Socialismo democrático y consulta popular
Ivonne Tábora
La consulta popular o referéndum, tiene el significado según la Real Academia Española, como la expresión de democracia directa que permite a los ciudadanos confirmar o rechazar determinadas decisiones de sus representantes o gobernantes, como por ejemplo una reforma constitucional.
Los países que más han utilizado este mecanismo de consulta popular, se encuentran en Europa, llevándose Suiza la mayor ejecución de referéndums en ese continente, de donde se han exportado a Latinoamérica, ya que países como Colombia, Uruguay, Guatemala y Venezuela han realizado dichos procesos a nivel nacional y de forma constante, y en otros países han habido referéndums, pero han sido para aprobar leyes, cambiar constituciones y cambios políticos.
Asimismo se usa en algunos países de Asia, por ejemplo Tailandia desde inicios del siglo pasado adoptó este proceso, con el cual han logrado cambios constitucionales importantes, sin embargo Japón y Corea del Sur no tienen referéndums a nivel nacional.
Es de resaltar que Estados Unidos es el único país que cuenta con una democracia de más de 100 años de historia, porque nunca ha tenido ni un tan solo referéndum y Canadá tampoco ha tenido un referéndum.
Generalmente la consulta popular o referéndum está ligada con el socialismo democrático, pues esta corriente política ideológica utiliza el mecanismo de la consulta, ya que parte de un reformismo moderno, que busca implementar una economía socialista, mediante la participación democrática.
Lo que se pretende es supuestamente, establecer una sociedad en la que todos los ciudadanos tengamos las mismas oportunidades y acceso a los recursos, como educación, salud, empleo, vivienda, etc.
Este término de socialismo democrático viene desde hace muchos años, por el año de 1920, como una alternativa a la ideología Marxista-Leninista, que establece su fundamento en cierto “socialismo ético”.
Contradictoriamente, muchos países que se han suscrito a esta corriente, no han alcanzado esa tan ansiada igualdad, sino, se ha aumentado la pobreza en sus naciones, han perdido la inversión privada, se ha generado más desempleo, demostrando que no existe tal redistribución de riqueza que tanto pregonan.
Por otra parte pienso que garantizar el bienestar social de los ciudadanos debe ser la razón de ser de cualquier gobierno o sistema político, así como el respeto a los derechos humanos y proveer una vida digna a todos por igual, y no solo para una argolla, como pasa en muchos países, incluyéndonos.
Creo que los conceptos de socialismo y democracia no son compatibles, bien lo dijo Alexis de Tocqueville, uno de los más brillantes políticos de todos los tiempos, más conocido como el francés del siglo XIX, porque escribió sobre los inicios de la democracia en EEUU.
Este famoso jurista y pensador expuso que la democracia y el socialismo no tienen nada en común, salvo la palabra igualdad, pero la diferencia es enorme, porque mientras en la democracia se busca la igualdad en la libertad, en el socialismo se busca la igualdad, mediante la restricción y el servilismo.
Mientras el socialismo sea más teórico que otra cosa, será nada más que un totalitarismo, para mí una tiranía y entre más nos acerquemos a un socialismo, menos cerca estaremos de una verdadera democracia.
En Honduras ya días venimos escuchando estos conceptos, la cantaleta sobre la consulta popular, que por cierto según encuestas la mayoría de la población no la aprueba, tanto por su impacto económico, como por su trasfondo político.
“La consulta popular es la vía para alcanzar el socialismo democrático en el país” expresó nuestra Presidenta hace unos días, durante su intervención en una Cumbre, en La Habana, Cuba, y por los ejemplos que tenemos en países como Venezuela, Nicaragua y la misma Cuba, entre otros, no creo que esta sea la vía idónea para sacar de la pobreza a nuestro país.
Si realmente la Presidenta quiere que tengamos un territorio lleno de paz y justicia, como dice, tendrá que abandonar ese modelo gastado y populista, que solo trae miseria y falta de libertades a los pueblos, ese llamado socialismo democrático.
“El socialismo es la filosofía del fracaso, el credo a la ignorancia y la prédica a la envidia; su virtud inherente es la distribución igualitaria de la miseria”, Winston Churchill.
Lic. en Periodismo
@IvonneTabora
[email protected]