación e instaurar una democracia popular bajo el control del Estado.
Nos quieren imponer fundamentos partidaristas con actitud dogmática e irreverencia jurídica ante la Constitución de la República y sus normas derivadas. Buscan el diálogo sin dialogar porque la visión partidaria socialista, es incuestionable y, por esa razón, van tras la Asamblea Constituyente.
Sin embargo, las encuestas internacionales muestran la tendencia a la caída de la imagen de la Presidente de Honduras. Inicialmente, la Presidente Xiomara Castro, llegó a tener un 62% de aprobación, ubicándose en un quinto lugar como personalidad pública con mayor opinión favorable. Actualmente, ya para principios de mayo de 2023 la aprobación favorable hacia ella bajo al 44% ubicándose en la séptima posición en el ranking de presidentes de Latinoamérica.
La dominación socialista que impone la Presidente hondureña y que es apoyada por el Partido Libre, con el respaldo financiero y material de gobiernos y partidos internacionales, no logra penetrar en la mayoría de ciudadanos hondureños, debido, no solo a la mala gobernanza que demuestran en la conducción del Estado y de las relaciones con la sociedad civil, sino que también por el rechazo de principios de convivencia que no aceptan. En otras palabras, la dominación política socialista es relativamente fuerte, porque los líderes políticos del Partido Libre y los funcionarios públicos que administran el poder de gobierno, no tienen la capacidad para realizar una conducción gubernamental, por la vía del desarrollo nacional integral y facilitar la salida del atraso de manera óptima y redistributiva de la riqueza en un sentido socialmente inclusivo.