Gilberto Ríos, “El Grío”, asesor presidencial: “El PN y el PL están vetados; la oligarquía debe buscar otro candidato”
Se define ateo, comunista, noctámbulo y vago. “Una de las condiciones para pensar, decía Aristóteles, es el ocio”, dice sentado en un cubículo del piso 23 del Centro Cívico Gubernamental, donde no tiene nada más que una mesa con un lente de cámara, un par de sillas y su portátil llena de stickers viejos. Pareciera que lo tienen marginado, pero él dice que se siente cómodo, aunque prefiere el trabajo de calle. También aparenta más edad de la que tiene cuando se quita su tradicional boina negra. Cordial en el trato, Gilberto Ríos no pierde ningún espacio para defender al gobierno hasta de lo indefendible y todo lo que huele a comunismo, como en esta entrevista.
–Matías Funes decía que la izquierda hondureña es perfumada y fusil virgo, ¿está de acuerdo?
Es cierto, pero es que en este país la condición de la izquierda siempre fue diferente, porque ha sido un pueblo de paz. Fíjese que Daniel Ortega nos decía una vez, que Honduras obtuvo más beneficios a través de luchas sociales, que por los actos armados.
–¿Conoció a Fidel Castro y esos otros grandes de la izquierda latinamericana?
A todos, con excepción de Fidel. Con Chávez estuve platicando más de cuatro horas y me impresionó su sensibilidad y su conocimiento sobre América Latina.
–¿Qué estudió?
Comencé ingeniería química, pero no terminé, me dediqué más a los movimientos sociales y la fotografía en el periódico El Libertador, donde me hacía mis “fichitas”.
–Será por eso que Fredis Guzmán dice que tiene pinta de vago, ¿lo ha escuchado?
No me extraña, pero fíjese que una de las condiciones para pensar, decía Aristóteles, es el ocio; es decir, se ocupa tiempo para las ideas y esta sociedad capitalista niega ese tiempo para pensar, leer, debatir. Soy noctámbulo, dormirme a las 2 de la mañana es normal para mí y siempre levantarme temprano.
–¿Le gusta el trago?
No.
–¿Fumador?
Tampoco, bueno, sí probé la marihuana, porque en mi generación era más que normal y quien niegue a estas alturas que no la conoció o hizo lo mismo, miente.
–¿Algún deporte?
Natación, todos los días, a las 5:00 de la mañana nado 1,800 metros una hora en la Villa Olímpica.
–Pero no pareciera, sigue “gordito” …
Es que soy bueno con el diente; he perdido 40 libras y tengo que bajar 100.
–¿Ha trabajado de otra cosa?
No, siempre me he dedicado al activismo social independiente, es la primera vez que estoy en el gobierno, tengo seis meses de estar aquí.
–¿Por qué tardaron en “ficharlo”, como dicen?
A lo mejor, no echaron de ver que estaba en la banca esperando (se ríe) y lo otro es que no soy metido, y en política hay que ser metido para conseguir una chamba.
–¿O porque es “mapache”?
No, no, yo soy fundador de la Resistencia y fundador de Libre, lo que pasa es que yo soy radical en mis ideas y no necesito estar en un gobierno para defender lo que pienso.
–¿Tan radical para abrazar el modelo de Cuba o Venezuela, como dice Lucky Medina?
Me parece que Lucky fue malinterpretado porque en realidad nosotros sí admiramos a Venezuela, Nicaragua y Cuba como modelos en salud y educación, distribución de viviendas. En Nicaragua, por ejemplo, la producción nacional de alimentos abastece el 95 por ciento del mercado interno. Tienen menos pobreza que nosotros, hay que aceptarlo.
–Supongo que es leninista, maoista, fidelista, chavista, ¿Qué más?
Morazanista, guevarista y mi hijo mayor se llama Lenin y el menor, Fidel y nací seis días antes de la Revolución Sandinista, el 13 de julio de 1979.
–Lo veo en todos los medios y a todas horas ¿A quién no le acepta una entrevista?
A ninguno (suelta una carcajada), me gusta debatir las ideas con franqueza, confrontar, pero con respeto. Cualquier agresión a periodistas y medios es condenable. El periodismo debe respetarse desde el más serio y agresivo, hasta el más cómico que tenemos.
–Pero la vez pasada perdió el control con Renato y un invitado del CNA por el “familión” ¿Qué no le gustó?
Me molestó porque quisieron exponer a mi familia y me pareció una bajeza del interlocutor que tenía en ese momento, desde entonces no he vuelto al foro, creo que Renato se enojó, ja, ja.
–¿Pero por qué se enoja con el tema “familión”?
Es que me gustaría aclarar una cosa: tanto mi esposa, que es periodista, y mi hermana, con 20 años trabajando como especialista en el Estado, tienen una trayectoria propia y el hecho de exponerla en un cartel así como se debe exponer a Juan Orlando y familia como un cartel del narcotráfico, pues, no era equivalente.
–La estrategia y la comunicación del gobierno anda dando tumbos ¿Qué pasa?
Es difícil porque es la primera vez que un gobierno en Honduras se quiere comunicar desde un pensamiento de izquierda y la población está acostumbrada a otro léxico, pero en estos momentos estamos logrando esa armonización y el tercer año será ejemplificante en lo que debe ser la comunicación gubernamental.
–¿Está cómodo en este cargo?
No me gustan las oficinas, la verdad, me gusta más el trabajo de calle, pero también uno va creciendo en edad y tiene que aportar más desde la idea y la experiencia. Estoy ahora colaborando con varios equipos de comunicación, soy parte del consejo editorial del canal 8, Radio Nacional y del periódico Poder Popular.
–¿Cuánto gasta el gobierno en ese periódico?
El presupuesto lo maneja Casa Presidencial, se imprimen 10,000 ejemplares a la semana y si hay una movilización masiva, son 15 mil.
–Sonó fuerte su nombre para embajador en Venezuela ¿Qué pasó?
Sinceramente, no me quería ir al servicio internacional, si ni me gusta estar en la oficina, menos me gustaría estar fuera del país.
–¿Va en picada el gobierno, como dicen las encuestas?
En junio bajó ostensiblemente con el ataque feroz de parte de los empresarios y la derecha política vinculada a las redes de corrupción y el narcotráfico y que manejan el 98 por ciento de los medios de comunicación, no podemos competir contra ellos.
–¿Le gusta Milei?
No, Milei representa la ultraderecha, quiere dejarlo todo en manos del mercado, eso es peor que el neoliberalismo; sin embargo, también es una gran lección en el sentido que los nuevos electores en Argentina, que es un pueblo muy culto y muy educado, prefieren la anti política que representa Milei a la política tradicional.
–¿Y Bukele?
Es un gran comunicador, pero es un mal presidente, sus cifras económicas son malas y de hecho El Salvador está expulsando muchos salvadoreños también a Estados Unidos.
— ¿Le preocupa el regreso de Trump al poder?
Fíjese que Trump, a pesar de tener un discurso más racista, fue menos deportador de migrantes que Obama. El cambio de gobierno en Estados Unidos tiene que interesar en cuanto a las propuestas que haya con respecto al tema migratorio.
–¿El mayor logro del gobierno?
Volver a la caja única a ordenar las finanzas del Estado, saber dónde está cada centavo del pueblo hondureño que paga en impuestos, habérselo arrebatado al sector financiero, que fue perverso y el que más se enriqueció durante la dictadura de Juan Orlando Hernández en total impunidad.
–¿Ateo?
Sí. Por formación en mi casa de dos padres comunistas, pero rescato siempre ese pensamiento del padre Guadalupe Carney que dice de que un cristiano antimarxista, no es un verdadero cristiano y que un marxista anticristiano, no es un verdadero marxista.
–¿Por qué le dicen “El Grillo”?
Por mi nombre y mi apelledio G+Río. Es Grío.
–Los nacionalistas dicen “Libre nunca más” ¿Qué les responde?
Que están vetados para volver al poder; la oligarquía debe buscarse otros candidatos porque el Partido Liberal y el Partido Nacional están agotados y el PSH nunca cuajó.
ÉL ES…
Gilberto Ríos Munguía nació en Tegucigalpa el 13 de julio de 1979. Hizo estudios primarios en la escuela José Trinidad Reyes y el bachillerato en el Instituto Técnico Honduras (ITH). Se matriculó para ingeniería en la universidad, pero no terminó. Se ha dedicado al activismo social, a través del movimiento “Los Necios” y la fotografía. Desde hace seis meses es asesor del Ministerio de Estrategias y Comunicaciones del gobierno.