Congreso de EEUU sigue sin presidente
La Cámara Baja del Congreso de Estados Unidos sigue sin presidente después de que el republicano Jim Jordan, fracasara en su segundo intento de ser elegido a la cabeza de la institución, que lleva 15 días paralizada. (LASSERFOTO AFP)
Washington (AFP). La Cámara Baja del Congreso de Estados Unidos sigue sin presidente después de que el republicano Jim Jordan, cercano a Donald Trump, fracasara hoy miércoles en su segundo intento de ser elegido a la cabeza de la institución, que lleva 15 días paralizada.
Poco importa que el presidente Joe Biden, de viaje en Israel, prometiera a su aliado histórico su apoyo inquebrantable en la guerra contra el grupo islamista palestino Hamás si la Cámara de Representantes sigue sin poder votar ayudas para cumplir con esas promesas.
El Congreso de Estados Unidos tiene dos cámaras: el Senado, controlada por los demócratas de Biden, y la Cámara Baja, en manos de los republicanos.
La Cámara de Representantes lleva sin líder desde la destitución de Kevin McCarthy el 3 de octubre, lo que la privó de muchas de sus prerrogativas, como la adopción de leyes.
Los republicanos, encargados de elegir al “presidente” de esta Cámara por tener mayoría de escaños, no logran ponerse de acuerdo, dejando así patente sus divisiones a un año de las elecciones presidenciales.
El congresista Jim Jordan, del ala más conservadora del partido y muy cercano al expresidente Trump, es actualmente el único candidato republicano que compite por el puesto.
Pero no lo consiguió el martes ni este miércoles por la mañana porque una veintena de republicanos moderados le reprochan sus posiciones demasiado extremas y se niegan a votar por él.
En una institución todavía marcada por el asalto al Capitolio, los demócratas denuncian la posición ambigua de Jim Jordan sobre las presidenciales de 2020, unas elecciones que Donald Trump todavía califica, sin pruebas, de “robadas”.
Por eso tampoco le ayudarán a conseguirlo.
La elección podría durar días: el presidente destituido Kevin McCarthy tuvo que someterse a 15 votaciones y hacer muchas concesiones para lograrlo en enero pasado.
Los republicanos quieren evitar a toda costa que esto se repita. Hasta ahora, en vano.