CRISTIAN ZADICK FLORES: MONUMENTO A LA VIDA Y EL AMOR

Autor: Luis Alonso Gómez Oyuela
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DANLÍ, El Paraíso. Hoy con el pequeño gigante Cristian Zadick Flores Ferrera. Una historia de amor estrechamente ligada con la gracia y misericordia de Dios porque su vida misma es un milagro después de 13 años de haber abierto los ojos a la vida, constituye el más hermoso tesoro que Dios reservó para sus padres Olvan Sadick Flores Alvarado y su madre, Cristiana Suyapa Ferrera Duarte, la principal heroína de esta bella historia.

Cristiana esperaba como toda madre, con ilusión la llegada de su segundo hijo. El 11 de marzo del 2010, en la clínica Materno Infantil del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) de Tegucigalpa dio a luz a Cristian. A los 5 meses de gestación había sido diagnosticado con Acondroplasia, noticia que, los padres supieron asimilar con fe y esperanza.

(El Dr. Shreenidhi Kulk, define esta patología y causas, con las mutaciones en el gen FGFR3 que causan la acondroplasia, que provoca un desarrollo anormal durante el desarrollo fetal. Este gen proporciona instrucciones para producir una proteína involucrada en el desarrollo y mantenimiento del tejido óseo cerebral).

Hasta ese momento no sabíamos de que, nos estaba hablando el médico, así que tuvimos que realizar un poco de investigación, un diagnóstico de esta naturaleza nos llenó de preocupación porque no se dan muchos casos en el país, además tiene un índice de mortalidad alto en el primer año de vida, no obstante, con la preocupación y tristeza, mi embarazo tomó otro giro, ya sea por la emoción inicial se tornó en un pensamiento constante de ¿Cómo voy a enfrentar esta situación?

Con ese instinto de madre y por el hecho de llevar en su vientre una vida, el fruto de la voluntad de Dios, a veces difícil de aceptar, Cristiana, afirma que el apoyo de su esposo fue especial, de hecho era lo más importante para una pareja que ilusionados esperaban la llegada de su segundo hijo. Los amigos nos daban fuerza, las oraciones por nuestro hijo estuvieron presentes y, hoy vemos con gozo a nuestro pequeño y gigante Cristian lleno de vida, diariamente nos da alegrías, el lleva felicidad donde vaya, nos enseña mucho, porque a veces, cosas que ni nosotros podemos hacer el las hace sin problema, de hecho, él es nuestra escuela.

Desde los 40 días de haber nacido hasta cumplidos los 4 años lo llevamos a terapia física en el Centro de Rehabilitación Gabriela Alvarado hasta que comenzó a caminar. La siguiente terapia fue de lenguaje por corto tiempo porque el siguiente paso era la escuela. Pasó la primaria en la Escuela Luis Gamero sin ningún problema. Puedo decir que a pesar de aquel momento difícil durante el embarazo, que Dios nos había reservado el más hermoso de los tesoros.

Actualmente Cristian está en séptimo grado en el Instituto “Cosme García”. Aquí es la estrella que brilla con luz propia. Los tesoros que una vez estuvieron escondidos en los designios de Dios de pronto aparecen en los mejores escenarios de la vida. Desde su nacimiento predominó el amor; un amor que solo nace de seres agradecidos con la vida. En ambas instituciones educativas Cristian recibió todo el apoyo para su desarrollo intelectual y al mismo tiempo todos los honores posibles, pero él se los ha ganado a pulso, porque aquí cabe la expresión, él, es él y nadie más. La vida de este pequeño gigante ha sido un proceso maravilloso y un ejemplo para otros, particularmente para aquellos padres que en algún momento de la vida enfrentaron una situación similar a la experiencia de Cristiana y su esposo Olvan.

La vida personal de Cristian es un detalle aparte. Como dice su madre, donde va lleva alegría, una virtud que lo llevó a convertirse en el amigo especial de sus compañeros en la escuela y ahora en el colegio. Maestros y alumnos lo han tratado como uno más sin preferencias, un trato igualitario que le ha permitido tener identidad propia y una autoestima muy elevada.

Durante los desfiles cívicos encabeza la banda de guerra del colegio en jornadas agotadoras, es la máxima atracción por su estilo y el fervor cívico que supera el exhibicionismo de los demás. Cristian en ese desfile cívico constituye el emblema patrio del civismo sin inhibiciones de ninguna naturaleza.

Los pasatiempos de Cristian son: subir videos en Tik-tok en los que aparece como Cristian el Chaparro. La materia que más le gusta es la Informática. Profesionalmente quiere estudiar ingeniería en Sistemas y convertirse en desarrollador de videojuegos. Gusta mucho de la tecnología y domina muy bien la edición de videos.

Cuando escuche la historia de Cristian, recordé las palabras llenas de emoción del director del Seminario donde estudie en Guatemala. Su hija Brenda, con características similares, era un verdadero primor, un ser lleno de amor; su lenguaje no era muy audible, los movimientos motores en sus miembros el 90 por ciento inactivos. Su Padre Alberto Platt, decía, Brenda es un monumento de la gracia de Dios en nuestras vidas.

Para Olvan y Cristiana; Cristian es un monumento al amor, a la vida y a la misericordia de Dios. El tesoro escondido que lleva alegrías, fe y esperanza. Este reportaje de hoy es un homenaje para estos abnegados padres que supieron asimilar lo que para otros habría sido una desgracia, para ellos una bendición de Dios.